La Nación/GDA
La creatividad suele considerarse una cualidad innata, un talento exclusivo de artistas o mentes visionarias. Pero en realidad, está lejos de ser un privilegio reservado: la creatividad es una habilidad que cualquiera puede desarrollar y aplicar en distintos aspectos de la vida, incluso en la gestión de sus finanzas. ¿Qué sucedería si, en lugar de aferrarnos a las estrategias tradicionales para manejar el dinero, empezáramos a explorar enfoques más innovadores? En este Finanzas de Bolsillo, descubrirás cómo la creatividad puede convertirse en un motor transformador para mejorar tu relación con el dinero.
Desde idear formas originales de aumentar tus ingresos hasta aprovechar al máximo tus recursos, te ofreceremos herramientas prácticas y reflexiones diseñadas para sacarte de tu zona de confort financiera y poder adoptar una mentalidad más creativa y audaz en tus decisiones económicas.
Dinero y creatividad
Ser creativo con el dinero implica ir más allá de las estrategias financieras tradicionales para explorar formas novedosas de administrar, invertir y generar ingresos. Este enfoque te invita a cuestionar los métodos establecidos, adaptándolos a tus propias necesidades y circunstancias, en lugar de limitarte a seguir manuales convencionales de finanzas personales.
La creatividad financiera no se trata de descartar por completo los métodos clásicos, como ahorrar un porcentaje fijo de tus ingresos o invertir en opciones seguras. Más bien, se trata de reinterpretarlos para hacerlos más flexibles, eficientes y relevantes para tu estilo de vida.
Tu hobby e ingresos
Todos tenemos pasatiempos o actividades que disfrutamos en nuestro tiempo libre: cocinar recetas creativas, pintar paisajes, diseñar objetos decorativos o incluso jugar videojuegos. Sin embargo, muchas veces no consideramos que estas actividades pueden convertirse en una fuente de ingresos reales. ¿Por qué no darle un giro a aquello que te apasiona y transformarlo en una oportunidad económica?
¿Cuáles son los primeros pasos para monetizar un hobby?
Identificá el potencial de tu pasatiempo: preguntate si existe un público interesado en lo que hacés. Por ejemplo, si te gusta cocinar postres, podrías venderlos en tu barrio, en ferias locales o a través de redes sociales. Si te encanta pintar, tus obras podrían venderse como piezas únicas o ser adaptadas para merchandising, como impresiones o postales.
Definí tu propuesta de valor: pensá qué hace único tu hobby y cómo podrías destacarte. Por ejemplo, si diseñás objetos decorativos, tal vez podés ofrecer personalización o trabajar con materiales reciclados, algo que atraiga a un público interesado en productos sostenibles y exclusivos.
Empezá “pequeño”: no necesitás una gran inversión inicial. Podés comenzar a ofrecer tus productos o servicios a tu círculo cercano (familiares, amigos o conocidos) y usar ese feedback para mejorar y definir tu estrategia.
Aceptar el error
En el camino hacia una mayor creatividad financiera, equivocarse es parte del proceso. Lejos de ser el final del camino, los errores son pasos necesarios para aprender y crecer. En vez de dejar que el miedo a equivocarte te paralice, es clave cambiar el enfoque: cada error es una oportunidad para revisar qué salió mal, ajustar tus estrategias y avanzar con más conocimiento.
Un ejemplo práctico es explorar el mundo de las inversiones. Imaginá que decidís dar tus primeros pasos en el mundo de las inversiones, arrancando con un monto moderado en un terreno nuevo para vos, como las criptomonedas. Investigaste lo básico, elegiste una plataforma confiable y destinaste $ 10.000 para comprar una criptomoneda emergente. Al cabo de unos meses, su valor cae un 30%, lo que significa una pérdida. En este escenario, podés verlo como un fracaso y abandonar, o aprovecharlo como una lección clave para afinar tu enfoque. Reflexionando sobre lo que pasó, podrías identificar áreas para mejorar.
Aprender sobre diversificación: al poner todo en un solo activo, asumiste más riesgo. Podrías repartir tu inversión en otros sectores. Estudiar tendencias y análisis: invertir más tiempo en entender el análisis técnico o fundamental antes de tomar decisiones. Mantener una perspectiva a largo plazo: las criptomonedas son volátiles; tal vez esa inversión aún tiene potencial, pero necesita tiempo para madurar.
Conexiones inesperadas
La creatividad financiera muchas veces aparece cuando descubrís conexiones inesperadas entre recursos o situaciones que, a simple vista, parecen no estar relacionadas.
Es una cuestión de mirar más allá de lo obvio y buscar formas ingeniosas de usar lo que ya tenés para generar valor. Estas oportunidades suelen estar escondidas en la rutina diaria o en beneficios que, por costumbre o falta de tiempo, no aprovechamos al máximo.
Ejemplo práctico: usar descuentos bancarios o promociones para reinvertir en un proyecto. Muchas tarjetas de crédito, bancos y billeteras virtuales en el país ofrecen promociones o descuentos en lugares como supermercados, tiendas de tecnología e incluso marketplaces. En vez de usar esos beneficios únicamente para ahorrar en gastos diarios, podrías destinarlos a fortalecer tu emprendimiento o hacer crecer una idea. Si tu banco te da un 20% de descuento en tecnología, podés aprovecharlo para comprar una impresora, un smartphone o cualquier herramienta que te ayude a gestionar mejor tu negocio.
O, por ejemplo, si tenés un emprendimiento gastronómico, usá los descuentos en supermercados para comprar insumos al por mayor a menor costo. Con ese ahorro, podrías probar nuevas recetas, mejorar el packaging o invertir en una campaña de promoción.
La creatividad aplicada al dinero no es un lujo reservado para unos pocos, sino una habilidad que cualquiera puede desarrollar.
Con el tiempo, las prácticas creativas que hoy parecen un desafío se volverán hábitos, y esos hábitos serán la base de un cambio profundo y sostenible.
Construí tu ahorro de emergencia
Si el estímulo que nos impulsa a realizar un esfuerzo (económico, en este caso) es el adecuado, tendremos ya la mitad de la batalla ganada. Para ello, debés definir el primer objetivo por el cuál vas a comenzar a ahorrar todos los meses, ya que caso contrario toda acción estará destinada al fracaso temprano. Si estás incursionando por primera vez en este campo, la recomendación es que tu primer objetivo esté relacionado con construir tu ahorro de emergencia.
La construcción de tu ahorro de emergencia comienza con el conocimiento al detalle de tus gastos. Lo primero que necesitás hacer es clasificarlos de manera tal de conocer no solo la cifra total de tus gastos mensuales, sino también la proporción de gastos fijos y gastos variables.
Se sabe que una de las mayores fuentes de estrés hoy en día pasa por lo financiero. ¿Qué voy a hacer si me quedo sin trabajo? ¿Cómo voy a pagar el alquiler o mis gastos? Poseer un ahorro de emergencias reduce considerablemente estas preocupaciones al saber que se cuenta con un lapso de al menos 6 meses para volver a reinsertarse en el mercado laboral o generar otro tipo de ingresos por cuenta propia aprovechando las ventajas actuales del teletrabajo.
El objetivo del ahorro para emergencias no es generar con él mayores ingresos, sino mantener el poder adquisitivo de ese excedente en el tiempo. Antes que el rendimiento que podamos lograr con ese dinero debe estar la facilidad de acceder a él. Lo ideal es colocar ese dinero en moneda dura (dólares, euros) o en una inversión líquida.