Redacción El País
Uruguay enfrentó a Chile en su tercera presentación en el hexagonal final del Sudamericano Sub 20 de Venezuela con el objetivo de recuperar la senda de la victoria que lo encamine de cara a la clasificación al próximo Mundial, pero tuvo que conformarse con un empate 1-1 que le sienta mucho mejor a los trasandinos.

La Celeste que dirige Fabián Coito solo había caído en la última fecha de la fase de grupos ante la selección anfitriona pero amplió la mala racha con dos derrotas ante Brasil y Argentina en el hexagonal. Conseguir la victoria ante Chile era impostergable y parecía encaminada luego de abrir el marcador, pero un gol de La Roja, de otro partido, complicó el partido y cargó con mucho nerviosismo a los juveniles celestes.

Primer tiempo: la Celeste parecía no encontrar los caminos, el equipo dio señales de cansancio pero el trámite dejó entrever por dónde podía estar la llave para, al menos, abrir el marcador.

Germán Barbas ya había lanzado dos buenas ejecuciones en tiros de esquina y su bien pie sería fundamental sobre el final de la primera etapa. Alejandro Severo ya había fallado dos cabezazos, Uruguay no generaba mucho y a los 44 minutos llegó el gol por el que los dirigidos por Coito trabajaron más que su rival.

Mauro Zalazar, incansable, recibió una infracción que fue bien capitalizada por la Celeste. Barbas se hizo cargo de la ejecución y puso la pelota donde debía, justo para la llegada de Juan Rodríguez que definió como un delantero para abrir la cuenta.

Segundo tiempo: Chile encontró un gol de otro partido mediante Iván Román a los 65 minutos del partido y fue un verdadero balde de agua fría para Uruguay.

El empate hizo que reinara el nerviosismo en la selección uruguaya y, pese a que los que ingresaron lo hicieron con ganas y buenas intenciones, el miedo al error se hizo más fuerte y la Celeste no encontró la manera de llevar peligro al arco trasandino.

Foto: EFE

Prácticamente no tuvo participación en el primer tiempo y no tuvo nada para hacer en el gol de Chile.

Destacó sumándose al ataque llegando hasta la última línea de Chile. Estuvo bien en la primera parte, pero algo impreciso en el complemento. Pudo ser producto del desgaste.

Se complementó bien con Rodríguez y fue bien en el juego aéreo.

Rápido y atento para los cierres. Fue de los mejores en la Celeste y encontró su premio con el gol.

De los más regulares de la Celeste en el torneo. Volvió a ganar en el juego aéreo en el área rival.

En un equipo que pareció algo cansado, sufrió y soportó varias infracciones duras de los jugadores chilenos y fue el que más corrió y metió en Uruguay. Le hicieron la falta que derivó en el gol. Fue el mejor de la Celeste.

El juego ofensivo de la Celeste dependió mucho de él y estuvo a la altura, pero le faltó más compañía.

A los dos minutos del partido erró un gol increíble cuando su cabezazo se fue por arriba del horizontal. Debieron buscarlo más para aprovechar su velocidad.

Acompañó bien los ataques de Uruguay, pero muchas veces, apresurado, no resolvió bien la finalización de las jugadas.

Importante en la pelota quieta. Buena ejecución en los tiros de esquina y fue el lanzador de la falta que derivó en el gol de Juan Rodríguez.

Casi no le crearon ocasiones manifiestas de gol y cuando le llegó la pelota quedó de espaldas al arco.

Tuvo algún que otro desborde interesante y se hizo cargo de las pelotas quietas.

Ingresó a los 67 minutos por Mauro Zalazar. Tuvo la misión de hacer el balance y de relevar a Helguera.

Ingresó a los 67 minutos por Esteban Crucci. Generó más situaciones que su compañero, estuvo muy activo en ataque y llamó la atención su salida a los 90 minutos. Pudo responder a algo físico.

Muy enérgico, pero se encontró rodeado de jugadores chilenos como para ensayar diagonales.

Ingresó a los 90 minutos por Gonzalo Petit