Redacción El País
El frigorífico Canelones dejará de producir y enviará a licencia a casi 700 trabajadores en el medio de la crisis hídrica y la falta de agua potable en el área metropolitana.
La empresa llegó a esta decisión luego de un pedido de OSE para que se detuvieran las tareas, informó Subrayado y confirmó a El País Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA). Se entendía que el funcionamiento de la planta podría afectar el consumo de agua corriente de la población canaria.
Cardozo señaló que el cese de las funciones debido a la sequía se plantea en la interna del sindicato y de la empresa Minerva desde diciembre, cuando la falta de agua comenzó a tener sus primeras consecuencias.
El sindicato toma la decisión con “incertidumbre”, porque en un principio se adelanta la licencia, “pero si no cambian las condiciones climáticas” se puede pasar al seguro de paro.
Raúl Torres, dirigente del sindicato del frigorífico, dijo a Subrayado que la empresa comunicó la decisión este miércoles en la reunión bipartita. Allí les informó que se adelantaría la licencia y que desde el lunes 3 de julio todos los trabajadores, a excepción del sector Mantenimiento, entrarían en el régimen de licencia anual.
Torres dijo que la planta tomaba agua de un arroyo a escasos metros de la zona, pero que desde diciembre ese caudal “ya venía con escasez”. En enero dejó de dar agua y desde mediados de ese mes el frigorífico se abastecía “100% con agua de OSE”.
El dirigente comentó que la empresa les señaló que, si aparecen las lluvias o “se encuentran algunas medidas paliativas”, los trabajadores regresarían a sus puestos a inicios de agosto. “Pero las previsiones no son alentadoras”, lamentó.
El País intentó comunicarse con la empresa pero desde la gerencia decidieron no hacer declaraciones por el momento.