dormir bebes

Conocer acerca del sueño en las distintas etapas del desarrollo del bebé colabora en que como adultos tengamos expectativas más ajustadas a la realidad.
Luciana Jinchuk comparte un listado de puntos importantes para que sobrevivir a las fiestas no sea un problema para el sueño de tu hijo
CON LOS HIJOS luciana jinchuk Hoy vamos a hablar de una de las regresiones de sueño más temidas de todas las madres: la de los 4 meses. Imaginate esta situación: bebito de 3 meses, viene haciendo tirones de sueño cada vez más largos, con noches consistentes y días con buenas siestas. Todos contentos, el bebé está de gran humor y por lo tanto los padres también, ellos sienten que ya están del otro lado y que el tema sueño no va a ser un tema para ellos. Justo el bebé cumple 4 meses y toda esa predictibilidad se va al tacho cuando los despertares empiezan a ser cada vez más frecuentes, las siestas se vuelven misión imposible y ya no quiere quedarse en la cuna solo. Los padres se desesperan y empiezan a revisar todo lo que hacen e hicieron. Le echan la culpa a los dientes (que probablemente falte mucho para que empiecen a asomar), mamá siente culpa porque justo volvió a trabajar y piensa que debe ser eso, crisis de lactancia y brote de crecimiento o un sinfín de motivos más. ¿La realidad? A los 4 meses los bebés experimentan una progresión biológica –la única en el sueño desde que nacen, el resto son de desarrollo motriz- en la cual agregan fases de sueño que hasta ese momento no tenían. O sea, la arquitectura del sueño del bebé pasa de ser bifásica a ser polifásica. Estas nuevas fases de sueño hacen que, en vez de tener solo sueño profundo o sueño liviano, dentro del profundo agregan algunas intermedias. Esto ya se parece al sueño del adulto pero a ese bebito chiquito le cuesta muchas veces unir estas nuevas fases de sueño. Es por eso que se despiertan más seguido, lloran más (quieren dormir y no pueden) y las siestas se desconfiguran también. ¡No desesperes! Si hasta ese momento venían bien vas a ver que con paciencia y consistencia vas a dejar atrás esta regresión en pocas semanas. Mi consejo siempre es entender qué es esto y en vez de buscar soluciones como manotazo de ahogado –agregar mil tomas de leche en la noche, sacarlo a pasear en auto, meterlo en tu cama si no es lo que querés, dormirlo en brazos toda la noche, etc.- tomarlo con calma y mantenerse firme acompañando y apoyando a tu bebé para dejar atrás esto lo antes posible. Si bien todos los bebés atraviesan este cambio en el que se modifica el sueño, no a todos les cuesta el cambio, algunos ni siquiera muestran signos de estar viviéndolo. Así que no te asustes de antemano, ¡disfrutá cada momento que el tiempo vuela! Si estás en este momento y querés información y consejos prácticos para superar esta regresión tengo una clase especial para ti. Si en cambio esto ya pasó hace meses y no pudieron encaminar el descanso nuevamente también te puedo ayudar con los planes personalizados donde te vamos a dar paso a paso la fórmula para que todos puedan Volver a Dormir.
Seguí los consejos de Luciana Jinchuk, nuestra Consultora de sueño infantil, para un descanso más reparador de los recién nacidos. 
CON LOS HIJOS luciana jinchuk Los bebés no nacen sabiendo si es de día o de noche, por eso nos puede pasar que duerman todo el día y de noche quieran pasar más tiempo despiertos. Esto es porque no nacen con el ritmo biológico, o ritmo circadiano, desarrollado. El recién nacido no segrega melatonina (la hormona que nos induce el sueño); recién a partir de los 3 o 4 meses aproximadamente, y con la ayuda de nuestra gran aliada la luz natural, es que empiezan a segregar esa hormona y comienzan a ordenar su reloj biológico. Este relojito interno que tenemos todos los seres humanos nos ayuda a ordenar nuestros días y noches, predice cuándo vamos a tener hambre, sueño, y ¡hasta cuándo vamos al baño! Cuando tenemos horarios diferentes todos los días nuestro cuerpo se estresa, no le gusta que hagamos eso y le cuesta adaptarse –por eso cuando viajamos el cambio horario nos afecta tanto. A los bebés salirse de esta rutina horaria los estresa y afecta mucho más (los adultos sabemos adaptarnos mejor). Por eso, mantener horarios similares –más/menos media hora– para dormir tanto en el día como en la noche los ayuda a ordenarse y a esperar lo que se viene. Esto hace que no peleen tanto la hora de dormir y que lo logren mucho más fácilmente. De la misma forma cambiar sus horarios día a día y dejar librado al azar el momento que los llevamos a dormir hace que luchen más con el sueño y que probablemente lleguen sobre cansados. ¿Cuál es ese horario? Entre las 18:00 y las 21:00 en términos generales a partir de los 3 meses aprox. En general lo que se recomienda es entre las 19:00 y las 20:00 para sincronizar la hora de dormir con la hora que se hace de noche pero depende de las rutinas y costumbres de cada familia. Espero te sirva este dato que además podés poner en práctica desde hoy.
