Redacción El País
Desde que en 2018 el exfutbolista Gerard Piqué compró las acciones mayoritarias del Andorra FC, revolucionó un club que es homónimo a su país, pero que juega en el fútbol español. Pese a la fundación en 1942, fue desde que el campeón del mundo en 2010 llegó, que la institución dio un salto en muchos aspectos.
En el deportivo, sin ir más lejos, dio uno y muy grande en las últimas horas porque consiguió el retorno nada menos que a la Segunda División del fútbol español y, como suele ocurrir en muchos casos, con un uruguayo como protagonista.
Luego de una temporada de 38 partidos, el Andorra sumó 60 puntos, terminó en la cuarta posición y por ende tuvo que disputar los playoffs de ascenso para buscar uno de los cupos que permite conseguir el gran objetivo del año.
Dos instancias de mano a mano le aguardaban al Andorra y ambas las terminó superando para conseguir el ascenso. Primero dejó por el camino al Ibiza con un global de 3-0 y luego hizo lo propio con el Ponferradina en un global de 3-1.
Y lo cierto es que el delantero uruguayo Lautaro de León fue el gran protagonista anotando tres goles en los cuatro partidos que sentenciaron el retorno del club a la categoría de plata.
Pero la faena de De León, atacante nacido en Uruguay hace 24 años, no solo fue buena en los playoffs, sino que la acompañó con un gran año en la fase regular, cerrando así la temporada con 15 goles y cuatro asistencias en 41 partidos siendo el máximo anotador de su club.
💫 No fue a la primera, PERO SÍ A LA SEGUNDA.
— Primera Federación Versus e-Learning (@Primera_RFEF) June 21, 2025
🔥 @lautarodeleon10 𝗱𝗲𝘀𝗲𝗾𝘂𝗶𝗹𝗶𝗯𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗲𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 a favor del @fcandorra.
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La historia de Lautaro de León
Nacido en La Paz (Canelones) el 9 de febrero de 2001, viajó junto a su familia a España en plena crisis y cuando él tenía menos de seis meses. Se crio, creció y empezó a jugar al fútbol en España, pero no olvida sus raíces.
“Con cuatro o cinco años empecé a jugar en un equipo que se llama el Portonovo, que es donde viví y jugué casi toda mi vida. Desde entonces empecé a aficionarme a la pelota, solo entrenar, solo fútbol, con los estudios, obviamente, y desde ahí seguí”, relató a Ovación en 2023.
En el equipo de su pueblo jugaba con los más grandes y eso despertó el interés de Atlético de Madrid que lo llamó a probarse. “Entonces el Celta de Vigo se ve que escuchó, me fue siguiendo y con 15 o 16 años empecé a ir a pruebas con ellos, torneos y entrenamientos. Les gusté, tuve una buena oportunidad allí y ese verano me ficharon para el primer año de juvenil”, detalló.
Hizo 18 goles en 101 partidos con las juveniles del Celta y marcó un tanto en los tres encuentros que pudo disputar con el plantel de Primera División antes de salir cedido a Cartagena (sin goles en 14 partidos) y también a Mirandés (un gol en 18 juegos).
En uno de sus regresos al Celta de Vigo se fue libre al Andorra y dio pruebas suficientes de lo que pueda dar en su primera temporada en el club con el que regresó a Segunda División.
“Siempre fue mi sueño desde pequeño, desde que mis padres me enseñaron lo que era una pelota, dije que quería jugar en la selección uruguaya y estoy intentando hacerlo bien para algún día poder cumplir ese sueño”, indicó hace dos años.
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