Lista inteligente: las frutas y verduras que conviene comprar hasta el 25 de diciembre de 2023

La Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) actualizó sus recomendaciones de los mejores productos, tomando en cuenta su precio y sabor, que rigen hasta el día en que se celebra la Navidad.

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Feria de frutas y verduras en Montevideo.
Feria de frutas y verduras en Montevideo.
Foto: Ariel Colmegna / Archivo El País

Redacción El País
La "lista inteligente" es publicada por la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) y se trata de las frutas y verduras de estación recomendadas por tener óptimas condiciones de sabor y valor nutricional, pero que, además, cuentan con un mejor precio por su abundante oferta.

¿Qué frutas y verduras comprar hasta el 25 de diciembre de 2023?

Para esta semana, la UAM recomienda comprar cebolla, ciboulette, damasco, durazno, lechuga, pepino, repollo, zanahoria y zucchini. También explica cuáles son sus beneficios y recomienda buenas prácticas para su almacenaje y consumo:

Cebolla: es originaria de las zonas montañosas de Asia Central. En Uruguay, se cultivan dos variedades: las blancas y las coloradas y su período de cosecha se extiende desde setiembre hasta febrero. Este producto tiene alto poder diurético y antioxidante, disminuye el riesgo de contraer cáncer de boca, faringe, laringe, esófago y estómago. También es muy beneficiosa para la salud de las vías respiratorias por su alto contenido de compuestos azufrados y es rica en vitamina C. Al momento de la compra elegir el producto firme, sin brotes ni raíces nuevas, con la mayor cantidad de cáscara posible, excepto en el caso de las cebollas tempranas. Se debe revisar especialmente la firmeza a nivel de cuello, porque allí se comienzan a expresar las podredumbres.
Para conservarla, se debe guardar en un recipiente cerrado dentro de la heladera, para que dure siete días.

Ciboulette: el consumo de esta hortaliza (que también califica dentro de la categoría de las hierbas aromáticas) ha crecido durante los últimos años, aumentando su comercialización y superficie de cultivo hasta llegar a la situación actual con abundante oferta durante todo el año. A la hora de elegir se recomienda buscar aquellos atados sin daños mecánicos, heridas y áreas oscuras. Observar que el elemento usado para mantener al atado unido, en ocasiones una banda elástica, no haya ocasionado daño a las hojas. Por tratarse de una especie que pertenece a la misma familia de la cebolla, el ajo y el puerro entre otros, posee un gran poder antioxidante asociado a su elevado contenido de compuestos azufrados.
La conservación debe ser en la heladera, en un recipiente cerrado, y durará tres días.

Damasco: en nuestro país, se trata de un cultivo menor, pero en los últimos años se observa una mayor oferta en el mercado y por un período más prolongado. También llamado albaricoque o chabacano, es originario de Asia y fue introducido en Europa por los romanos a través de Armenia, de ahí su nombre Prunus armeniaca. Es de la familia de las Rosáceas al igual que el durazno, la manzana o la pera. Es de bajo aporte energético y rico en fibra. Es rico en provitamina A y Vitamina C. Posee taninos que le proporcionan poder antioxidante. Por su contenido de potasio es recomendable como diurético. Se deben tratar con cuidado por su extremada fragilidad.
Una vez maduros, se deben conservar en la heladera en un recipiente o bolsa de papel o nailon agujereada. De esta forma, durarán cinco días.

Damascos sobre una mesa.
Damascos sobre una mesa.
Foto: Unsplash

Durazno: originario de Asia, el que se vaya a comprar debe tener un “color de fondo” —observado por debajo de las coloraciones rojas— lo más cerca del amarillo para indicar su madurez. Es una fruta que continúa madurando luego de la cosecha, hasta alcanzar cierto punto llamado madurez fisiológica. Lo mejor es conservarlo en condiciones ambiente y manejar el estado de madurez de la fruta. Si bien se conocen pocas variedades de durazno, en nuestro país la oferta está compuesta por más de 15 variedades importantes que presentan características diferentes y fechas de cosecha diferentes.
La conservación deberá realizarse fuera de la heladera, en un lugar oscuro, y durará de tres a cinco días.

