La Expo Rural del Prado sirvió de escenario para que autoridades del gobierno hicieran ayer una puesta al día y anuncios sobre sus respectivas áreas, con ponencias de Alejandro Sánchez, secretario de la Presidencia de la República; Juan Castillo, ministro de Trabajo y Seguridad Social; y Valeria Csukasi, subsecretaria de Relaciones Exteriores. La conferencia denominada “Del diálogo a la acción: Políticas de Estado para el Desarrollo”, fue organizada por la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE), y contó con la presencia de un considerable número de autoridades de gobierno y de organismos públicos y privados.
Estaba prevista la presencia del ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, pero no pudo asistir por haber tenido que ir al Parlamento, a defender el proyecto de ley Presupuesto, según comunicó Sánchez.
En la apertura, Leonardo Loureiro, presidente de la CCE, afirmó que la confederación le presentó al gobierno una “Agenda para el Desarrollo”, que consta de cuatro pilares: profesionalización y mayor innovación del sector privado; lograr un Estado moderno y eficiente —“que evite el atraso cambiario”, dijo—; diversificar los mercados; y apuntar a un desarrollo sostenible a través de la transformación educativa y la educación dual.
Seguidamente, Loureiro criticó algunos puntos del Presupuesto presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al considerar que el planteo de reducir el déficit fiscal al final de período difiere de lo que hicieron otras administraciones, “que lo plantearon al principio del mismo”, afirmó. También se dijo “preocupado” por la eliminación del tope del gasto público en la nueva regla fiscal presentada por el MEF.
En otro orden, consideró que los cambios propuestos en materia de ciencia y tecnología en el presupuesto son tardíos. “No podemos esperar al 30 de junio de 2027 para tener un Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación, con todo el proceso de discusión realizado por el Conicyt desde el 2018, todo el diálogo realizado con el gobierno pasado y con todos los actores en el sector, los cuales, además, seguimos siendo los mismos”, reclamó Loureiro.
Mensaje desde la Presidencia
Alejandro Sánchez destacó que “en la última década no sucedió, desde lo económico, nada relevante en el país”, al mencionar que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) había sido solo de alrededor 1% promedio anual. Esto lo llevó a plantear que Uruguay necesita mejorar la matriz de protección social, en especial ante la incertidumbre del entorno.
“Si 10 años atrás les hubiera dicho que el secretario general del Partido Comunista Chino hoy es defensor del libre comercio y del multilateralismo, y que el presidente de Estados Unidos es defensor del proteccionismo, hubieran pensado que yo estaba loco”, afirmó.
A su entender, los cambios que se producen en el mundo son muy sorpresivos y, siendo Uruguay un país “tomador de precios internacionales”, hay que ver más que nunca qué está pasando afuera para definir mejor cómo hacer crecer la economía, que depende en gran parte del exterior.
Su propuesta, entonces, alineada con los planteamientos del presidente Yamandú Orsi y con el MEF, fue acelerar el crecimiento económico fundamentalmente a través de inversiones, como forma de asegurar puestos de trabajo y salarios, así como para sostener la convivencia social.
Sánchez habló de la importancia de que Uruguay se diferencie por la calidad de sus productos para tener mejores resultados; recordó que otros países exportan sus excedentes, pero Uruguay no; se refirió a la necesidad de ampliar mercados y profundizar los que ya se tienen; aclaró que el “desempapelamiento” (simplificación de trámites que propone el MEF) no va en detrimento de los controles; y destacó que hay que capacitar más, comenzando por el sistema educativo mismo.
“Sin educación no podemos tener matriz productiva más densa y avanzar en las cadenas de valor”, fundamentó.
Asimismo, apuntó que las empresas se tienen que reconvertir, así como el Estado, lo que no significa “refundar”, dijo.
“Tenemos que jugar en todas las canchas, pero saber dónde hacer los goles”, afirmó en otro momento al referirse a que todos los mercados de exportación son buenos para Uruguay (léase, Estados Unidos, China, Europa), pero advirtió que se debe tener más en cuenta el potencial de los países de Asia, además de China, y algunos de Medio Oriente, los cuales significan mayores oportunidades, dado el crecimiento que están registrando.
“Los mercados asiáticos, sacando a China, se llevan el 8% de las exportaciones de Uruguay, eso es poco para el potencial de esos países. Hay que poner más atención allí”, dijo, mostrando alineación con los objetivos de Cancillería.
“Brasil nos genera dificultades para ingresar con nuestro software”, agregó al referirse a los mercados cercanos a profundizar.
