El presente de Lucas Villalba: entre la "decisión técnica" de Peirano y un rendimiento afectado por ilusiones

Aunque el rendimiento de Nacional ante Racing no fue bueno en general, de hecho, sufrió más de la cuenta con superioridad numérica incluida, uno de los jugadores que llama la atención por su bajo rendimiento es Lucas Villalba, que por segunda vez consecutiva no fue desde el arranque.

“Fue una decisión técnica, entró muy bien y le dio vértigo”, respondió el entrenador Pablo Peirano al ser consultado por el tema en conferencia de prensa tras la victoria, y añadió que "no hay misterio" con su decisión.

Fue distinta a la respuesta que había dado sobre su ausencia en el once titular ante Boston River. “El cambio fue respecto a lo que veía, lo que fue la semana, donde hubo muchas cosas externas y, además, el rendimiento del Sapo (Exequiel Mereles) había sido bueno entrando desde el banco porque tiene muy buen uno a uno”, expresó el entrenador tras el 2-1 ante el Sastre, y ante la repregunta añadió: “Cosas que sucedieron en la semana, que me las reservo”.

Volvió a ser una decisión técnica que parece contraponerse con la idea de no aceptar el préstamo al Pachuca para el Mundial de Clubes, ya que era fundamental que el extremo no se perdiera los cuatro partidos restantes del Torneo Intermedio, que sí se pierde el arquero Luis Mejía.

Desde hace semanas, el nombre de Villalba suena por diferentes razones. Cuando no fue por su pico de velocidad de GPS (38,3 kilómetros por hora), fue por la posibilidad de que fuera convocado a la selección uruguaya. Y en estas últimas dos, así como apareció primero una oferta millonaria del América de México para llevárselo, después se presentó Pachuca con la posibilidad de tenerlo a préstamo para que jugara el Mundial de Clubes y se mostrara contra otros equipos, como Real Madrid. Nacional desestimó ambas posibilidades bajo el argumento de que el jugador está entre las prioridades para jugar el Torneo Intermedio.

Foto: Leonardo Mainé.

Entre tanta exigencia desde el exterior, sumado a la esperada citación a la selección uruguaya que no llegó, la cabeza le debe estar jugando una mala pasada a Lucas Villalba, que necesita tiempo y confianza para volver a ser el distinto que cambiaba la dinámica de cualquier partido.