La silbatina aturdía, la piel se erizaba y Al Ittihad hacía sentir la localía. 50.000 personas, en un estadio con capacidad para 63.000, asistieron al estreno del Mundial de Clubes donde el equipo local, clasificado por ser campeón de Arabia Saudita, se midió con Auckland City, el mejor de Oceanía.

En el plantel del equipo neozelandés había un uruguayo: Sebastián Ciganda. El arquero nacido en José Enrique Rodó fue suplente, no sumó minutos, pero vivió una experiencia que nunca olvidará.

Para poner en contexto, Ciganda nunca jugó al fútbol profesional en nuestro país, pero encontró en Nueva Zelanda, primero en Waiheke y luego en Auckland City, la oportunidad de "despuntar el vicio" sin imaginarse lo que le esperaba.

Fue a él que lo aturdió la silbatina y a él que se le erizó la piel porque a los 30 años vivió una jornada que le quedará marcada para siempre.

"Una experencia única, desde el momento que subimos al ómnibus en el hotel ya empezamos a ver gente con la camiseta de Al Ittihad. En las afueras del estadio estaba lleno de gente y para mi fue todo muy nuevo", le contó Ciganda a Ovación acostumbrado a jugar en un fútbol neozelandés semiprofesional en el que los estadios no superan los pocos miles de asientos disponibles.

"Hicimos reconocimiento de campo y no habia mucha gente, pero cuando salimos a hacer entrada en calor estaba lleno y se hicieron sentir de una forma increíble", agregó.

Ciganda admitió que "fue una sensación de sentimientos encontrados", ya que más allá de que "nunca está bueno perder, nos fuimos felices de la vida por haber participado" en un encuentro que terminó 3-0 y que se resolvió en 10 minutos: de los 30' a los 40'.

Foto: Cortesía.

Los goles de N'Golo Kanté, Romarinho y Karim Benzema sentenciaron la goleada, pero también generaron la admiración de Ciganda.

"Ver a Benzema y todos esos monstruos en la cancha fue increíble, una velocidad que nunca había visto a nivel de campo de juego", sostuvo.

Como si eso fuera poco, Ciganda se dio el lujo de charlar con el "9" que tiene pasado en Real Madrid, lo que ayudó a hacerlo en español. Además, también intercambió palabras con Marcelo Gallardo, flamante técnico del equipo árabe.

Al término del partido, no dejó pasar la oportunidad de llevarse algún recuerdo y aunque no pudo tomarse una foto con Karim Benzema o con el brasileño Fabinho, porque justo les tocó a ellos el control antidoping, sí lo hizo con el Muñeco y con varios futbolistas: Kanté, Romarinho, Jota, Igor Coronado y Ahmed Hegazy.

Foto: Cortesía.

De este último, se llevó un presente más que especial y es que el egipcio que enfrentó a Uruguay en el Mundial de Rusia 2018, le regaló su camiseta. "Me la probé y me queda enorme, pero me quedará para el recuerdo", comentó entre risas.

La eliminación fue rápida y de la misma manera fue el retorno porque viajaron de Arabia Saudita a Dubai y al quedar liberado por el cuerpo técnico de ahí rumbo a Brasil y luego directo a Uruguay donde llegó en las últimas horas.

Si bien en lo deportivo no se consiguió el objetivo, para Sebastián Ciganda se trató de una experiencia inolvidable ya que fue uno de los cuatro uruguayos en el certamen, pero uno muy especial: ese que pasó de la Liga Universitaria al Mundial de Clubes.