Sánchez también consideró que “en el mundo nadie anda firmando tratados de libre comercio (TLCs) y sí hay acuerdos entre bloques. Hay que ir por ahí”, dijo, ejemplificando en el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE).
Además de ir por “negociaciones por bloques”, consideró que hay que ir por “negociaciones por producto”, tratando de bajar o quitar aranceles. “Hay que lograr bajada de aranceles en el mercado chino, con los lácteos”, sostuvo ante la presencia en el evento del embajador de China en Uruguay, Huang Yazhong.
El secretario de Presidencia hizo notar que solo el 18% de las empresas en Uruguay exportan el 95% de las exportaciones totales del país. “Las pymes deben exportar también”, apuntó.
Finalmente, mencionó que próximamente se anunciará un “decreto de riego” a nivel nacional y anunció dos proyectos en los que no quiso adentrar, pero adelantó que tienen que ver con producir más terneros y con la agenda sanitaria y fitosanitaria.
Otro de sus anuncios fue que las agencias que se encargan de la promoción de Uruguay en el exterior van a ser centralizadas, “para darle escala a sus aportes”, fundamentó someramente.
Agenda de inserción internacional
Valeria Csukasi centró su discurso en la inserción comercial internacional de Uruguay, y en la necesidad de diversificar la producción, las exportaciones y los destinos.
“A seis meses de asumir el gobierno, hay resultados”, dijo al mencionar que la Comisión Interministerial de Comercio Exterior (Ciacex) está funcionando, entre otros avances.
La Ciacex es un espacio de coordinación liderado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, que busca consolidar políticas de Estado para la inserción económica internacional del país, integrando al MEF, a los ministerios de Ganadería, Industria y Turismo, y a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). “Hay interés en incorporar al sector privado”, agregó la vicecanciller.
Comentó que “hay pocos mercados a los que el sector agroindustrial uruguayo no llega, pero se puede acceder a más”, como Indonesia, Filipinas, Vietnam y otros países del este asiático. También mencionó a Centroamérica.
Además habló de productos que podrían ser más aprovechados en la exportación a esos u otros mercados, como los lácteos y la madera. Hizo referencia a los aspectos sanitarios (en los que hay fortalezas) y arancelarios, “que son más complejos y nos pueden dejar afuera de mercados, o con margen de ganancias menores que la competencia”.
Csukasi se mostró positiva con una posible conclusión del acuerdo Mercosur-UE este año, así como Mercosur-EFTA este mes de septiembre.
Como anuncios, se retoman las negociaciones Mercosur-Corea y se le dará más impulso a Mercosur-Indonesia y a Mercosur-Vietnam, según anunció. Asimismo, Uruguay busca alternativas para colocar su producción en forma unilateral —dijo— y en esa línea, se va a profundizar en las relaciones Uruguay-Perú, entre otras iniciativas.
En la agenda de Cancillería, está la visita a todos los países que son de interés de Uruguay durante el período 2025-2029, “para que resulten en negocios reales”, concluyó.
Ministerio de Trabajo
Juan Castillo hizo especial énfasis en el sector agroindustrial, considerando que éste representó entre el 6% y 7% del PIB de Uruguay entre 2019 y 2022. Si se suman los subsectores y las industrias asociadas, se llega a entre 14% y 16%.
Asimismo, el sector emplea al 8% de la mano de obra del país; 14% si se considera a la industria en su conjunto. “El 9,5% de los cotizantes del BPS pertenecen al ámbito rural”, agregó Castillo, quien repasó otras cifras, en especial la que muestra que el sector realiza el 80% del total de exportaciones del país. Todo esto para concluir en la necesidad de actualizar los perfiles agroindustriales y laborales, y tecnificar más.
Lo cierto es que los cambios tecnológicos han multiplicado la actividad de producción nacional y el empleo a lo largo de los años, pero hay mucho por hacer. Enumeró que todavía hay un índice de desempleo y de informalidad laboral considerable en el agro, se acortaron las actividades zafrales, y hay discontinuidad del trabajo en el campo por la migración de jóvenes a la ciudad, entre otros asuntos pendientes.
“Somos un país agropecuario que necesita incorporar más tecnología como motor de la economía”, insistió, al tiempo que habló de actualizar la legislación laboral y los acuerdos, los que deben incluir más temas de equidad y formación permanente.
Sobre la negociación colectiva en curso, afirmó tener “expectativas de que se logren acuerdos no solo en lo salarial, sino en las condiciones de trabajo”.
Los conferencistas coincidieron en que ya existen muchos diagnósticos consensuados entre los distintos actores sociales, pero falta que las cosas sucedan; esto es, pasar del diálogo a la acción, tal como planteó el título de la convocatoria del evento.