Redacción El País
"Evaluar un clásico con 10 días de entrenamiento es muy difícil”, dijo Álvaro Recoba, pero “con la victoria, el balance es positivo”, agregó.

Nacional comenzó mejor gracias al desorden de Peñarol en el primer tiempo, pero encontró el gol gracias a la diferencia de altura en el área. “Con los cambios nos sometieron un poco y sufrimos”, confesó el entrenador.

Expresó que notó una mejoría con los ingresos de Recoba, Sanabria y De León en el medio, que le dieron frescura a la zona de volantes, valoró el haber terminado “con todos los jugadores sanos”, cosa que “en esta época, con la exigencia de los entrenamientos, es importante”.

También fue crítico con el arbitraje: “Empatamos, pero si no hubiera VAR lo podríamos haber perdido por dos incidencias clarísimas. El juez estaba muy cerca de la patada (de Lucas Hernández), no puede ser que no lo eche directamente. Y el offside (de Nahuel Acosta en la última jugada) es demasiado claro y perdíamos por un penal en la hora que era una jugada ilícita. No es justo, por suerte hubo VAR”, sentenció.

Indicó también que las jugadas claras de Peñarol llegaron “por errores propios, en salida”, producto de “un poco el nerviosismo de la juventud”. Y agregó: “Si tengo que hacer una autocrítica es haber terminado el partido con tantos jóvenes en cancha”.

Sobre la figura del arquero recién llegado, no escatimó en elogios: “Vino para atajar y atajó, nada menos que en un clásico. Es el jugador del partido porque tuvo dos o tres situaciones que resolvió muy bien y nos salvó, y después atajó dos penales en la tanda. Llegó ayer y sabíamos que lo iba a hacer bien porque es un jugador que ya salió campeón con Nacional, es de la casa. Así que estoy contento por eso y ojalá esto sea una continuidad para tener una sana competencia en ese puesto”, concluyó luego de la victoria.