AMISTOSO

Peñarol sigue sumando minutos de fútbol y esta noche se despachó con una buena cuota de efectividad en la primera parte frente a Santiago Wanderers de Chile, al que venció por 2 a 0 en el Estadio Campeón del Siglo para quedarse con la Copa Fernando Morena.

Luego de haber vencido a Barracas Central y Ñublense de Chile para luego empatar el clásico con Nacional —partido que se suspendió a los 80' debido a la tormenta eléctrica e intensas lluvias— el equipo de Mauricio Larriera volvió a salir a escena y lo hizo con otra muy buena presentación en la que los juveniles del club fueron los protagonistas.

El equipo de Mauricio Larriera cambió muchísimos nombres y hasta de sistema. Salió con 11 titulares diferentes al sábado y además, se paró con un 1-4-4-2 con Lucas Viatri y Ruben Bentancourt como delanteros.

Y el técnico cambió nombres y cambió el sistema pero no cambió la idea de juego. El carbonero salió a proponer y a todo lo bueno que había mostrado en partidos anteriores, esta noche le sumó la efectividad en el arco rival.

Es que las primeras dos llegadas del mirasol terminaron en gol. A los 7’, un tiro libre sacó a luz el laboratorio aurinegro porque Bryan Olivera la abrió hacia la derecha para Luciano Fernández y el lateral juvenil mandó el centro al área: la peinó Cristian Olivera en el primer palo y por el segundo apareció Agustín Da Silveira para mandarla a guardar y poner el 1-0.

Dos minutos más tarde, el carbonero aprovechó la libertad de Luciano Fernández para trepar por la derecha y el lateral mandó un muy buen centro al área que Ruben Bentancourt se encargó de darle destino de gol para el 2-0 de Peñarol.

Con la ventaja, el equipo de Larriera manejó el partido y hasta generó alguna chance más en el ataque como por ejemplo, un remate de media distancia del juvenil Rodrigo Saravia que se fue por arriba del horizontal.

El aurinegro siguió dominando y no tuvo inconvenientes en la defensa ya que las escasas llegadas del rival fueron con remates de media distancia afuera o algunas jugadas de juego aéreo que despejaron bien ubicados los zagueros juveniles del mirasol.

Con la efectividad como bandera y dos goles en apenas dos minutos en el inicio del encuentro, Peñarol se fue al descanso con esa ventaja de dos goles frente a Santiago Wanderers en el Estadio Campeón del Siglo.

En el complemento, Mauricio Larriera movió el banco e hizo cuatro variantes para refrescar la mitad de la cancha y también el ataque, pero el juego del mirasol no cambió y el equipo siguió dominando las acciones en el Campeón del Siglo.

A los 54’, Cristian Olivera, quien pasó a jugar de delantero, encaró por la izquierda, enganchó hacia el medio y desde afuera del área sacó un remate de derecha que se fue por arriba del horizontal.

Y con un equipo totalmente juvenil, Peñarol se las ingenió para mantener su idea, para seguir dominando y también generar opciones en la ofensiva ante un rival que no encontraba los caminos en el ataque.

Hubo juego, hubo toques y sobre todo, hubo una intención de respetar la idea del entrenador más allá de que el marcador no se movió para ningún lado y eso, en parte, fue importante para Peñarol y no desde el punto de vista ofensivo, sino desde el defensivo ya que en cuatro partidos que ya jugó en esta pretemporada no recibió goles.

El carbonero volvió a ganar, se quedó con la Copa Fernando Morena luego de vencer a Santiago Wanderers por 2 a 0 en el Estadio Campeón del Siglo y Mauricio Larriera sigue sacando conclusiones: en las formativas el club tiene algunas soluciones para poder dar una mano en el primer equipo.