Lechuga: es originaria de Medio Oriente y la zona del Mediterráneo. En nuestro país se produce a lo largo de todo el año, fundamentalmente en Montevideo y Canelones. La oferta se compone de varios tipos comerciales o variedades, entre las que se destacan las mantecosas o arrepolladas, las crespas, las romanas u oreja de burro y las moradas, entre otras. Su consumo favorece la digestión, mejora el tránsito intestinal y facilita la baja de peso. Posee acción diurética y depurativa. Este producto es rico en vitaminas A, B, C, D y E, folatos, calcio, cobre, hierro, fósforo y potasio, y es una muy buena fuente de fibra. Al momento de la compra se recomienda elegir el producto de aspecto fresco, turgentes, sin daños en las hojas y de colores intensos. Las coloraciones marrones en las nervaduras y tallos principales indican el fin del período óptimo de consumo.
Debe ser conservada en un recipiente cerrado en la heladera y tiene una duración de tres días.

Pepino: esta hortaliza de fruto pertenece al igual que el melón, la sandía, el zapallito, el zuchini y los zapallos a la familia Cucurbitaceae. Es originario del sur de Asia, donde se cultiva hace más de 3.000 años. Se trata de un fruto que presenta su madurez de consumo en estado fisiológico inmaduro. Por eso, a la hora de la compra, deben elegirse aquellos frutos que muestren semillas blancas y blandas sin desarrollar y piel de color verde oscuro e intenso, ya que las zonas amarillentas y/o opacas indican sobremadurez o producto envejecido por mala conservación. Evitar elegir frutos golpeados o herido.
La conservación deberá ser en un recipiente cerrado en la heladera y durará siete días.

Repollo: es originario de las zonas costeras de Europa Central y Meridional. En Uruguay se produce durante todo el año, aunque las condiciones más favorables para este cultivo se registran durante los meses de invierno. En el mercado local se distinguen tres tipos de este producto según el color y textura de las hojas: el repollo blanco, el colorado y el crespo. Este producto tiene propiedades antioxidantes, ayuda a prevenir el cáncer de boca, laringe, faringe, esófago y estómago. Además, su consumo aporta considerables cantidades de vitamina C, B y carotenoides. Al momento de la compra elegir repollos firmes, compactos, sin manchas, golpes o heridas, con las hojas externas frescas y no marchitas, sin coloraciones oscuras o amarillas, libres de insectos.
La conservación deberá hacerse en un recipiente cerrado dentro de la heladera para asegurar una duración de siete días.

Repollo.
Repollo.
Foto: Pexels

Zanahoria: sería originaria de Afganistán, según investigaciones históricas, desde donde se extendió a gran parte del mundo. En Uruguay, se cultiva durante casi todo el año, aunque cada otoño se registra una disminución en la oferta. Este producto previene el riesgo de contraer tumores de boca, faringe, laringe y garganta. Contiene carotenoides y es una excelente fuente de vitamina A, esencial para la salud de la vista, el buen estado de la piel y tejidos y para el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Al momento de la compra elija zanahorias sanas, firmes, crocantes y jugosas, de color anaranjado intenso y uniforme, sin coloración verde o púrpura en la zona del tallo.
Se debe conservar en un recipiente cerrado en la heladera para asegurar una duración de siete días.

Zucchini: esta hortaliza de fruto pertenece a la familia de las cucurbitáceas. A pesar de su similitud con el zapallito de tronco, tiene mayor parentesco con el tradicional zapallo criollo. En cuanto a la selección a la hora de comprar recomendamos seleccionar las piezas que no presenten golpes ni heridas, color brillante que indique frescura, firmeza, cuanto más pequeños generalmente son más tiernos, la semilla debe estar apenas comenzando a formarse en el interior del fruto. Se conserva por períodos muy cortos en heladera por pocos días. Períodos más largos de conservación a bajas temperaturas pueden generar daño por frío.
La conservación deberá ser en un recipiente cerrado en la heladera y durará cinco días.

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