Peñarol mostró su jerarquía: los puntos altos del equipo para ganar un clásico en el que falló la seguridad

El equipo de Diego Aguirre se quedó con el Torneo Intermedio por penales en un partido que pudo ser suspendido a los 2’ y que por poco no terminó en una tragedia.

El festejo de Javier Méndez tras la consagración de Peñarol en el Torneo Intermedio ante Nacional.
El festejo de Javier Méndez tras la consagración de Peñarol en el Torneo Intermedio ante Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

Está confirmado. El clásico sigue siendo ese partido en el que el favoritismo y todo lo que pasa en la previa queda totalmente de lado y ayer Peñarol lo confirmó tras vencer 5-3 por penales a Nacional luego de empatar sin goles en la final del Torneo Intermedio.

El mirasol se sacó dos espinas que tenía ya que por un lado conquistó este certamen por primera vez en su historia y por otro, logró una victoria clásica que por más que se dio en la definición desde los 12 pasos, fue la primera del 2025 ante su tradicional adversario luego de varios golpes del tricolor, que mantiene un invicto de 10 juegos sin derrotas en este tipo de encuentros.

Pero más allá de eso, hay que hablar de cómo el Carbonero encaró este encuentro ante el Bolso. Mucho se habló en la previa sobre el favoritismo del equipo de Pablo Peirano y podía haber cierta razón cuando se analizaba el presente de uno y otro, aunque ayer Diego Aguirre demostró una vez más por qué es el entrenador de Peñarol.

Y no solo el DT lo demostró. Los jugadores también lo hicieron. No le soltaron la mano a la Fiera, cumplieron el libreto a rajatabla y tuvieron una gran actuación en un Estadio Centenario que a pesar de lucir sus mejores galas, casi termina siendo testigo de una tragedia ya que cuando apenas transcurrían 2’ de juego, una bengala náutica salió desde la Tribuna Colombes hacia la América, impactó en un policía que estaba en el Palco de Prensa y debió ser trasladado al Hospital Policial, donde fue operado en la zona genital.

Nadie detuvo el partido y como por si eso fuera poco, desde la Colombes, no conformes con lo que ya habían hecho, siguieron lanzando bombas de estruendo al campo de juego mientras la voz del estadio se encargó de avisar una y otra vez que estaba prohibido el uso de pirotecnia. Falla gigante en el operativo de seguridad de un clásico que —increíblemente— pese a eso continuó con un Peñarol que por momentos mostró mejor juego colectivo, pero que tuvo altos niveles individuales como por ejemplo el de Nahuel Herrera, quien sacó todo del fondo y ganó la mayoría de los duelos, lo de Martín Campaña con dos atajadas clave en los 90’ y un penal en la definición, el despliegue de Eric Remedi, el ingreso de David Terans y el corazón del capitán Maximiliano Olivera.

Maximiliano Olivera y Lucas Morales disputan la pelota en el clásico entre Peñarol y Nacional en el Torneo Intermedio.
Maximiliano Olivera y Lucas Morales disputan la pelota en el clásico entre Peñarol y Nacional en el Torneo Intermedio.
Foto: Ignacio Sánchez.

Con esos puntos altos, el aurinegro se animó, creyó que podía y generó varias situaciones de gol ante un Nacional que fue la sombra del avasallante equipo de la fase regular del Intermedio.

Los de Pablo Peirano no pudieron desplegar su habitual juego y en gran parte fue porque el entrenador optó por relegar la velocidad y apostar al manejo de la pelota pero claro está, no contaban con un planteo mirasol que los complicó.

Es que con una gran disciplina a la hora de replegarse y neutralizar los posibles circuitos ofensivos del tricolor, Peñarol logró desdoblarse al ataque en varias oportunidades para exigir a un Luis Mejía que volvió al arco tricolor y nuevamente mostró toda su categoría al servicio del equipo con intervenciones muy buenas.

Pero del otro lado también hubo dos apariciones clave de Martín Campaña: a los 32’ y luego de un tiro de esquina del Diente López, Sebastián Coates ganó en las alturas y obligó a una tremenda atajada del golero de Peñarol que a los 44’ apareció otra vez para mandar al córner un venenoso centro rastrero de Lucas Morales.

El cruce de Maximiliano Olivera ante Lucas Villalba en el clásico entre Peñarol y Nacional por el Torneo Intermedio.
El cruce de Maximiliano Olivera ante Lucas Villalba en el clásico entre Peñarol y Nacional por el Torneo Intermedio.
Foto: Estefanía Leal.

El complemento fue otra historia en el clásico

En el complemento, cuando todos esperaban que Peirano quemara las naves y apostara a la velocidad de Lucas Villalba y Exequiel Mereles y a la potencia de Gonzalo Carneiro, eso no sucedió y apareció otro protagonista: David Terans. El Rey ingresó a los 58’ por Diego García y tuvo sus mejores minutos desde su regreso al club. Es más, obligó a otra notable intervención de Mejía a los 93’, ya en el tiempo suplementario.

Nacional no gravitaba en velocidad, el fútbol no aparecía pero en la última del alargue, casi tiene su premio. Lucas Villalba ganó en velocidad, Campaña salió mal y el atacante se iba de cara al arco, pero Maxi Olivera desactivó la bomba con un cierre formidable que se gritó como un gol en Peñarol.

Silvera, García, Terans y Machado celebran el título del Torneo Intermedio que obtuvo Peñarol.
Silvera, García, Terans y Machado celebran el título del Torneo Intermedio que obtuvo Peñarol.
Foto: Estefanía Leal.

A los penales y que la suerte o mejor dicho, la pegada, defina el futuro de ambos. La moneda cayó del lado de Peñarol. Terans, Leo Fernández, Coelho, Stiven Muhlethaler y Leandro Umpiérrez tuvieron el temple y la clase necesaria para patear y anotar, Campaña le atajó el primero a Carneiro y el aurinegro ganó 5-3 para celebrar su primer Torneo Intermedio.

Peñarol lo ganó a pura jerarquía con el sello de Diego Aguirre y tuvo un gran envión para encarar lo que se le viene en el resto de la temporada 2025.

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