"Mis hermanos me mostraban videos de lo que yo era y de lo que yo jugaba, pero no quería saber nada del fútbol”, confiesa el ecuatoriano Jefferson Orejuela (32) en diálogo con Ovación. “Trabajé mucho con psicólogos, caí en una depresión demasiado fuerte, pero por suerte no llegué a consumir drogas”, agrega. ¿El motivo? El fallecimiento de su madre.

“Me pegó muy fuerte y la verdad que me costó volver a jugar, pero gracias a mis hermanos y amigos que me siguen valorando y apreciando, a mi novia que estuvo ahí, tuve la fuerza de volver. Me demostraron que jugar al fútbol era algo lindo y dejarlo así era muy duro porque era dejar una profesión que me ha dado todo”, sostiene.

“Yo puse de mi parte con profesionales que me ayudaron en todo sentido y llegó un momento en el que mirás para atrás y tenés una familia que depende mucho de ti y no era el momento de dejarla y eso me dio fuerza. Lo importante es que pude salir y ahora estoy bien”, afirma desde su apartamento en Montevideo.

Es que el pasado 3 de abril, una imagen suya sorprendió a propios y extraños cuando se lo vio firmar su contrato y ser presentado en Huracán Buceo para disputar el Campeonato Uruguayo de la Primera División Amateur.

Rápidamente se convirtió en el gran pase de la divisional y en un refuerzo de lujo para Richard Porta, el flamante entrenador del Tricoplayero que sueña en grande para la temporada 2025 con el objetivo de volver al fútbol profesional.

La historia detrás de cómo llegó a la “C” de nuestro país un futbolista que fue vicecampeón de Copa Libertadores con Independiente del Valle y que defendió a la selección de Ecuador, es mucho más sencilla de lo que parece y se trata de un lazo estrecho de amistad.

El grupo gerenciador que llegó a Huracán Buceo tiene de encargados de la parte deportivo a Raúl “Tito” Ferro y Christian “Pichón” Núñez. Este último, que jugó más de 100 partidos con Orejuela en Independiente del Valle, se lo reencontró hace algunos años en el ascenso de Ecuador y cuando llegó a Huracán no lo dudó y lo llamó. Como si eso fuera poco, el Canguro también lo conocía a Orejuela del fútbol ecuatoriano y hubo consenso.

“Soy un jugador al que le gustan los proyectos, ganar cosas, tener desafíos y cuando me presentó el proyecto Christian Núñez y me dijo que estaba Richard Porta no lo dudé porque fueron personas que se portaron muy bien conmigo. Me gustó el proyecto, la ambición que tiene el club con esta nueva dirigencia y es lo que a mí me convenció más que lo económico”, confiesa Orejuela.

Foto: Francisco Flores.

Tras un 2024 en el que logró el ascenso a la Serie A de Ecuador con el Cuniburo (hoy Vinotinto FC), Orejuela escuchó ofertas en su país, pero tomó la decisión de volver a emigrar como lo hizo en su momento para jugar en Fluminense y Querétaro de México.

Orejuela no le tiene miedo al cambio y deja en claro que se adaptará a todo lo que le presente la divisional: “Una categoría que es muy peleada por lo que me han dicho. Es muy exigente, hay que correr, tiene mucho golpe, pero es parte del fútbol y tengo conocimiento de que el fútbol uruguayo es así porque así era el Pichón, un futbolista que metía e iba para adelante”.

El volante central, que se define como un “8” de buena técnica más proclive a la asistencia que al gol, afirma que ya le hicieron saber de la historia que tiene la institución en nuestro fútbol, pero también dejó en claro que eso no le pesa, sino que todo lo contrario, él quiere pasar a formar parte de la misma poniendo nuevamente al club en el fútbol profesional: “Me siento a gusto, la gente se ha portado muy bien conmigo. Hoy por hoy lo que me queda es trabajar, dar lo mejor de mí y hacer historia con el club”.

El futbolista también hace a un lado el hecho de encontrarse con infraestructuras o situaciones que tal vez le fueron ajenas en su carrera porque se apoya en cómo lo humano juega un papel preponderante: “Si algo siempre tengo cuando llego a los planteles es analizar a las personas, los grupos y la verdad que en el momento en el que llegué encontré un equipo noble, trabajador, maravilloso, me dieron ese aire de confianza, de respaldo y eso es muy importante. Tener un buen plantel y un buen grupo es clave para conseguir los objetivos y es más importante que cualquier otra cosa”.

