Oddone defendió ante empresarios el Presupuesto, al que calificó de "cosmopolita, audaz y austero"

El ministro de Economía y Finanzas (MEF), Gabriel Oddone, explicó y defendió lospilares del presupuesto nacional que presentó al Parlamento, con ánimo de aclarar dudas y convencer, según sus propias palabras. El ministro se dijo seguro de sus cálculos y propuestas, a consideración del Parlamento, pero reconoció que “el riesgo que existe es que comunicacionalmente no seamos claros al explicar lo que estamos haciendo y por qué”, afirmó. Y que se entienda la posición del MEF es fundamental para que, por ejemplo, no se impacte negativamente el clima de negocios, agregó.

Esto sucedió anoche en el Piso 40 del World Trade Center (WTC), en una exposición que realizó el ministro Oddone como invitado especial del “Ciclo Gobierno” organizado por el Club de Ejecutivos de Montevideo, una cita a la que acudieron autoridades de gobierno, entidades públicas y, mayoritariamente, empresarios y gerentes del sector privado.

Oddone comenzó compartiendo que el Presupuesto uruguayo, como concepto y práctico, es una “curiosidad” —así lo calificó— en el mundo. “Ningún país tiene un presupuesto quinquenal, sino anual”, dijo, aclarando que esto es así como “resabio” de los años 1967, época en la que predominaba la idea de proyectar a cinco años. A pesar de que en otros países ha caído en desuso, Oddone defendió el presupuesto quinquenal: “El ejercicio es de muy sana política y se puede corregir. Obliga a un marco fiscal a cinco años que da algunas certezas, orienta la discusión en el Parlamento, marca la cancha y acota la discusión, permite fijar prioridades y enmarca también el diálogo político y de empresarios”, fundamentó.

Este año, para la elaboración del presupuesto, el gobierno partió de la convicción de que el mundo multilateral, cooperante y con agendas supranacionales, seguirá adelante. “Si no, el presupuesto no sería correcto”, apuntó Oddone al destacar que el mundo global está en discusión (piénsese en las barreras arancelarias impuestas desde la administración Trump), “pero no en retroceso”.

Ignacio Sánchez. El País.

“Por eso nos adherimos a una tendencia mundial tributaria, que es el impuesto global. Nos sumamos a esa tendencia y está en la agenda del gobierno”, agregó al referirse al Impuesto Mínimo Global (IMG), que aparece en el presupuesto y busca redirigir a Uruguay el pago que grandes empresas hacen en el exterior.

En esa línea, apuntó que actualmente “estamos ante negocios afectados por los aranceles de Trump que quieren venir a Uruguay buscando un régimen diferente”. A su entender, Uruguay, como país pequeño y abierto al mundo, “debe jugar al arbitraje tributario global, con herramientas nuevas”, insistió el ministro.

Oddone dijo que la proyección del MEF sobre el crecimiento de la economía de Uruguay de 2,4% (lo que algunos analistas y la oposición consideran “excesivo”) no lo es, dado que se basa no solo en estudios de su equipo de trabajo, sino también del Banco Central (BCU) y son cónsonas con las del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Reconoció que esa proyección puede ser “optimista”, pero que se puede alcanzar. Agregó que, es cierto que en los últimos diez años, el PIB de Uruguay creció a alrededor del 1% (promedio anual), pero que en el último quinquenio incidieron negativamente la pandemia y la sequía. Es decir, si se corrigen o depuran esos impactos (coyunturales), el PIB habría crecido 2% o 2,2%, por lo que proyectar 2,4% es un poco más, señaló.

“Si no pudiera proyectar el 2,4% tendría que hacer un ajuste fiscal hoy”, reconoció casi a modo de sentencia.

Ignacio Sánchez. El País.

En ese momento, resumió: “Este es un presupuesto optimista, audaz (estamos seguros de que lo que estamos haciendo va a ser objeto de correcciones y agregados de la oposición y de muchos miembros de la comunidad empresarial y otros agentes) y austero, muy austero”. Recordó entonces que el país tiene una asignación presupuestal de US$ 10.000 millones (gobierno central-BPS) y que los recursos no alcanzan.

Repetidas veces mostró confianza en las medidas que el MEF busca implementar, tales como hacer el ajuste fiscal por el lado de los ingresos y no de los gastos (“porque ese es el mandato que tenemos de la ciudadanía”, dijo), que los ajustes fiscales se harán hacia el final del período y no al principio (porque es cuando entrará la recaudación del impuesto global), afirmó que Uruguay debería cumplir con las recomendaciones de la OCDE sobre el secreto bancario (ya que es una tendencia mundial y, de no hacerlo, podría incluso perjudicar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, dado que ese bloque se maneja bajo los parámetros de la OCDE), entre otros temas.

Oddone señaló que las medidas de “desempapelamiento” (es decir, desregular cuando se identifique que la carga es pesada) van por el lado de agilizar procesos, aumentar eficiencias y atraer inversiones, pero que ese “acelerar”, no debe ir en detrimento de que Uruguay siga siendo un país “garantista”, una distinción en la región.

Dio muchos ejemplos de áreas de mejoras que se pueden hacer a nivel del retail, registros y autorizaciones sanitarias, entre otras, que parecen “pequeñas cosas, pero no lo son”. Ya el MEF ha comenzado a trabajar en esa dirección, en coordinación con otras entidades, según anunció.