GRUPO C

La selección de Argentina sufrió, pero venció 2-0 a México y ahora depende de sí mismo para conseguir la clasificación a los octavos de final del Mundial de Qatar cuando el próximo miércoles enfrente a Polonia (16.00 en Doha, 22.00 en Uruguay) y cierre el Grupo C.

En las tribunas se vivió como una final entre dos de las selecciones que más entradas compraron para esta Copa del Mundo. Estadio colmado con 60% de apoyo para los albicelestes y 40% para los mexicanos.
El primer tiempo fue decepcionante para un equipo argentino que venía de sufrir un duro cachetazo ante Arabia Saudita (1-2) y necesitaba mejorar desde lo anímico y también desde lo emocional.

Fueron 45’ de puro estudio que incluso hicieron mermar la euforia y el entusiasmo de la gente. Lautaro Martínez quedó demasiado solo arriba y Lionel Messi casi no entró en juego. Ángel Di María amagó con un par de chispazos, pero no más que eso.

Rodrigo De Paul intentó liderar la batuta en algunos pasajes del juego, pero equipo nunca generó asociaciones como para quebrar líneas e inquietar al rival. Además perdió muchos pases fáciles comprometiendo a su selección.
México, por su parte, pareció sentirse un poco más cómodo planteando ese partido: de roces, entrecortado y apostando a presionar la salida de un fondo albiceleste que demostró en reiteradas ocasiones que no estaba en una de sus mejores noches.

Lo mejor de la primera parte estuvo en las tribunas con el cruce de hinchadas. En la cancha, poquito. La primera aproximación llegó a los 44’ en un tiro libre muy bien ejecutado por Alexis Vega que obligó a volar a Dibu Martínez. De Argentina, nada.
En el complemento, los dirigidos por Lionel Scaloni tomaron riesgos. El DT salió con los mismos 11, pero con otra predisposición en la cancha. Con Messi como hilo conductor y los volantes jugando para adelante y no haciendo correr la pelota hacia los costados. Eso no hizo que Argentina transforme a Guillermo Ochoa en figura, pero sí inclinó la cancha y llevó a México a jugar con todos sus futbolistas en campo propio.

Con el correr de los minutos, y al tomar las riendas del juego, Messi comenzó a verse encerrado entre camisetas verdes; pero le dejaron una y no perdonó. Pase con Di María, sutil control al borde del área y remate de zurda contra el palo del arquero para inflar la red y hacer explotar el Lusail Stadium en un solo grito (64’).
De ahí en más Argentina creció en confianza y se aprovechó de un México que estaba tan cómodo con el empate que parecía no tener libreto para salir a ganar.

Messi regaló un par de lujos y se ganó la ovación de sus hinchas luego de un triunfo que sirve para el estado de ánimo y para enderezar el rumbo luego de un comienzo turbulento.
El entrenador además acertó con las modificaciones: Enzo Fernández se asoció muy bien con el 10 y le dio una mayor salida limpia al equipo. Y como si fuera poco, a los 87’, liquidó el partido con un golazo a colocar al segundo palo de Ochoa. El volante de Benfica demostró en los dos partidos que ingresó que puede ser el socio de Messi en el puesto que dejó vacante Gio Lo Celso, lesionado.

Arrancó la Scaloneta, como le llaman en Argentina a esta selección enamoró a los fanáticos después de la conquista de la Copa América, pero está claro que tiene que mejorar mucho más desde lo colectivo para ayudar a un Messi que tiene la visión y el talento de siempre, pero la potencia de sus 35 años.

Empezó el partido en el Estadio Lusail.

Alexis Vega recibe la tarjeta amarilla tras un manotazo en la cara a Rodrigo De Paul. 

Tras un centro de Montes desde la izquierda a los nueve minutos, Héctor Moreno estuvo cerca de conectar de cabeza en el segundo palo. Avisó México. 

Lozano tomó la pelota a la espalda de los volantes de Argentina y, cuando se iba en velocidad, recibió la falta de Nicolás Otamendi. Tiro libre peligroso para el equipo de Martino. 

Messi presionó en la salida de México a Araujo y el defensor la terminó perdiendo con el Huevo Acuña. Luego hubo falta sobre el lateral y el mexicano terminó amonestado. 

A los 24 minutos, una jugada elaborada entre Mac Allister, De Paul y Montiel terminó con un centro del lateral, que se encontraba inhabilitado. 

De Paul inició la jugada por el centro y, tras una pared con Messi, encontró a Acuña en la izquierda, que no levantó el centro y terminó cometiéndole falta al defensor rival. 

De Paul dominó por el sector derecho y recibió la falta en zona ofensiva. Messi ejecutó el tiro libre y Ochoa despejó con los puños. 

A seis minutos del cierre de la primera mitad, Montiel levantó el centro desde la izquierda y la pelota se fue al tiro de esquina tras rebotar en Moreno. Luego del centro, Lautaro Martínez cabeceó por encima del horizontal.

Gutiérrez le ganó la pelota dividida a Montiel y recibió la falta del argentino, que se ganó la amonestación a dos minutos del final de la primera parte. 

Alexis Vega se hizo cargo del tiro libre, remató al ángulo derecho del Dibu Martínez y el arquero contuvo sin problemas una pelota que era más que compleja por la velocidad que llevaba. 

Alexis Vega volvió a intentar desde media distancia y la pelota se fue muy por encima del travesaño. 

En la última de la primera parte, Argentino tuvo un centro desde la izquierda que Messi levantó de forma imprecisa y el árbitro decidió terminar este tramo. 

Lionel Messi tomó la pelota en las cercanías del área y recibió la falta. Se hizo cargo del tiro libre, pero pasó lejos del arco de Ochoa. 

Argentina domina y se posiciona en campo rival ante la resistencia de la defensa mexicana, que apunta a sostener el resultado. 

Le dejaron una rendija de espacio y lo optimizó. Lionel Messi recibió en las puertas del área y remató de forma potente para vencer a Ochoa y colocar el 1-0 de Argentina que le brindó tranquilidad en el momento de mayor nerviosismo en el partido.  

A partir de ese tanto la albiceleste se convirtió en amo y señor del encuentro con el liderazgo futbolístico y anímico de Lionel Messi: ya sea para aguantar la pelota y buscar la falta o para generar peligro en ofensiva. 

El ingreso de Julián Álvarez le aportó velocidad y dinamismo al ataque de Argentina. El jugador del Manchester City se asoció muy bien con el 10 tras la salida de Lautaro Martínez. 

A dos minutos del final del encuentro, Lionel Messi encontró dentro del área a Enzo Fernández y el exjugador de River remató de forma exquisita para colocar la pelota en el ángulo derecho de Ochoa, que nada pudo hacer ante semejante disparo. Argentina se llevó la victoria y ahora depende de sí mismo para avanzar a octavos de final del Mundial de Qatar 2022. 

El equipo de Lionel Scaloni viene de una derrota inesperada ante Arabia Saudita por 2 a 1 en su estreno, mientras que los aztecas llegan tras igualar sin goles con Polonia en la primera jornada del Grupo C.

Los ojos del mundo están puestos en este encuentro que puede llegar a cambiar el futuro de ambas selecciones en esta Copa del Mundo.