CON LOS HIJOS luciana jinchuk Es básico que el bebé o niño se sienta seguro y feliz en el lugar donde se va a dormir. Se tiene que sentir cómodo, seguro, tranquilo que allí donde se duerma es donde se va a despertar. Por eso hacemos tanto énfasis en generar un lugar al que vaya siempre, en las mismas condiciones y más o menos siempre a la misma hora, porque así como para uno es importante el cuarto y la cama y que sean lugares “lindos”, ¡para ellos también! Ya sea en tu misma cama, en tu mismo cuarto, en el suyo propio o en el que comparta con sus hermanos para él tiene que ser su lugar. Contale con cuánto amor lo preparaste, mostrale que sus cosas están ahí, esforzarte por que sea realmente suyo, y por sobre todo reforzale qué lindo es que duerma ahí. Y si van a ir a dormir a otro lado llévale algo que lo haga sentir en casa, vas a ver que ayuda un montón. Muchas veces sin darnos cuenta lo usamos como castigo, “si te portás mal en vez de dormir con nosotros te vas a tu cuarto”; o les hacemos sentir que los rescatamos cuando los sacamos de su cuna en la mitad de la noche y los llevamos a dormir a nuestra cama... y eso hace que le pierdan cariño a su espacio. ¡Pensemos desde su lugar! A medida que vaya creciendo pedile que te diga qué es lo que más le gusta de su cuarto o su cama y que los ayude a elegir, por ejemplo, las sábanas o el acolchado o un almohadón para que lo sienta aún más como propio. Lo mismo vale para cuando hacemos la transición del cuarto de mamá y papá al cuarto propio, aunque sea chiquito y sientas que no entiende siempre mostrarse entusiasmados y explicarles todo es importante ¿Lo habías pensado así? ¿Tu hijo “quiere” su lugar de dormir? CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
CON LOS HIJOS luciana jinchuk ¿Alguna vez escuchaste hablar sobre el sueño chatarra? Probablemente no, pero sí debés haber escuchado hablar sobre la comida chatarra. Esto es, alimentos que nos dejan sensación de saciedad pero no nos nutren, por el contrario, afectan nuestra salud. Así como debemos cuidar lo que comemos, debemos cuidar y alimentar nuestro descanso de calidad y eliminar el chatarra. Entonces, ¿qué es el sueño chatarra? Se conoce como “sueño chatarra”, al sueño que no aporta ningún valor restaurativo para el cuerpo. No permite tener un desarrollo neurobiológico y físico adecuado. En el caso de los bebés y niños pequeños se considera que el dormir a deshoras, dormir poco o en exceso, dormirse tarde por la noche, dormir en movimiento, no dormir la cantidad de siestas que necesita según su edad, dormir con luz, dormir en lugares demasiado ruidosos no permite alcanzar un descanso óptimo y por lo tanto no es tan reparador como necesitarían. Para evitar que el sueño sea de mala calidad intentá cuidar que el ambiente de sueño de tu hijo sea el mejor (oscuridad, ruido blanco, temperatura fresca), ofrecé siestas en horarios adecuados a su edad, cuidando ventana y señales de sueño: procurá que tu hijo duerma sus requerimientos de sueño diurnos y nocturnos, evitá las siestas en movimiento. Tratá que todos los días duerma tanto en el día como en la noche a la misma hora (más/menos media hora). Así como es nuestra responsabilidad cuidar su alimentación, también lo es su descanso. Pensá qué te pasa a ti cuando dormís una siesta el fin de semana y te afecta luego el sueño nocturno, ¡te dormís más tarde y ya te desbalancea el comienzo de la semana! Acordate de la regla del 5/7: si de cada 7 días hay 5 en los que podés ofrecer sueño de calidad entonces relájate los otros 2 días! Busquemos siempre el equilibrio. Si necesitás ayuda con esto no dudes en contactarme, estoy segura que juntos lo vamos a resolver ?
CON LOS HIJOS luciana jinchuk Así le llamo yo a eso que hacemos los padres cuando nuestros bebés apenas hacen un ruidito o cuando finalmente se despiertan o lloran por las noches. Hacemos lo que sabemos nos funciona en el momento: ponerlo al pecho, darle una mamadera, pasearlo, hamacarlo, traerlo a nuestro cama, cantarle, ponerle música, reponer el chupete, darle la mano, saltar en la pelota, ponerlo en el cochecito… las opciones son muchas. El resultado es que en el momento nos funciona pero quedamos estancados y se sigue despertando y seguimos haciendo lo mismo. Los micro despertares son absolutamente normales, los tenemos todas las personas todas las noches. Incluso los bebés que “duermen de corrido” también los tienen. La diferencia es que los resuelven solos y muy bien sin tener que depender de nadie más para poder seguir durmiendo. RELACIONADAS Volver a dormir: ¿Cómo saber cuándo llevar a dormir a bebés y niños pequeños? Estos son los tres errores más comunes que tenemos a la hora de dormir Volver a dormir: Las siestas en los primeros cuatro meses de vida Así funciona el cerebro cuando dormimos menos de seis horas por noche Mientras sigamos atajando los despertares estos se van a seguir dando, acordate que para ver un cambio hay que hacer un cambio. Los cambios nos incomodan, nos dan trabajo, nos hacen dormir menos algunos días pero son los que a la larga nos ayudan a encontrar el buen descanso, ese que tanto anhelamos y que tanto bien nos va a hacer a todos en casa. Si sentís que esto es lo que les está pasando en casa, tranquila. Es absolutamente normal y es lo que nos sale hacer cuando estamos agotados y lo único que queremos es poder volvernos a la cama. Con la ayuda de mis planes personalizados vas a ver que en pocos días ya ven el cambio y se eliminan esas asociaciones de sueño que nos dejan en el círculo vicioso de los despertares nocturnos. CONOCÉ A NUeSTRA COLUMNISTA