FÚTBOL URUGUAYO

Para el hincha de Danubioel año 2021 fue duro y la tarde del 23 de marzo se materializó en el peor de los miedos, el equipo descendió por primera vez desde la década del 60 a la Segunda División. Cuando el campeonato de la “B” comenzó la realidad fue aún más dura: entre los adversarios figuraban equipos aguerridos como Cerro o Rampla, e incluso el clásico rival, Defensor Sporting.

En medio del campeonato el equipo quedó a la deriva por la partida del técnico Leonardo Ramos y llegóJorge Fossati, quien con su particular estilo, guió al equipo al ascenso directo a la Primera División. Lo hizo por Arturo Del Campo, presidente franjeado a quien conoce hace muchos años, y también por su vínculo afectivo con la institución.

En el mes de noviembre, El Flaco anunció que él y su cuerpo técnico no seguirán al frente de los entrenamientos franjeados, pero sí dirigirán las prácticas hasta encontrar sustituto. Es el cierre de un ciclo, que cuando se pone en la balanza es más que exitoso: Danubio regresó a Primera División, se estabilizó y como frutilla de la torta terminó clasificando a la Copa Sudamericana.

Sobre eso y otros temas, Jorge Fossati conversó con Ovación.

- ¿Cuál es tu balance de este ciclo en Danubio?
- Si tomamos como comienzo del ciclo a agosto de 2021, fue la primera experiencia que tuve dirigiendo en la B y acepté por los lazos afectivos que hay con Danubio y con las personas que hoy están en la directiva, algunos de ellos que los conocía hace mucho tiempo y tenemos muy buena relación. La situación era muy compleja, por lo que había que poner la cara en un momento de emergencia. Gracias a Dios salieron las cosas bien y conseguimos el objetivo por el camino más corto. En ese momento, sentí que habíamos cumplido la misión y para eso me habían venido a buscar, pero Arturo insistió para que continuáramos, siempre conociendo las dificultades porque nunca se me ocultaron. Danubio está lejos de atravesar su mejor momento económico y el gran potencial que siempre supo tener y lo que alimentaba al plantel principal eran las juveniles, tampoco estaban en su mejor momento. Eso no quiere decir que no hubiera nada, aparecieron varios pibes que vinieron de juveniles. Después, en el año hubo cosas externas, porque ligábamos mal; esa fue la frase que se me antojó para que nadie se ofendiera cuando yo decía, y no por antojo, que estábamos ligando mal al principio con los arbitrajes, sin VAR y después viene el VAR y tampoco fue que la suerte cambió demasiado. A eso se le sumaron temas internos, que no son las carencias que ya conocíamos. Hubo otras cosas que pasaron y que a mí no me gustaron especialmente en el Intermedio. Tuve mis dudas para seguir y fue Arturo (Del Campo). el vicepresidente y un par más de exdirigentes que insistieron y se pusieron firmes. Seguimos adelante, y gracias a Dios se puede decir que terminamos un año excelente y, si tomamos desde agosto el año pasado, más excelente aún a pesar de las contrariedades. Hay cosas que se ven a través de los números y de las tablas de posiciones y hay otras cosas por las que estamos muy satisfechos y muy felices de que Danubio esté como esté, que no se ven en los partidos. Entendemos que cerró el ciclo y nos vamos con la tranquilidad del deber cumplido, con algunas frutillitas a la torta y quedarnos súper tranquilos de que la casa, deportivamente hablando, está en orden.

- ¿En el Clausura encontraste el equipo?
- Creo que en el Apertura que la base del equipo estaba, teníamos un déficit en la concreción de situaciones de gol, pero después durante todo el año de principio a fin fuimos un equipo muy competitivo y después del Intermedio, más que encontrar un equipo, el plantel, fue encontrando la tranquilidad. Porque por más que uno no se lo diga, los jugadores no son tontos y sabían que el gran objetivo de este año era estabilizar a Danubio en Primera División. Eso significaba que en el año empezábamos la tabla de promedio con cero y, creo, que en el Apertura y en el intermedio, ese nerviosismo pesó. En la medida que se fue consiguiendo el colchón de puntos que nos daba la tranquilidad de alejarnos de las últimas posiciones, el equipo fue competitivo y a esa gran actitud que siempre tuvo, le fue agregando propuestas que no es que no las tuviera, sino que la propia ansiedad o los nervios hacían de que de que no se llevara a cabo de la mejor manera y después apareciendo un Danubio creo ya haciendo un Clausura y conseguimos la frutilla de la torta de clasificar a la Sudamericana, también.

- A pesar de las dificultades en juveniles, pudiste ascender algunos…
- Algunos ya estaban en el plantel superior el año pasado, el caso de Santiago Silva, Rafael Haller. En el caso de Franco “Cepillo” González, el año pasado estaba en Quinta División como en la temporada anterior Danubio decidió no participar en Tercera División, por lo que los juveniles algunos de ellos fueron subidos directo de la Quinta (Sub 17), como con el Cepillo, Francisco Martinicorena, Ignacio Pintos y alguno más fueron subidos directamente a Primera. Este año, ya con Tercera, pudimos irles dando algunos partidos, por eso por ahí en el Apertura no aparecieron, pero bueno, los estábamos formando recién y habituándolos a lo que era el impacto en Primera División; por eso aparecieron bastante más en el Clausura.

- ¿Cómo pesaron los referentes que volvieron?
-De forma muy positiva, en todo sentido fueron brillantes. Cuando les tocó estar adentro de la cancha y cuando estuvieron, siempre positivos, tirando para adelante con el plantel, siendo buenos profesionales y personas; Danubio puede estar muy orgulloso de todos los referentes, no solo a la hora de los partidos sino todos los días. El tema es dar lo mejor de cada uno de nosotros en beneficio del grupo y eso no era negociable y bueno, ellos fueron factores fundamentales para que eso se cumpliera.

-¿Qué viene ahora?
- En este momento no tengo nada definido. Estoy escuchando cosas algunas cosas que vienen del exterior, especialmente, pero por ahora no tengo nada definido. Por ahora el único proyecto que tengo es que voy a ir al Mundial de Qatar, invitado por las autoridades del fútbol y del país de Qatar. Es algo que tomo con mucha honra.

-¿Cómo ves a la selección uruguaya?
- Con mucho optimismo de la mitad de la cancha para arriba y con un poco de preocupación de la mitad de la cancha para atrás; deseo que lleguen todos bien. Los hinchas tenemos que guiarnos aún por suposiciones porque este es un equipo con muy poco rodaje con el actual cuerpo técnico. Me daría más tranquilidad haberlos visto más, pero lo importante no es estar preocupado yo, sino como están los jugadores y el cuerpo técnico.