La pregunta que ronda en el aire esta temporada es: ¿podrá Ferrari soportar a dos pilotos número uno? Sin dudas que el escenario es menos complejo si nos referimos a un equipo de la mitad del pelotón hacia abajo, cuando los pilotos que acaban de sumarse a una escudería, se unen y trabajan juntos en pro de mejorar las falencias del coche.

En cambio, con un auto de punta, comenzarán los fuegos artificiales, ya que cada piloto procurará ser más rápido que su compañero. Acordémonos de cómo Lewis Hamilton y Nico Rosberg, amigos desde la niñez, se volvieron enemigos acérrimos, con coches espectaculares. En público, al menos, Ferrari se ha comprometido a entregar autos exactamente iguales a Hamilton y Leclerc, aunque hay rumores de que Ferrari quiere que Hamilton gane su octavo campeonato con ellos.

Si esto fuese cierto, es motivo suficiente para que Leclerc se esfuerce más allá del 100%. Personalmente, siento que sería muy necio sacrificar a Leclerc por las ambiciones de Hamilton, ya que el piloto francés es la pieza central del futuro de Ferrari y ha formado parte del esquema de la escalera de pilotos jóvenes desde hace mucho tiempo.