Redacción El País
El clásico por la final del Torneo Intermedio entre Nacional y Peñarol, que terminó igualado 0-0 y consagró campeón al equipo aurinegro en los penales, dejó no solo emociones deportivas, sino también un fuerte despliegue de seguridad y algunos hechos lamentables fuera de la cancha.
Jorge González, subdirector de la Guardia Republicana, brindó detalles del operativo de seguridad que movilizó a 792 efectivos policiales. “Estamos con un fuerte patrullaje en las inmediaciones para evitar que las parcialidades de ambos clubes se enfrenten”, sostuvo el jerarca en declaraciones a la prensa.
A pesar del importante despliegue, hubo situaciones que generaron preocupación. González informó que dos policías resultaron heridos y que hubo un detenido en el segundo anillo de seguridad por alteraciones al orden público.
Según explicó, uno de los funcionarios resultó lesionado “a causa de pirotecnia, fue herido a la altura de la ingle y está siendo evaluado por médicos en el Hospital Policial”, mientras que el segundo recibió el impacto de “un objeto contundente a la altura del miembro superior derecho” en las inmediaciones de la tribuna Ámsterdam y ya fue dado de alta.
Uno de los episodios que generó mayor indignación fue el del funcionario de seguridad que resultó herido tras ser impactado por una bengala náutica, disparada desde la tribuna Colombes, sector que ocupó la hinchada de Nacional, hacia la América. Consultado sobre este punto, González indicó: “Seguimos al pie los lineamientos estratégicos marcados en las órdenes de operaciones. A las 10 de la mañana hicimos las inspecciones y de 12 a 13 horas se realizó la inspección de banderas. Dentro de las responsabilidades de la Policía no se detectó pirotecnia”.
De todos modos, aseguró que las áreas investigativas de la Policía ya trabajan para determinar cómo ingresó ese artefacto al estadio.
Otro de los temas que generó polémica fue la exhibición de banderas robadas, un gesto repudiado por las autoridades, de parte de ambas hinchadas. “Eso no está ajustado a la reglamentación del deporte y no debería suceder”.
En cuanto al balance general del dispositivo de seguridad, González evitó calificarlo como positivo o negativo. “Se siguieron los lineamientos estratégicos”, se limitó a expresar. El operativo finalizó a las 20 horas, más de dos horas después de concluido el clásico.