Del "andá a pagar los sueldos" a las pelotas escondidas: el ángulo no visto de Nacional en Las Piedras

El público despidió al equipo con euforia al grito de "este martes tenemos que ganar". El entrenador se retiró sacándose una foto con un niño rochense al que le halagó un balneario.

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Luca Giossa sacando desde el arco en Miramar Misiones-Nacional.
Luca Giossa sacando desde el arco en Miramar Misiones-Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

Los periodistas estaban entremezclados con la gente en la tribuna de Nacional, sin vallas ni barreras de por medio. Los fotógrafos tenían que correr una carrera de obstáculos al pasar por detrás del cartel publicitario, dada la enorme cantidad de cintas desplegadas a lo ancho de la cancha. A los jugadores les retumbaban los gritos que iban y venían de un lado hacia el otro y respondían, en algún caso, con miradas desafiantes: “¡Báez, calentá bien! ¡Dale!”. No había dudas de que el Parque Artigas le iba a dar un condimiento especial a la tarde.

Enfrente estaba Miramar Misiones, que empezó escondiendo las pelotas y volvió loco al entrenador Pablo Peirano por la actitud: “¿Hay tres nada más?”, le preguntó, descreído, al línea.

El entrenador tenía un tercer ojo para ver cosas que desde la cabina no se percibían, como que Rómulo Otero debía tener “más movilidad” y los mediocampistas necesitaban atacar “la segunda pelota” cada vez que el arquero Luca Giossa dividía el juego. Pero, ante el bochinche de la tribuna, le hacía falta un megáfono para que sus jugadores lo pudieran sentir.

Nicolás López jugando para Nacional frente a Miramar Misiones en el Parque Artigas de Las Piedras.
Nicolás López jugando para Nacional frente a Miramar Misiones en el Parque Artigas de Las Piedras.
Foto: Estefanía Leal | El País

Al parecer, sí lo hicieron en el segundo tiempo porque, después de unos primeros 45 minutos discretos -que terminaron en empate y en los que el equipo tuvo mayor protagonismo-, Nacional apretó el acelerador y mejoró el juego por derecha a partir del ingreso de Lucas Villalba (convirtió).

Luciano Boggio y Gonzalo Petit festejan un gol de Nacional.
Luciano Boggio y Gonzalo Petit festejan un gol de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

Nicolás López siguió entonado y volvió a mostrar su mejor versión, que se activó con el gol inicial tras una jugada de galera y bastón de Mauricio Pereyra, que lo asistió después de dejar a tres jugadores por el camino. El Diente le puso el moño a su performance con un gesto solidario, que terminó en el gol definitivo de Gonzalo Petit en el 3-1 y que sentenció el resultado.

Fueron varias las pecularidades que dejó la tarde en Canelones, donde Villalba volvió a despertar ilusión entre los hinchas presente, entre ellos el presidente Ricardo Vairo, quien con una sonrisa amistosa le reconoció a Ovación que es su “debilidad” por la “juventud y la dinámica”.

Las chicanas tampoco faltaron a la cita. Desde la tribuna de Miramar, desconcertados por el resultado, gritaron en alusión al retiro de Diego Polenta: “Te dejó tirado tu capitán”. Y desde enfrente replicaron: “Andá a pagar los sueldos”.

La historia terminó con final feliz para Peirano, que sonrió y se sacó una foto con un niño rochense al que le dijo: “Me encanta La Paloma”. El resto de la gente se fue cantando: “Este martes tenemos que ganar".

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