BALANCE
El inicio internacional fue totalmente deficitario, pero ¿realmente llama la atención que esto sea así? ¿Hay motivos para pensar que la situación puede ser diferente?
Ha sido el tema del día y seguramente lo será de la semana, al menos hasta que se juegue una nueva fecha tanto de Copa Libertadores como de Copa Sudamericana: los cuatro equipos uruguayos —al igual que los peruanos— que se presentaron en el ámbito internacional hicieron cero punto. ¿Es preocupante? Sí. ¿Llama la atención? No.
En la previa, si uno analizaba los partidos de los representantes en la Libertadores, era probable que Peñarol el martes y Nacional el miércoles perdieran ante Colón (2-1) y Bragantino (2-0), respectivamente. La expectativa real de sacar puntos era nula, aunque como el fútbol es impredecible podía darse que alguna arañara un punto al menos. Incluso estuvo más cerca de hacerlo Peñarol que Nacional, cuando quizás —por rendimientos recientes— podía esperarse lo contrario.

El jueves se presentaron por Sudamericana River Plate en el Centenario ante Racing de Avellaneda y cayó 1-0, mientras que un rato más tarde Wanderers perdió 4-2 en su visita a Barcelona de Guayaquil en una diferencia mentirosa, porque hubo más de dos tantos de diferencia en el rendimiento. En ambos casos también era esperable la derrota.
¿Por qué las expectativas eran tan bajas? Primero que nada por los rendimientos que venían mostrando los equipos grandes, sumergidos de mitad de tabla hacia abajo en el Torneo Aperura, y en el caso de darseneros y bohemios (que están arriba en las posiciones del certamen local) porque jugaban ante rivales de gran trayectoria internacional y grandes en sus países, con diferencias enormes además en cuanto a los presupuestos que manejan respecto al de los uruguayos.
Los números son elocuentes
Uruguay, al menos a nivel de clubes (la selección es una isla, entre otras cosas por el manejo profesional que tiene que la aleja de las peleas nimias como las que tienen las instituciones, que cuidan sus chacritas), ha dejado de ser una potencia internacional hace décadas. Nacional en 1988 fue el último campeón continental luego de ganar (un año después que Peñarol) la Libertadores. Desde entonces solo un equipo llegó a la final y fue el aurinegro en 2011.
Los números registrados en lo que va de 2022 dejan muy en claro esta realidad. Los equipos uruguayos disputaron 16 partidos entre Libertadores y Sudamericana y solo lograron 17 puntos de 48, es decir el 35,4% de las unidades disputadas. Es decir: prácticamente consiguieron un tercio de lo que jugaron. Y aquí hay que hacer una consideración especial: cuatro de esos equipos se enfrentaron entre sí en la primera fase de la Sudamericana.

Los números son notablemente inferiores si se consideran solamente juegos ante conjuntos internacionales. Allí se obtuvieron solo 5 puntos de 24 (20,8%), es decir prácticamente un quinto de lo disputado. Estas cinco unidades son producto del triunfo 2-0 de Plaza Colonia sobre The Strongest en el Centenario y de los empates 1-1 y 0-0 de Montevideo City Torque ante Barcelona (que lo eliminó por penales), ambos por fases previas de Libertadores.
El balance contra equipos internacionales es de una victoria, dos empates y cinco derrotas. Lapidario.
Los motivos de esta realidad
El diagnóstico es claro: River Plate y Wanderers no están en condiciones de aspirar a clasificar a octavos de final de la Copa Sudamericana, torneo en el que avanza solo el primero de cada grupo; tampoco Peñarol y Nacional pueden aspirar a ganar la Copa Libertadores. Quizás sí a ser protagonistas eventualmente en la Sudamericana si clasifican terceros en sus grupos y pasan a jugar el segundo torneo continental. Esto ocurrió el año pasado cuando Peñarol llegó hasta semifinales, con la mala suerte que tuvieron los dos grandes de que se enfrentaron en octavos de final, lo que restó chances a los representantes uruguayos.
Entonces, si bien el diagnóstico sí se tiene, las causas de esta realidad no es una, sino un conjunto de muchas. Enumeremos algunas:
Un torneo local de bajo nivel
Que Nacional y Peñarol (los dos equipos con mayor presupuesto y por tanto plantel) estén en las posiciones 9 y 10 respectivamente es un índice importante. Esto no va en detrimento de Deportivo Maldonado, el sorpresivo líder del Apertura, pero sí deja en claro que el nivel se ha emparejado hacia abajo. Basta con repasar la tabla y sacar algunas conclusiones:
- De los 16 equipos, solo tres ganaron más de la mitad de los siete partidos que jugaron: Deportivo Maldonado (5), Boston River y Liverpool (ambos 4).
- Solo seis clubes (los tres ya nombrados, Wanderers, River Plate y Danubio) lograron más del 50% de los puntos en disputa.
- Hay solo seis puntos de diferencia entre el primero y el octavo.
- Queda un único invicto, Wanderers, que a su vez empató (4) más de lo que ganó (3).
- Se han convertido 125 goles en 56 partidos, es decir un promedio de 2,2 tantos por juego, cifra baja.
- El equipo más goleador del Apertura es el líder Deportivo Maldonado con 13 anotaciones en 7 juegos, por lo cual su promedio no alcanza a dos por partido.
- Siete de los 16 equipos tienen saldo negativo en goles y uno (Peñarol) saldo cero.

La injusta repartición de plazas
Mientras la mayoría de los países tiene 4 lugares (solo dos directos en fase de grupos) en cada torneo, Brasil tiene 16 y Argentina 12. Esto es una inequidad que explica también por qué son de esos dos países los que generalmente llegan a la definición de los certámenes continentales.
Los brasileños tienen 9 representantes en la Libertadores y 7 en la Sudamericana, mientras que los argentinos son 6 y 6. Para colmo, los clubes de los ocho países se eliminan entre sí en la primera fase de la Sudamericana, algo que no hacen los de Brasil ni Argentina, por lo cuales todos tienen asegurada la presencia en grupos.
La explicación pasa porque los dos gigantes de América son los que tienen los mayores mercados y eso lleva a una mayor audiencia televisiva, por lo cual es importante para Conmebol que sus clubes estén en la vidriera principal.
Seguramente sean bastantes más las razones del momento internacional del fútbol uruguayo, pero estas son al menos las que están en la primera línea de consideración.