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En Peñarol apuestan a una sociedad de dos viejos conocidos que juntos pueden hacer la diferencia

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Mauricio Larriera. Foto: @OficialCAP.

PRETEMPORADA

En medio de la pretemporada y un inquieto período de pases, en el club mirasol se ilusionan de cara a la doble competencia del 2022.

Cuando todavía resta saber a ciencia cierta si Agustín Canobbio permanecerá en Peñarol por seis meses más o si finalmente emigrará al fútbol de Europa en este mercado, Mauricio Larriera se ilusiona porque si el atacante de 23 años sigue en el club, se reencontrará en cancha con un viejo conocido como Bryan Olivera.

Los futbolistas fueron parte de la muy buena campaña que el albivioleta —bajo la conducción técnica de Juan Ramón Carrasco— tuvo en la temporada 2020 que le valió la clasificación a la Copa Sudamericana 2021.

En esa temporada, Canobbio sufrió el golpe de dejar Peñarol luego de haber llegado al mirasol en 2019 pero lejos de caerse, repuntó, creció en todos los aspectos, maduró dentro y fuera de la cancha y eso le permitió llamar la atención de los mirasoles nuevamente. Y volvió.

Lo hecho en la temporada 2021 por el atacante aurinegro no necesita descripción y de cara a lo que se viene, si Canobbio se queda en Peñarol podrá compartir cancha otra vez con el Rusito.

Agustín Canobbio en Peñarol. Foto: Estefanía Leal.
Agustín Canobbio en Peñarol. Foto: Estefanía Leal.

Y ese reencuentro puede transformarse en una ilusión para todo Peñarol, especialmente para Mauricio Larriera en su afán de seguir mejorando la idea de juego que tan buenos resultados le dio al equipo carbonero.

Es que los atacantes fueron piezas importantes en ese Fénix que con JR al mando logró una muy buena versión en el Campeonato Uruguayo.

En el 1-4-3-3 del albivioleta, tanto Canobbio como Olivera tenían una activa participación en el equipo jugando por afuera en la zona de volantes, algo más comprometidos con la marca, pero siempre con la vocación ofensiva que proponía el entrenador de turno.

Bryan Olivera. Foto: @OficialCAP.
Bryan Olivera. Foto: @OficialCAP.

Ahora, llevando esa vocación de ataque de estos futbolistas y poniéndolos en el esquema preferido de Larriera -el 1-4-2-3-1- Canobbio aparecería como el volante más adelantado por la derecha y Olivera por la izquierda, aunque el Rusito también puede jugar por delante del 9 y hasta incluso, de doble cinco.

Habrá que esperar qué pasa con el futuro de Canobbio, pero si Agustín se queda, en Peñarol se pueden ilusionar con una buena sociedad de viejos conocidos que ya jugaron 26 partidos juntos en Fénix.

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