Fue más larga de lo esperado. La reunión del Consejo Directivo de Peñaroldemoró casi dos horas para que de allí se desprendieran las primeras conclusiones del día.

El presidente Ignacio Ruglio fue astuto: llegó sobre las 15:00 horas (cuando el encuentro estaba pautado para las 17:00) y le escapó a las cámaras que acechaban por su presencia desde temprano. El resto de los dirigentes cayeron en tiempo y forma -salvo Armando Castaingdebat que lo hizo 20 minutos después de la hora acordada-, pero el intercambio igualmente se extendió más de lo previsto.

Tal revuelo generó que el pequeño puñado de periodistas que esperaban al comienzo sobre la puerta del Palacio Peñarol se transformara en un gentío acompasado por flashes de celulares y luces de las cámaras.

Pablo Bengoechea, el principal apuntado,se retiró a la media hora sin dar explicacionesy con la ventanilla del vidrio de su auto inmóvil cuando todavía el sol estaba al caer. Su semblante llano, poco ameno, y con la mirada fija hacia la calle dio pautas de lo que se conocería horas más tarde: continuará como director deportivo de Peñarol, pese a que en la oposición lo quieren afuera.

Si bien la votación resultó 7-4 a favor de su salida (con los apoyos de Rodolfo Catino, Evaristo González, Guillermo Varela, Marcos Acle, Fernando Errico, Pablo Amaro y Armando Castaingdebat), no se alcanzaron los 2/3 de votos que, entiende el oficialismo, son necesarios para revocarlo del cargo, según interpretan del estatuto. Esa visión le transmitió a los afines a Ruglio el abogado Camilo Castro, quien fue designado como asesor jurídico de Peñarol para tratar el caso y consideró que el mandatario es quien, de momento, tiene la potestad de definir la destitución de cualquier funcionario del club.

Como esa posición generó diferencias, los directivos de la vereda opositora expusieron sus argumentos dándole a entender al resto de la dirigencia que en realidad lo que, a criterio de ellos, debe primar es la voluntad mayoritaria de los consejeros. Así lo explicó el dirigente Rodolfo Catino: “La interpretación del estatuto para nosotros es traída de los pelos. (...) Esta vez fue siete a cuatro la remoción de los profesionales que están en el área deportiva, pero el presidente y su grupo siguen entendiendo que el estatuto los habilita para que la votación tenga que ser de dos tercios; nosotros entendemos que no”.

Foto: Diego Domínguez.

Y en el mismo sentido dialogó con Ovación Evaristo González, quien ayer decidió renunciar a su cargo como secretario general,pese a que continuará como directivo, presidente del básquetbol y el rugby: “No puedo aceptar que siete sea menos que cuatro”.

A medida que la temperatura bajaba, la expectativa crecía. La palabra Bengoechea se volvió tendencia en las redes sociales y hubo dirigentes que se retiraron disconformes de la cita. De todas maneras, entre las dos corrientes, lograron llegar a un consenso.

De parte de la oposición, se nombrará a un jurista “destacado” con la intención de que pueda elaborar un informe y contrastarlo con la otra interpretación jurídica. Ambas partes designarán un arbitraje para que este sea quien defina cuál de los dos criterios será el que finalmente se aplica. “Vamos a llamar a una Asamblea Representativa para que sea finalmente quien determine la solución de esta situación, que entendemos es muy grave y que sienta un precedente que no es bueno para la institución. Lo que sí estamos todos de acuerdo en que esto debe cambiar para el futuro”, continuó Catino.

A la salida de la reunión, el vicepresidente de Peñarol, Eduardo Zaidensztat, reafirmó la postura del oficialismo: “La salida de Bengoechea fue solicitada por la minoría del Consejo Directivo".

Según pudo saber Ovación, también se conversó sobre el futuro sucesor de Alfredo Arias y, a día de hoy, es Darío Rodríguez el candidato que cobra más fuerza tras el "no"de Marcelo Broli y Diego Alonso.