EN SAN JUAN

Argentina y Brasil se cruzaron por una nueva fecha de las Eliminatorias en un duelo atractivo, pero que en esta ocasión no tenía la presión de otras ocasiones.

Con la Canarinha ya clasificada y la Albiceleste a un paso, la principal ambición de los de Tite era mantener el invicto en el certamen y para los de Scaloni conseguir un triunfo ante su gente. Triunfo que no consiguió, pero que no fue necesaria para clasificar a Catar ya que con el empate le fue suficiente.

Lujos de Vinicius Junior, lujos de Ángel Di María y poco más. De hecho lo que marcó el juego fue una jugada polémica donde Nicolás Otamendi le dio un codazo a Raphinha, pero no fue sancionado por el árbitro Andrés Cunha y tampoco el VAR.

El mediocampista del Real Madrid fue el más peligroso de los norteños y de hecho generó la primera chance clara de gol luego de quedar mano a mano e intentar definir por encima de Emiliano Martínez.

Precisamente Dibu y su colega Alisson fueron los responsables de que el juego termine sin goles y a propósito el norteño desvió la respuesta albiceleste que fue un disparo a colocar de De Paul.

Vinicius fue nuevamente, pero en el complemento, quien tuvo la posibilidad de adelantar a los norteños, pero su disparo terminó en las manos de Martínez.

Messi, en una de las pocas en las que pudo desequilibrar, sacó un disparo sobre el cierre del juego tras una buena jugada individual que le salió muy centrado y Alisson contuvo sin problemas.

Empate que los deja satisfechos a ambos y que en un clásico sin muchas presiones terminó con un resultado que era esperable y que puso a Argentina en la Copa del Mundo.