Al grupo también le vino muy bien contar con un futbolista como él por su experiencia dentro y fuera de la cancha que busca volcar todos los días con sus compañeros: “Me preguntan de mis vivencias y experiencias y yo le transmito lo que puedo. Uno a pesar de tener experiencia también necesita escucharlos a ellos porque son etapas en la vida donde todo va cambiando, pero cuando llegué tuve esa prioridad de conversar con mis compañeros”.

Foto: Francisco Flores.

Fidel Martínez (con pasado en Peñarol) fue otro que lo ayudó a convencerse: “Me habló maravillas de la ciudad y yo lo pude comprobar desde que llegué”.

Su rutina comienza bien temprano teniendo en cuenta que los futbolistas tienen que llegar a los entrenamientos en el Parque Huracán a las 8:00 (más allá de que el Canguro les da margen hasta 8:30) para iniciar a las 9:00 con los trabajos correspondientes.

Por el momento, Orejuela cuenta con choferes de lujo porque entre el Pichón Núñez y el Canguro Porta se reparten la tarea de pasarlo a buscar por su apartamento ubicado en La Blanqueada, a pocas cuadras del Gran Parque Central, lo que le permitió, por ejemplo, arrimarse al estadio de Nacional para observar el partido ante Danubio: “Me fui caminando, tranquilo, me gusta ver fútbol en la cancha, no tanto por la televisión”.

Desde que llegó está solo en Montevideo, pero está a la espera de que su novia y su hermano puedan arribar próximamente a nuestro país y que lo acompañen en esta nueva aventura. “Es un plus muy grande tenerlos a ellos acá, más allá de que el tiempo que llevo en Uruguay sentí que la gente es muy hospitalaria y te da un abrazo de confianza que te hace sentir como en casa”.

Foto: AFP.

Orejuela recuerda con mucho cariño la Libertadores 2016 en la que fue finalista con Independiente del Valle y sobre todo destaca como el punto más alto el partido en el que le ganaron a Boca en La Bombonera porque “los medios deportivos nos hacían de menos”.

También guarda un grato recuerdo de su pasaje por la selección a la que defendió durante 20 partidos entre Eliminatorias e incluso Copa América, entre 2016 y 2019.

Esos momentos positivos lo marcaron, así como también lo hicieron los negativos para forjar la persona y el jugador que es hoy. Con esa personalidad, esas ganas y esa experiencia, Jefferson Orejuela sueña en grande en Huracán Buceo: “Quiero conseguir el ascenso y hacer historia y para eso estoy acá”.

“Estuve dos años seguidos siendo ayudante de Eduardo Acevedo y en mi cabeza estaba dirigir en Primera. Yo venía de varios años en juveniles y este año en Tercera División, pero con ganas de dar el salto. Salió esta posibilidad y gran parte de haber aceptado es por el club donde estoy que tiene historia y muchos objetivos por cumplir”, le dijo el Canguro a Ovación tras la oportunidad de hacerse cargo de Huracán Buceo.

El entrenador admitió: "Gracias al apoyo que tenemos vamos a intentar soñar con un ascenso y en base a eso formamos un plantel con jugadores jóvenes y de experiencia que le brindan al club una mixtura interesante. Le pido a los jugadores que absorban de Jefferson porque tiene mucho para darnos”.

Foto: Francisco Flores.

“Estaba con ganas de volver a sentirse futbolista e ir por un camino que todos queremos que es lo que hace bien. Le presentamos la propuesta y aceptó buscando una nueva oportunidad sobre todo fuera de Ecuador. La idea es reinsertarlo en el mercado sudamericano”,apuntó el entrenador", subrayó sobre el futbolista ecuatoriano.

En relación a lo que se viene con el Tricoplayero, afirmó: "A mi entender estamos bien. La gente aspira a hacer un buen torneo y a devolver a Huracán Buceo a su lugar, a donde estuvo muchísimos años siendo protagonista y ese es nuestro desafío”. El plantel realiza el cierre de la pretemporada en Mercedes de cara a un torneo que inicia el próximo 24 de mayo.