Redacción El País
Desde Qatar, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, se refirió al exigente escenario que afronta la selección de Uruguay en el camino del Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá, y también opinó sobre la coyuntura institucional que atraviesa el fútbol argentino y su relación con la política.
En Doha, tras presenciar la final intercontinental entre PSG y Flamengo, Alonso abordó distintos temas vinculados al presente y futuro del fútbol sudamericano. Entre ellos, el posible cruce entre Uruguay y Argentina en los dieciseisavos de final del Mundial 2026, una hipótesis que se daría si la selección campeona del mundo gana el grupo J (que comparte con Argelia, Austria y Jordania) y la Celeste finaliza segunda en el grupo H (que comparte con España, Arabia Saudita y Cabo Verde), o viceversa.
“El grupo que nos tocó es muy difícil y muy duro. España es uno de los equipos más importantes del mundo, con un presente deportivo muy fuerte. Clasificar en ese contexto es un desafío enorme”, expresó Alonso.
Y añadió: “La perspectiva hoy es salir segundos y enfrentar a Argentina. Estaríamos frente al campeón del mundo y ante un rival que naturalmente no nos gustaría cruzar, por ser uno de los mejores. Sería un desafío brutal, pero también nos obliga a ser mucho más competitivos dentro del grupo e ir en busca del primer lugar, que es nuestro objetivo”.
Alonso sobre las polémicas que envuelven al fútbol argentino
Consultado posteriormente sobre la situación institucional de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de su presidente, Claudio Tapia, Alonso se convirtió en una de las primeras voces oficiales del ámbito sudamericano en referirse al tema. El titular de la AUF subrayó la cercanía histórica entre ambos países, pero marcó diferencias entre los modelos de gestión.
“Por la hermandad que existe entre Uruguay y Argentina, nada de lo que sucede nos resulta ajeno y seguimos la información de forma permanente. Somos países distintos, con realidades distintas. El fútbol argentino tiene una escala mucho mayor, clubes más robustos y una integración social diferente”, explicó.
En ese sentido, señaló que Uruguay apuesta “a un modelo de incorporación y captación de capital" para desarrollar su liga, y aclaró: “No tenemos nada que decir sobre las decisiones que toma Argentina. Creo que Tapia tomó en su momento decisiones importantes que ayudaron a que Argentina esté hoy donde está en el mapa mundial”.
No obstante, Alonso manifestó su inquietud por la creciente tensión entre el fútbol y la política en el país vecino. “Sí nos preocupa la injerencia política en asuntos que deberían resolverse dentro del ámbito del fútbol. En las últimas semanas hemos visto ataques que no provienen del fútbol, sino del ámbito político, y eso es algo que observamos con atención y preocupación”, afirmó.
“El principio de no injerencia política es una base fundamental en la organización del fútbol a nivel mundial”, agregó. Sobre la denuncia presentada ante el Tribunal de Ética de Conmebol, el dirigente fue cauto: “Es un asunto que está en manos de tribunales independientes, no políticos, por lo que no tengo opinión”.
Finalmente, Alonso se refirió a una de las iniciativas que impulsa junto a otras asociaciones sudamericanas: la posibilidad de que el Mundial 2030 se dispute con 64 selecciones y que Uruguay, Argentina y Paraguay puedan albergar grupos completos y no solo partidos aislados.
“Es una idea que ha ido avanzando en los últimos meses, especialmente después del Congreso de la FIFA en Paraguay, cuando el presidente Alejandro Domínguez la planteó públicamente y fue recogida de manera positiva por las autoridades de FIFA”, explicó.
“Entendemos que el proceso viene caminando con pasos positivos. Los próximos meses serán clave para conocer su desenlace, pero somos optimistas”, concluyó.
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