Que No ni No

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@|Un nuevo amanecer y la confirmación de que vamos bien. Por la senda correcta. Tal vez la nota triste es que tenemos casi medio país que todavía sigue aferrado a un discurso que va perdiendo volumen, que el mundo se encargó de declararlo obsoleto. Y que por suerte en nuestra democracia no es mayoría.

Es mentira que ayer las urnas sólo convalidaron un pedazo de una Ley.

Ayer, la mayoría de los orientales votamos otra cosa.

No fue suficiente lo que manifestamos en Octubre, cuando perdieron 151.000 votos, o el Poder Ejecutivo que perdieron en Noviembre. Ni las 3 Intendencias que perdieron en Setiembre de 2020. Se votó otra cosa. Se le puso siete llaves y candado a una visión del Uruguay donde se igualaba para abajo. Mediocre. Que necesitaba del sufrimiento de los más débiles para confirmar su existencia.

Ayer, en la papeleta celeste fueron montones de No. Fue No al derroche del Antel Arena. Fue No a las aventuras del Fondes con Alas U y Envidrio como banderas, donde dilapidaron la guita de todos. No a la Regasificadora, a la mentira de Aratirí o del Puerto de Aguas Profundas.
Fue un No al jolgorio de Ancap que nos costó 800 palos verdes a los nabos de siempre, que tenemos la suerte de ganarnos un mango y gran parte de ellos nos lo cobran en impuestos.

Le dijimos No a la gran falacia: “Si es de izquierda, no es corrupto”, recordando a Sendic, Placeres, Bengoa, Calloia, Lorenzo, Silva, la casita en negro de Andrade y muchos más.

También gritamos fuerte que No queremos más que la Educación Pública sea campamento de adoctrinamiento, y que los gremios de la Enseñanza deben estar donde siempre debieron estar: opinando y nada más, en lugar de estafarnos con horas “sindicales” falsas.

Orgullosos votamos No a sacarle el apoyo y respeto a nuestra Policía. Y que No queremos delincuentes sueltos antes de tiempo.

Le dijimos No a ser esclavos de los Bancos, del Estado controlador, de las compañías telefónicas.

También le dijimos que No va más el curro de las demoras en las adopciones. El eje será siempre el menor y no el sistema que quiere perpetuar sus privilegios con la pueril excusa de la protección de quien desamparan.

Hoy empieza un nuevo Uruguay, con oportunidades únicas para exportar como nunca antes. Para que vengan inversores generadores de riqueza y trabajo como jamás tuvimos. Pero junto con esto, vendrá una resistencia feroz de gran parte de los compatriotas que no creen que la Libertad del Individuo está por encima de la tutela del Estado, porque solo conciben un Estado opresor para justificar su filosofía. Harán todo, todo, todo lo posible para que nos vaya mal. Prefieren un Uruguay destruido, antes que verlo exitoso gobernado por otros.

Lamentablemente no entendieron que se les acabó el recreo.

Para siempre, que No ni No.

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