A Diego Polenta y a Nacionalsolo los separa una firma. Ya hubo una conversación de buena voluntad entre ambas partes y solo resta arreglar el aspecto formal. Por lo demás, será confirmado como la cuarta alta del equipo de Ricardo Zielinski tras las incorporaciones de Federico Martínez, Maximiliano Perg y Salvador Ichazo.

El Patrón, que aprovechó para pasar los últimos días en Cerro Largo, está sin fútbol desde octubre cuando tomó la decisión de irse de Unión de Santa Fe por deudas salariales. Allí jugó 38 partidos en el último año, incluido dos por Copa Sudamericana frente a Nacional.

Archivo El Pais

Desde la dirigencia tricolor entienden que un futbolista de su linaje puede aportar experiencia y buenas salidas por debajo a la zaga, además de complementarse muy bien con dos jugadores veloces como Camilo Cándido y Leandro Lozano. Dicen que “cuanto antes” se incorpore para entrenar, “mejor”, porque recuperará pronto el tiempo perdido en estos meses.

Pero su vuelta, lejos de generar consenso en los hinchas, provoca incertidumbre entre algunos grupos. Hay quienes aseguran que, por su habilidad con la pelota, Polenta será una garantía para salir jugando desde el fondo. Sin embargo, otros abren un manto de dudas acerca de su edad (30 años) y su capacidad física para perseguir a delanteros que piquen en punta.

Esta última lectura se aferra al reciente pasaje que tuvo el zaguero por Nacional -en 2021- cuando demostró estar en una baja forma física.

La primera visión, en cambio, recuerda con buenos ojos el primer ciclo de Polenta por los tricolores (2014-2018) y sostiene que si se afianzó como titular en el fútbol argentino el año pasado, no tendría mayores problemas en hacerlo en el uruguayo.

“Creo que cuando la dirigencia lo dejó ir, no lo tendría que haber hecho. Ahora vuelve al lugar de donde no se tendría que haber ido nunca. Es un caudillo. Es el capitán de Nacional de los últimos años y va a tener que compartir con (Sergio) Rochet ese capitanato”, aseguró Nicolás, un hincha que se arrimó a Los Céspedes ayer por la tarde para darle la bienvenida a los jugadores en el inicio de la temporada, como acostumbra a hacer desde hace 15 años.

Lucas, su hijo, se atrevió a ir por más y lo proyectó a Polenta enfrentándose en un hipotético duelo clásico con el ex Nacional Leonardo Coelho, recientemente anunciado como nuevo jugador de Peñarol: “Quiero que venga y que le rompa la cara a Coelho”.

“Me gustaba el año pasado, pero estaba medio lento. Ahora va a ser el mejor zaguero del fútbol uruguayo”, dijo a Ovación.

En su segundo y último ciclo en Nacional, como estaba Gonzalo Bergessio en el plantel, el zaguero dejó de ser un fijo con la cinta de capitán, como tenía acostumbrado a los hinchas.

Sin embargo para Ramón -un veterano que también observó desde afuera la primera práctica del año- esa distinción muchas veces le jugó en contra por su comportamiento.

“Polenta no me gusta. Es muy temperamental y nos deja regalados. Es un jugador que juega mucho con la camiseta y ahí tenés que jugar con otras cosas”, opinó.

El excapitán fue dos veces Campeón Uruguayo con Nacional y jugó un total de 150 partidos en la institución tricolor, entre los que ganó 90 y empató y perdió 30.

En ese lapso convirtió 10 goles (dos de ellos de penal) y se enfrentó a Peñarol en un total de 11 oportunidades.

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Una de las particularidades del defensa es que justamente marcó la mitad de sus goles frente a su rival clásico, con el que mantiene un historial de tres triunfos, seis empates y dos derrotas.

Además de su nombre, está muy cerca de abrocharse la llegada de otro zaguero. Es el caso del futbolista Fabián Noguera, quien quedó libre de Estudiantes de la Plata y es del gusto de Zielinski.