Enfrentamiento entre Ancap y el sindicato por la situación de las plantas en los aeropuertos

"Se está acabando” el ámbito de negociación colectiva entre Ancap y el sindicato, para encontrar una solución a las pérdidas que ocasionan las plantas de aerocombustibles de la estatal en los aeropuertos de Laguna del Sauce y Carrasco. Así lo afirmó días atrás a El País el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, quien informó que el sindicato planteó cinco propuestas que implican perder “más plata” que lo que se pierde actualmente.

El negocio es deficitario. La estatal pierde al año unos US$ 700.000 por la operación de transporte y suministro de combustible para el abastecimiento de aviones en el Aeropuerto de Laguna del Sauce y una cifra similar es el perjuicio que enfrenta la estatal por la misma actividad en la planta del Aeropuerto de Carrasco.

Para desprenderse de esa operativa y reducir las pérdidas millonarias, la estatal quiere alquilar ambas plantas a privados -de hecho ya tiene las negociaciones avanzadas- pero la Federación Ancap (Fancap) exige que la operativa de transporte y suministro de combustible, siga en manos de funcionarios estatales.

A través de un ámbito tripartito en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ancap y el sindicato buscan una salida desde el mes de octubre del año pasado pero aún no han logrado un acuerdo.

Por ese motivo, el pasado lunes Fancap resolvió hacer un paro en la planta distribuidora de combustibles de La Tablada y el jueves emitió un comunicado en el que afirmó que el sindicato está “en lucha y movilización en defensa de las plantas de aerocombustibles”.

En alusión al contrato que busca hacer Ancap con privados, el sindicato manifestó que “las empresas públicas deben asegurar los servicios esenciales a la sociedad sin una visión mercantilista que prioriza la búsqueda de ganancias y el interés privado por sobre el interés general”.

Sin embargo, desde Ancap la visión es opuesta.

“El sindicato nos hizo cinco propuestas distintas para Laguna del Sauce. Acordamos que las íbamos a analizar, decodificar y ponerle números. Lo hicimos y las cinco propuestas de ellos son todas más caras que la situación actual que es la que queremos corregir y que lo lograríamos si le damos la operación al privado”, dijo Stipanicic a El País.

El negocio con los privados consiste en que Ancap les alquilaría su infraestructura y además les cobraría un margen adicional, es decir, una cantidad de dinero fija por cada litro de combustible vendido.

“Lo que nos ofreció el sindicato no nos sirve. En una propuesta pasábamos de cuatro a 10 empleados, todos en turnos integrales rotativos, es decir que cobran mucho más. Si se firma el negocio con los privados estaríamos pasando de perder a ganar plata. (Fancap) nos ofrece cinco cosas con las que nos hace perder más plata que la que estamos perdiendo hoy, se alejan más de la solución. Les dijimos que nos ayuden con propuestas que puedan ser mejores pero la respuesta que obtuvimos fue un no. Ellos rechazan y no escuchan otra propuesta. Quieren que Ancap les firme un compromiso de que las plantas no van a ser operadas por privados y la Dinatra (Dirección Nacional de Trabajo) les dijo que no, que esas no son las reglas del juego”, afirmó Stipanicic.

Ante la falta de acuerdo y como la solución debe ser “razonablemente la misma” para ambos aeropuertos, el directorio de Ancap le pidió al sindicato que planteara una “propuesta global” tanto para la planta de Laguna del Sauce como para la de Carrasco.

“Les dijimos: ‘fijémonos (si encontramos la solución) teletransportando a los funcionarios de Carrasco cada vez que se necesiten en Punta del Este. Aceptame una operación en la cual, no importa la hora, un funcionario que está en Carrasco capaz que en dos horas tiene que estar en Punta del Este y puede estarlo. Decime en qué condiciones, haceme una propuesta global a ver si por lo menos podemos reducir las pérdidas´”, contó el presidente de Ancap y señaló que no han tenido respuesta del sindicato, por lo que la negociación “está trancada”.

En términos laborales, actualmente hay cuatro personas que trabajan en la planta de Ancap en Laguna del Sauce y 16 en Carrasco. De acuerdo con Stipanicic, las fuentes laborales no están riesgo dado que “las 20 personas ya tienen perfectamente asignado un nuevo lugar para trabajar si dejamos de operar las plantas”.

Para el presidente de Ancap, el conflicto responde “a un tema de poder” del sindicato. “Nosotros somos los responsables de tomar las decisiones, ellos nos quieren trancar. Están cogestionando pero no se hacen responsables”, afirmó.