Daniel viajó desde Minas al Gran Parque Central y se sentó solo, contra el costado de la Tribuna José María Delgado que da hacia la cabecera Héctor Scarone, donde se ubicaron los hinchas de Internacional de Porto Alegre. Había algunas butacas vacías y él, aunque no se había sentado exactamente donde decía su entrada, se quedó allí, pensativo, preguntándose cómo. Cómo podía ser que Nacional -su tan querido Nacional- se estuviera quedando afuera de la Copa Libertadores. Sí: otra vez y en fase de grupos, como ya le había pasado en 2005, 2011, 2012, 2014, 2018 y 2021 desde el comienzo de este siglo. Ese era uno de los pensamientos que invadían su cabeza al retirarse del estadio, minutos antes de emprender la vuelta.
Hacía dos años que este hombre de 60 no presenciaba en directo un partido de su club, ese al que vio campeón de América por última vez en 1988. Y al que antes -en dos ocasiones- ya había visto alzar la copa, contó a Ovación allí mismo, minutos después de perder con Inter.
Lo que era una “sana costumbre” para su niñez y parte de la juventud hoy lo siente como una “utopía”. Y así lo dijo, palabras más, palabras menos, el dirigente Javier Gomensoro, que el pasado noviembre cumplió 59 y está en la misma línea que ese hincha no solo por la edad, sino también por el pensamiento. “Seguramente la gane un equipo extranjero. Me acuerdo que durante muchos años Nacional pasaba a octavos y algunos decían ‘lo que importa es ganarla’. (...) Los objetivos internacionales para el fútbol uruguayo, por ahora, parecen un poco lejanos. Nosotros no nos resignamos a eso; creemos que hay procesos”, dijo a Carve Deportiva.
Masticando aún el sentimiento de frustración que lo llevó a no hablar tras el partido, el vicepresidente de Nacional se expresó al respecto en la misma radio y dejó sobrevolando una idea para el futuro: “A veces decís: ¿valdrá la pena jugar en el Parque todo el tiempo? Nos perdemos 20.000 entradas en partidos de esta índole y no logramos el objetivo”.
Las declaraciones tuvieron el debido peso de quien las dijo -aunque tuvieron un talante personal- y llegaron a oídos de miles de hinchas. Incluso, agitaron el avispero entre algunos dirigentes, que, a juzgar por lo que señalaban en la campaña electoral, no son en su mayoría afines a esta postura. Flavio Perchman lo sabe: “En general, la gente rechaza esto por lo que significa el Parque para todos, pero el club también va teniendo una merma económica en un montón de aspectos”.
Sin embargo, así ya pensaba desde antes de llegar a ser el vicepresidente, según le dijo a Ovación en su momento: “En un partido como el de River (argentino, en 2024), yo hubiera tratado de hablar con mis compañeros para llevarlo al Centenario. Te perdés medio millón de dólares de recaudación. Y es un partido. Hubiera hablado en los palcos también”.
En la vereda de enfrente a esta visión se encuentra el expresidente José Decurnex, quien, como impulsor de reformas en el estadio, tiene una opinión contraria: “Mi posición, desde el punto de vista deportivo, es muy clara: Nacional debe jugar siempre en el GPC contra todos los rivales que le toque de local. Para eso se hizo el esfuerzo, que a mí me tocó liderar: para dejarlo como está hoy y seguir trabajando en que esté cada vez más lindo. Eso para mí no es negociable”.
Del mismo modo piensan Federico Britos y Antonio Palma, quienes son del riñón de Perchman. Ambos son partidarios de que, como locatario, el equipo “siempre” debe jugar en su cancha, “sin discusión”. “No creo que pase por cambiar de escenario en lo deportivo”, complementó otra fuente oficialista.
La dirigente opositora Tatiana Villaverde es otra que se decanta por el GPC ante cualquier caso, y así lo señaló ayer, también, Gomensoro: “El club ya transitó el debate sobre esto y la gente ha laudado nuestra voluntad de jugar en el GPC. (...) Ha habido partidos donde claramente ha pesado a favor, como el último clásico que jugamos”.
El debate, a lo sumo, se colará en la próxima reunión de directiva. Pero está claro que antes Nacional pasará por un proceso de autocrítica.
Capítulo estadístico
Desde el comienzo del siglo XXI a esta parte, Nacional recibió a 54 equipos por la Copa Libertadores en el Gran Parque Central y jugó 68 partidos. Del total, ganó 33, empató 17 y perdió 18 (56.8% de efectividad, con 88 goles a favor y 59 en contra). No gana de local por mata-mata de Libertadores desde hace 18 años (la última vez fue en 2007 cuando derrotó por 3-2 a Necaxa).
¿Lo positivo? Lleva 15 partidos oficiales sin perder ante equipos no argentinos o brasileños allí (última derrota en 2017 frente a Zulia).
Como agregado: su eliminación más llamativa en este siglo fue en el Estadio Centenario (Real Garcilaso en 2013).
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