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Gordo Ramón, exbarra de Nacional: publicará un libro, canta en los ómnibus y hoy se recupera de un disparo

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Ramón "Gordo" Jesús en el Gran Parque Central. Foto: Alejandro Aparicio.

HISTORIAS

Quien fuera líder de la barra tricolor por 14 años, admite: "El que lidera cuida a su gente como si cada uno fuera su propio hijo, hermano o pariente”.

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Es de madrugada. Ramón Jesús está en su casa. Golpean la puerta e instantáneamente le disparan a la cerradura. Forcejea para que no entren y en eso meten un arma por uno de los vidrios rotos, toma el cañón y lo baja, pero del otro lado disparan y la bala terminó en su pierna.

“Después de eso me llevaron a la Policlínica y después al Pasteur y el médico me dijo que tenía la bala en el talón, que no me la iban a sacar. Estoy dado de alta, pero en cama, estoy tranquilo”, le confía el Gordo Ramón a Ovación.

El nombre, o el apodo, del Gordo Ramón sonó mucho en los primeros 14 años de este siglo porque fue el líder de la barra de Nacional desde el 2000. Hoy, aunque muchos lo reconocen y varios destacan lo que hizo durante su liderazgo, “voy solo y vuelvo solo a la cancha” y podría decirse que lo hace como un hincha más.

TRICOLOR. Su amor por Nacional nació desde chico y sobre todo porque era jugador del club. “Jugué todo el baby fútbol en Nacional, llegué hasta la Quinta y era un buen arquero. Muy buen arquero porque a la vez jugaba al básquetbol en Atenas Universitario y Nacional hasta los 17 años. Fui creciendo y siempre yendo a la tribuna y un día, porque la barra estaba acéfala ahí, me jodieron mucho para que yo agarrara el mando y después estuve 14 años”, admite.

De todas maneras, la primera vez que Nacional lo marcó fue a los 11 años, precisamente un 9 de junio: el día que cumplía 11 años. “La emoción más grande fue aquel 9 de junio de 1971 porque Nacional salió campeón por primera vez de América y me acuerdo clarito”.

LA BARRA. “De los 61 años que tengo, fui 40 y pico a la hinchada, imaginate, alguna cosita viví...”, expresa quien tiene pensado publicar próximamente un libro con sus historias y de hecho ya se está comunicando para ver quién quiere estar en él.

“Ese equilibrio de ser buena gente y meter para adelante es muy difícil de conjugar y yo lo conseguía por eso me gané el respeto de mi gente que hasta el día de hoy me apoya, pero también de los dirigentes y los jugadores”, afirma y agrega: “Traté, y creo que fui, un líder de barra atípico: pasarle códigos a mi gente, que no tenían que hacer cosas que perjudicaran a Nacional”.

“El que lidera una barra cuida a su gente como si cada uno fuera su propio hijo, hermano o pariente. Cuidarlos en los viajes para afuera, ser estratégico. Saber dónde te pueden hacer una emboscada y a la vez transmitirle valores a los pibes. Demostrarle que lo primero, lo segundo y lo tercero es alentar al cuadro bajo cualquier circunstancia y cualquier resultado. Después, si le tenés que decir algo a alguien se lo decís mano a mano y se acaba. Así como el jugador tiene la obligación de meter, vos tenés la obligación moral ya que decís ser hincha de Nacional, alentarlo a morir. Simple como eso”, afirma.

Ramón "Gordo" Jesús cantando con "Los del Parque". Foto: Alejandro Aparicio.
Ramón "Gordo" Jesús cantando con "Los del Parque". Foto: Alejandro Aparicio.

ESTRATÉGICO. “Yo no dejaba estar todo el partido con el celular a la gente, a alguno no le gustaba pero yo les decía: 'acá venimos a alentar' y les dimos una muestra en un partido que íbamos perdiendo 4-0 y la hinchada cantó como si fuéramos campeón del mundo y para América dimos un ejemplo. Fuimos criticados por algún periodista que decía '¿cómo un cuadro perdiendo lo podían alentar así?', pero lo que no sabían era que lo mío era estratégico porque a la semana jugábamos el clásico y entonces ahí al jugador lo dejás pensando 'nos estamos comiendo una goleada y estos siguen alentando' entonces el jugador qué siente: se quiere comer la cancha el próximo partido y nos salió bien porque fuimos y ganamos el clásico”, recuerda.

