En su informe de enero para clientes (al que accedió El País), el banco brasileño Itaú prevé que la economía uruguaya crezca 2,5% este año, tras estimar una expansión de 5,4% en 2022 (los datos recién se conocerán a mediados de marzo).

“Una probable temporada turística favorable a principios de año y el inicio de la producción de una nueva planta de celulosa mitigarán el lastre de un entorno externo más débil”, señaló el reporte.

“Las lluvias moderadas son un riesgo a la baja a nuestra proyección de crecimiento, debido a su posible impacto en el sector primario”, advirtió.

Para 2024, Itaú prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay crezca 3%.

En cuanto al mercado laboral, el banco prevé un deterioro respecto a 2022 (ver nota en página anterior) y que el desempleo cierre 2023 en 8,3% de la Población Económicamente Activa (PEA). Para 2024, el desempleo estimado es de 8% de la PEA.

En cuanto a los precios, tras la desaceleración que tuvieron en diciembre del año pasado, el banco mantiene sin cambios su pronóstico para 2023 de una inflación de 7,5%.

Esto está fuera de la meta del gobierno de entre 3% y 6%, aunque supone una menor suba de precios que el 8,29% que se dio en 2022.

“Una moneda fuerte, una postura de política monetaria restrictiva, precios más bajos de las materias primas y una actividad más débil ayudarán a que la inflación se desacelere”, afirmó Itaú.

En cuanto al déficit fiscal, el informe indicó que en 2022 se comportó “probablemente mejor que el objetivo” (el dato se conocerá a fin de este mes). En ese sentido, el déficit fiscal del gobierno central habría sido de 2,9% del PIB en 2022 (el objetivo del gobierno es de 3,1% del PIB).

Para este año y 2024, el rojo de las cuentas públicas continuaría mejorando según la proyección de Itaú a 2,6% del PIB y 2,3% del PIB respectivamente.

En cuanto a las estimaciones sobre el dólar, el banco proyecta que cerrará este año en $ 42,50. Para 2024, prevé que la moneda estadounidense finalice en $ 44,20.

Por último, Itaú remarcó el fin del ciclo de ajuste monetario. En diciembre el Banco Central del Uruguay (BCU) elevó su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos a 11,5% (ver nota en está página), lo que estuvo por debajo de lo que esperaba Itaú (aumento de 50 puntos básicos).

“Esperamos recortes de tasas solo en el segundo semestre del año. La magnitud y el momento exacto de los recortes dependerá de la evolución de la inflación y las expectativas”, analizó el informe. En ese marco, el banco estima que la tasa de política monetaria terminará 2023 en 11% y continará descendiendo hasta cerrar 2024 en 9%.