Diego Laxalt: "Me han llamado los dos grandes, pero me gustaría seguir en Europa; en enero quiero estar jugando"

Redacción El País
Diego Laxalt (32 años) quedó libre tras su salida del Dynamo Moscú y está de regreso en Uruguay. Atraviesa semanas clave para definir su futuro. Zurdo, rápido y con una extensa trayectoria en Europa —con pasos por Inter, Milan y otros clubes del Viejo Continente—, el marcador de punta analiza opciones con calma y no descarta ninguna posibilidad.

“Muy contento de estar en el país. Me traje todo de Rusia, tenía que dejar la casa porque allá sí se terminó un capítulo. Hace tres meses que estoy sin equipo”, reconoció en diálogo con El Espectador Deportes.

Su prioridad sigue estando fuera de Uruguay, aunque sin apuros. “La idea sería continuar en Europa, pero tendríamos que esperar a que se moviera un poquito más, avanzara alguna cosa. En enero, con calma, veré lo que tengo sobre la mesa y ahí decidir”.

En ese escenario aparecen también los clubes grandes del medio local, Peñarol y Nacional. “Lo hemos hablado. Se han comunicado de los dos grandes, también Defensor se mostró siempre cercano, ya que soy de la casa. Nosotros nunca cerramos las puertas porque es una posibilidad, y quizás una de las mejores opciones puede ser quedarse acá. No es una decisión que quiero tomar ahora, sino en enero”.

Laxalt explicó además cómo se manejan los contactos formales. “Siempre hablan con mi representante, nos manejamos así, ese es su rol. Hay gente que a veces escribe para comunicarse directo, pero yo se lo mando directamente a él. Porque te pueden seducir rápidamente”. Y aclaró: “Obviamente que si me escribe o llama un entrenador o alguien del fútbol, le respondo. Pero los negocios los maneja el representante”.

El cierre de su etapa en el Dynamo estuvo marcado por la falta de minutos y una lesión inoportuna. “Este año he jugado muy poco. Sufrí un esguince de tobillo la última semana de la pretemporada, y eso me dejó fuera los tres meses de la segunda parte. Mis últimos partidos oficiales fueron en mayo, cambió el presidente y entrenador del club”.

En ese contexto, detalló cómo se dio la rescisión. “No es que me dejaron de lado, sino que empecé la pretemporada, jugué todos los partidos de preparación, pero en agosto ellos toman la decisión de que no iban a tenerme en cuenta y yo decidí rescindir. No estaba en mis planes, futbolísticamente no fue el año que más jugué, pero estoy entero y con mentalidad profesional”.

Más allá de haber sido históricamente carrilero, lateral o extremo por izquierda, Laxalt admitió que en los útlimos dos años jugó "el 90% de los partidos en el medio, de doble cinco o con tres volantes". "Me siento lateral, carrilero y hasta extremo —dijo—, y en el medio me sentí muy cómodo, estás más en contacto con la pelota, te divertís más, sentís que ayudás más al equipo. Así que hoy también me considero mediocampista”.

Y profundizó: “De lateral tenés la línea, tenés menos líneas de pase, siempre con una referencia que generalmente es el extremo. Sin embargo, en el medio tenés lectura de juego, estás siempre en una línea de pase para recibir y tratando de cerrar las líneas de pase rival. La verdad me encantó, me divertí muchísimo y si tengo la opción de jugar en el medio lo voy a hacer contentísimo a donde vaya. Obviamente por características prevalece más jugar de carrilero o lateral, pero es una opción más”.

Foto: Archivo.

El retorno a la selección uruguaya estuvo muy cerca el año pasado, pero una jugada infortuita lo dejó fuera de la convocatoria. “Octubre del año pasado (2024) fue cuando estuve más cerca de volver a la selección, estaba citado para esa convocatoria. Ellos te llaman luego del último partido, se manejan así, y ese partido justamente en el minuto 93 fui a tirar un centro en una cancha sintética y se me trabó el tobillo”.

El desenlace fue frustrante: “Cuando me llamaron después del partido, no me podía mover, literal, tenía una bota. Parecía increíble que me llamaran y decirles que no, pero les tuve que decir que me tenía que hacer la resonancia y no iba a estar, no podía caminar. Fue un golpe de mala suerte porque después de muchos años, y era la última jugada literal”.

A pesar de no haber vuelto a ser citado, el vínculo se mantuvo. “He estado en contacto con los profes y parte del cuerpo técnico, hasta que me quedé sin equipo. Me han mandado videos, análisis de partidos y cosas a mejorar. He visitado el Complejo Celeste para charlar con ellos". Pero aclaró: "Nunca estuve en contacto con Marcelo (Bielsa) directamente”.

Con el foco puesto en el corto plazo, Laxalt fue contundente sobre su objetivo. “Por esta (el Mundial) y otras razones, en enero tengo que estar jugando. La selección está siempre en la cabeza, así que ojalá que se resuelva rápido”.