“Yo no me preocupaba cómo me consideraban, pero pienso que la gente me consideraba un referente. A mí me han dicho amigos míos que fueron líderes de la barra antes 'vos fuiste el mejor' y yo les decía que no era para tanto. Traté de ser inteligente, ser respetuoso cuando tenía que serlo, cuidar a mi gente y no solo los de mi tribuna, sino los de todas las tribunas”, sostiene.

Pero para Ramón liderar la barra era solo una parte de su vida: “Yo laburaba con el cuero y estaba todo el día en eso, no podía dedicarme las 24 horas a Nacional. Ahí le dije a la dirigencia que iba a dejar la hinchada a manos de otra gente. Ahí arreglé como para que me dieran una ayuda económica para pagar mis cuentas y sí dedicarme las 24 horas en Nacional. Hay gente que te dice, te pagan por ser hincha y no es así, me pagan por preocuparme de todas las cosas relacionadas a la hinchada, era la cara visible. Si pasaba algo el que terminaba en un juzgado o en jefatura siempre era yo”

RIVALIDAD. “Vínculo directo con Peñarol nunca tuve. No me reunía, nada. Capaz que existe eso, yo no lo hacía”, admite y recuerda una anécdota en la que está involucrado un gran hincha de Peñarol como Edgardo “Chino” Lasalvia.

“El tipo era vecino y estaba por ahí siempre y un día se equivoca y pasa todo vestido de Peñarol y te podés imaginar... ‘el Chino es vecino y nosotros no somos patoteros, no me importa lo que hagan los demás yo digo que no y es no’, les dije. Lo hice porque lo sentí, me parece de caballero evitar un problema entre 5000 contra uno porque así son mis códigos y así voy a morir. Soy de Nacional y a Peñarol le quiero ganar siempre y que pierda siempre, pero porque es mi rival, solamente hasta ahí”, afirma.

EL ADIÓS. Ramón Jesús se alejó de la barra en 2014 luego de sufrir el fallecimiento de su señora, víctima de cáncer. “Lo que pasó con mi señora me sacó porque delegué muchas cosas durante esos meses que ella estaba en agonía y viste cómo es. Aparte que yo ya no tenía fuerzas para volver”.

Sin embargo él define que una de las cosas más locas que hizo por Nacional fue “estar derrumbado moral y psicológicamente cuando fallece mi señora e ir igual a la cancha y fue en un clásico que perdimos feo. Fue lo más loco porque no salía, estaba encerrado y pasé como un año donde no quería salir a ningún lado y solo iba a ver a Nacional. Me tocó vivir eso y ahí pensaba se me fue mi amor de pareja, mi esposa que estuvo conmigo 30 años, pero a Nacional lo sigo teniendo. Si uno se pone a pensar, un tipo coherente con el dolor que tiene no va a ningún lado, pero Nacional era mi refugio”.

EL HOY. Lejos de la barra, Ramón Jesús hoy se dedica a cantar en los ómnibus como lo hace también con la murga “Los del Parque” que surgió como idea suya y alcanzó un disco de oro. El hecho de no poder estar trabajando ahora por la quietud que debe realizar llevó a que abriera el colectivo de Abitab 118894 a nombre de Gordo Ramón, donde muchos lo han ayudado.

Un hecho insólito y curioso es que Ramón “Gordo” Jesús se considera “antivacunas” porque “tengo teorías y aparte que no me gusta ya cuando me obligan a hacer algo y no me dejan elegir”, pero se vacunó solo para ir a ver a Nacional y no pudo porque antes del juego ante Progreso de la fecha pasada sufrió el disparo en su pierna que lo obligará a esperar para ver a Nacional en la cancha, al menos, dos meses más.

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