El factor histórico que Peñarol logró recuperar al mando de Aguirre y por qué Leo Fernández fue mega influyente

Tras un primer semestre en el que el aurinegro obtuvo el Torneo Apertura y avanzó a octavos de Copa Libertadores, el técnico cumplió otro objetivo específico que había adelantado al inicio del 2024.

Compartir esta noticia
Diego Aguirre, director técnico de Peñarol, en un partido con el club por el Torneo Apertura 2024.
Diego Aguirre, director técnico de Peñarol, en un partido con el club por el Torneo Apertura 2024.
Foto: Francisco Flores/Archivo El País.

Diego Aguirre lo dejó claro en una de sus primeras conferencias de prensa del 2024: el desafío que se proponía era la vuelta al origen dePeñarol recuperando la fortaleza aérea que los ayudó a escribir páginas doradas en el plano local y continental.

Con el primer semestre de 2024 ya finalizado, el aurinegro abrochó sus dos principales objetivos con la consecución del Torneo Apertura y el pasaje a octavos de final de Copa Libertadores. Y lo hizo de la forma en que lo pretendía el entrenador.

Los datos así lo evidencian: el 39% de los goles anotados por el club fueron de pelota quieta o derivados de ella. ¿De qué manera se efectuaron esos tantos? Cuatro los convirtió de tiro libre, nueve a través de un centro desde el tiro de esquina o de un tiro libre y seis desde el punto penal.

Todos los penales fueron anotados por el mismo ejecutante: Leo Fernández, la figura del Mirasol, quien en este tramo del año convirtió seis lanzamientos desde los doce pasos. A su vez, ejecutó cuatro tiros libres que fueron gol o terminaron en un festejo de un compañero.

De los nueve tantos del equipo a partir de un centro, Fernández fue el lanzador en seis ocasiones, Lucas Hernández en dos y Franco “Cepillo” González en uno, que fue el que terminó en un cabezazo potente de Matheus Babi para el 3-0 definitivo ante Rampla Juniors por la tercera fecha del Torneo Apertura.

La influencia del “8” es notoria: se adueñó de la pelota parada, participó del 63% de los goles del equipo a través de esa vía y fue una pieza irremplazable en la oncena de Aguirre, que desde el inicio resaltó que nunca había dirigido a un futbolista que le pegara tan bien a la pelota.

En la retina de los fanáticos quedó su influencia en los dos goles ante Atlético Mineiro con tiros libres potentes o su eficacia en los penales. Y ahora su propio presidente, Ignacio Ruglio, realiza gestiones en México para intentar tenerlo seis meses más para la fase eliminatoria de copa.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar