EXPECTATIVAS

Tras el impacto que significó el COVID-19 en buena parte de 2020 y en el inicio de 2021, la economía uruguaya afianzó su recuperación en el tercer trimestre del año al registrar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5,9%, frente a igual período del año pasado y una suba de 2,7% en la medición desestacionalizada, es decir, en comparación con el segundo trimestre del año.

Esto impulsó a que las perspectivas de economistas, consultoras, bancos y AFAP, consultados por el Banco Central (BCU) sobre el crecimiento de la economía uruguaya mejoraran significativamente al cierre del año, mientras que las proyecciones de inflación se mantuvieron casi sin cambios.

Según los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas y de Inflación correspondientes a diciembre y publicados ayer por el BCU, los analistas consultados prevén en mediana -se ordenan las respuestas de menor a mayor y se toma la del centro- que el PIB tenga un crecimiento de 4% en 2021 y de 3,3% en 2022.

Esto implicó un aumento en relación a la previsión de noviembre cuando estimaron que crecería 3,1% y 3%, respectivamente.

Las proyecciones de la actividad económica para 2021 oscilaron entre un mínimo de 3% y un máximo de 4,5%, mientras que las estimaciones de cara al 2022 variaron entre un mínimo de 2,5% y un máximo de 4,5%.

Para 2023 los analistas esperan en mediana un crecimiento del PIB de 2,73%, algo menor a lo estimado en noviembre cuando preveían una suba de 2,83%.

“La revisión al alza del PIB para 2021 era previsible al internalizarse el buen desempeño económico del tercer trimestre. Y probablemente habrá alguna corrección adicional, porque 4% supone contracción en el cuarto trimestre y los indicadores coincidentes apuntan a una expansión”, indicó a El País el economista y socio de Vixion Consultores, Aldo Lema.

A su entender, “con los antecedentes disponibles, Uruguay habría crecido en torno a 4,5%” este año y para 2021 “el consenso ahora se ubica dentro del rango 3% a 5% que estimo”.

Por su parte, el gerente del área de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski explicó a El País que la mejora en las expectativas de los analistas consultados por el BCU, “fue bastante generalizada, sobre todo para 2021” y dijo que esa corrección al alza “está totalmente vinculada con los (últimos) datos del PIB que pusieron un piso de crecimiento para 2021 del 4% y también generaron cierto piso de crecimiento por la inercia que tiene el PIB para el 2022”.

De acuerdo con el economista, “si bien todavía no hay ninguna cifra del último trimestre, los indicadores adelantados son todos coincidentes en que la recuperación habría seguido en este último trimestre”.

Otro aspecto a tener en cuenta, según señaló Cichevski, es que en el primer trimestre de 2022 “vamos a tener el impulso económico del turismo que no tuvimos el año pasado”. A su entender, ese impacto “probablemente” haga que al llegar al segundo trimestre, es decir al promediar el año 2022, “la economía ya se encuentre en niveles por encima de los del año 2019”.

Las expectativas de inflación de los analistas se mantuvieron en diciembre casi sin cambios en comparación con la encuesta anterior y reflejaron que aún están por encima de las proyecciones incluidas en la última Rendición de Cuentas y por fuera del rango meta propuesto por el gobierno, que espera que el indicador se ubique entre 3% y 7% en el año y entre 3% y 6% a partir de setiembre del año que viene.

En este sentido, los consultados estimaron en mediana que la inflación cerrará el 2021 en 7,9%, al igual que la proyección de diciembre. En tanto, se registraron leves alzas de cara a las estimaciones de 2022 y 2023. Para los próximos dos años, los analistas prevén que la suba de precios se ubique en 6,9% y 6,5%, respectivamente, mientras que en la medición anterior habían estimado una inflación de 6,8% y 6,3%.

El hecho de que las expectativas de inflación sigan por encima del nivel objetivo del BCU, “marca la cancha de cara a la próxima reunión del Comité de Política Monetaria (Copom), donde se va a discutir la posible nueva alza en la tasa de interés referencial”, indicó Cichevski.

En este sentido, el economista de CPA Ferrere anticipó que “habrá una suba”, aunque aún se desconoce su magnitud.

“El BCU va a continuar con esa política más contractiva pero no está exenta de dilemas porque obviamente tiene su contracara en un tipo de cambio más apreciado, es decir, en un dólar más bajo”, explicó Cichevski.

En términos del mercado laboral las proyecciones de los analistas reflejaron una mejora. De cara al 2022 los consultados esperan que la tasa de empleo se ubique en 56,65% en el promedio anual. “Esto surge de la encuesta trimestral del BCU que venía mostrando hasta ahora cierto rezago en lo que iba a ser la recuperación del empleo.

Previamente se esperaba una recuperación a los niveles prepandemia para 2023 y eso ahora ocurriría en el promedio del año en 2022, prácticamente se adelantó un año y eso en línea con el último dato del mercado laboral”, indicó Cichevski.