Las pistas de Marcelo Bielsa: la prioridad para los que menos conoce y las charlas que se vienen

Juan Pablo Romero
Vestimenta deportiva fiel a su estilo, movimientos pausados y respuestas pensadas y a un ritmo lento. Marcelo Bielsa fue presentado oficialmente como nuevo seleccionador de Uruguay y brindó una conferencia de cerca de una hora en una carpa, ubicada en el Estadio Centenario, que estaba totalmente llena y con más de 300 periodistas de 15 países.

“No tuvieron que convencerme, casi diría que todo lo contrario. Mi deseo de pertenecer a este proyecto tiene dos extremos muy convincentes para mí: uno es los jugadores que posee Uruguay. A mí me gusta el grupo de jugadores que han representado a Uruguay en los últimos años. Y el otro es el destinatario del trabajo de una selección que es el ciudadano de a pie del país del que se trate”. Esa fue la primera respuesta de Bielsa, después de recibir dos regalos en manos de Ignacio Alonso -una réplica del Estadio Centenario y una camiseta uruguaya con su nombre- y de proceder a las preguntas de los periodistas sin mediar ningún tipo de palabras a los asistentes ni al titular de la AUF, solamente un cordial “muchas gracias”.

Mirada hacia abajo en gran parte de las respuestas, como observando un punto fijo, y rara vez mirando el periodista que le formuló la pregunta, o a los presentes. Bielsa respondió con paciencia y dejó conceptos por doquier. También brindó pistas sobre algunos temas relativos a los históricos, a la primera lista de convocados -que se dará el 26 de mayo para los partidos del 14 y 20 de junio contra Nicaragua- y a los futbolistas que son de su gusto.

Foto: Nicolás Pereyra.

“Yo no he hablado con ellos, con cada uno. Creo que sí, que corresponde establecer un diálogo, un contacto. Escuchar, ser escuchado y luego la inevitable tarea de decidir si es que es necesario hacerlo en un sentido o en el otro, si es que es necesario hacerlo. No tengo una posición previa establecida y en el caso de los jugadores a los que usted hace referencia y que están claramente identificados por su edad, creo que hablar sin haber hablado con ellos no sería prudente”. Tajante, sin lugar a interpretaciones, la respuesta fue clara en relación a Luis Suárez, Edinson Cavani, Fernando Muslera, Diego Godín y Martín Cáceres, los cinco que fueron cuartos en Sudáfrica, que ganaron la Copa América de 2011 y que estuvieron en el último Mundial de Qatar 2022.

En los próximos días el DT entablará contactos con ellos y finalmente decidirá los pasos a seguir. Lo único claro hasta ahora es que no hay certezas en este tema. Si nos guiamos por el presente, por declaraciones que han realizado y por la edad que tienen, Suárez, Cavani y Muslera bien podrían seguir en la Celeste, al menos hasta el primer gran desafío que tendrá la selección, que es la Copa América en 2024. Dependerá de dos factores: que ellos quieran estar -el Pistolero dijo en enero que no tenía una decisión tomada-, y que el rosarino pretenda contar con ellos.

La convocatoria de Godín parece menos probable, por lo que señaló el último capitán en una entrevista con Ovación, cuando reconoció que piensa que su ciclo en la Celeste terminó, pese a que siempre será un jugador elegible. En el caso de Cáceres, el dilema es grande. “Yo soy muy respetuoso de los ídolos, porque son patrimonio de la gente. El ídolo es un metal precioso para los más pobres. Jamás haría conscientemente algo que pueda dañar a un ídolo”.

Foto: Nicolás Pereyra.

Bielsa señaló que no tiene previsto ningún viaje en el corto plazo para visitar a jugadores. “En estos meses he generado alguna (lista), con tres jugadores por posición, en algunos casos cuatro, y dentro de ese grupo de 33 o 40 jugadores siempre en esta primera experiencia eligiré aquellos que menos conozca. Para terminar de conocer a un jugador es necesario la cercanía de un ciclo de entrenamientos. Utilizaré estos nueve días de junio para familiarizarme con los que menos conozco, que menos he visto”, explicó el entrenador.

“Hay jugadores que aunque no los haya dirigido, se disimula el mano a mano, porque son tantas y tan frecuentes las veces en que se los puede ver jugar, que la profundización del análisis es natural. Hay otros que son menos visibles, será eso lo que más me determine en la construcción de la próxima convocatoria, luego ya la de setiembre es a todo o nada así que se terminan las evaluaciones”, añadió.

“Es una oportunidad de convivir durante nueve días con 10 jugadores en un escenario que no permite ese recurso con frecuencia, así que para mí es muy valioso poder iniciar el trabajo con esa perspectiva”, concluyó sobre lo positivo de contar con una doble fecha FIFA ahora.

Foto: Nicolás Pereyra.

“Una cosa es la ilusión, otra la toma de conciencia. Hay países que si toman conciencia de su poderío, de su potencial, tienen menos posibilidades de construir a través de la ilusión. Hay otros países que la toma de conciencia los autoriza a pensar en lo máximo, y no es una ilusión, sino una realidad. Hay países que combinan las dos cosas: que tienen recursos, antecedentes y que a eso los potencia la fantasía, la ilusión, la perspectiva. Creo que Uruguay es del grupo del medio: puede fantasear, y tiene con qué alimentar esa fantasía”, explicó.

Bielsa no habla mano a mano en entrevistas con los periodistas de ninguna parte del mundo. Solo se expresa en conferencias. Es su forma de llegarle al hincha, al fanático, a esa persona que describió con anécdotas en ciertos pasajes de la conferencia. Algunas respuestas fueron cortas, otras más extensas. No dio demasiados detalles sobre cómo será su proceso, sí sobre su forma de pensar, sobre lo que busca y cómo siente al fútbol. Generó que un miércoles a primera hora de la tarde, gran parte del país estuviera pendiente de lo que iba a decir. Empezó una nueva era, la Era del Loco Bielsa y la Celeste.

Foto: Nicolás Pereyra.

Una de las preguntas que se le realizó a Bielsa fue sobre la idiosincracia del fútbol uruguayo y si su llegada implica también un cambio de paradigma del estilo tradicional de la selección uruguaya.

“Imponer un estilo es la combinación de las intenciones del entrenador, las posibilidades del jugador de concretar la propuesta y un tiempo necesario de desarrollo para que la conjugación de esos elementos cristalice. Los DT si hay algo que no pueden hacer es actuar diferenciándose de lo que piensan y sienten porque, como tienen la necesidad de convencer, ser sincero es inherente a la seducción de proponer y que el otro acepte. El día que Uruguay juegue con Chile el equipo se va a reunir el martes y va a jugar el jueves. Entonces, si yo le dijera que la obtención del estilo se consigue en dos días de los cuales en ninguno se puede consumir energía porque hay que conservarla para el juego, usted estaría en condiciones de descubrir que lo estoy engañando”, analizó.

“Los grandes jugadores no necesitan de demasiado tiempo para asimilar un estilo. Los grandes de verdad lo consiguen casi instantáneamente si el estilo los representa”, añadió.
“La forma en la que pienso el fútbol, la encuentro muy asimilable a los jugadores con los que imagino la construcción del equipo. Me permito creer que no va a ser una tarea tan dificultosa”, cerró.