La consultora KPMG en conjunto con el Centro de Empresas Familiares (CEF) de la Cámara de Comercio y Servicios (Ccsuy) divulgó la tercera edición del informe “Retratos de Familia en Uruguay”, una encuesta sobre empresas familiares, sus expectativas y desafíos a futuro. El mismo reveló que el 80% de las empresas es propiedad de una única familia, el 81% de ellas cuentan con más de 15 años en el mercado y ocho de cada 10 son lideradas por la primera o segunda generación.
La encuesta fue respondida de forma voluntaria por 116 empresas distribuidas entre 18 departamentos del país, lo que representa un incremento de más de un 20% respecto de las empresas participantes en la edición anterior.
El director de asesoramiento de KPMG, Italo Elola, destacó a El País la importancia del impacto de estas empresas en la economía de Uruguay ya que consideró que además de brindar empleo, “dan soporte con acciones de sostenibilidad, que van más allá de simplemente el negocio”. Además, agregó que aproximadamente un 80% de las empresas en el país “es probable que sean familiares”.
Sectores de actividad
El estudio señaló que el 80% de las empresas son controladas por una única familia y ocho de cada 10 de ellas respondió que su intención es continuar trabajando como empresa familiar.
La prestación de servicios es la actividad predominante entre las empresas encuestadas (17%), lo que incluye actividades vinculadas a logística, alquiler de maquinaria, inmobiliarias, seguridad y educación.
Este escenario se repitió en las ediciones anteriores. Sin embargo, la coordinadora general del CEF, Verónica Balestero, resaltó a El País la participación de los agronegocios que se presentaron como una de las tres actividades más relevantes con el 16% de participación.
El 15% de las empresas encuestadas pertenecen al sector gastronómico, lo que representó un importante crecimiento ya que en 2023 la gastronomía tuvo el 6% de participación. Las actividades en tiendas mayoristas y minoristas tuvieron un 14% de participación, mientras que los bienes de consumo representaron un 12% de los encuestados.
Por otra parte, las actividades con menor representación entre las empresas familiares fueron la construcción y otros sectores, ambos casos con un 7% y un 4% de estas firmas se dedican a los bienes industriales.
Perfil y antigüedad
En cuanto al perfil económico de las empresas participantes, el 60% de ellas son pequeñas y medianas. Si bien en esta edición se registró una reducción de la participación de empresas grandes (de 14% a 9%), las micro empresas pasaron de 23% a 27%. Por este motivo, el estudio consideró que esta edición de la encuesta fue la que mayor participación de Mipymes tuvo (90%).
El estudio también realiza una diferenciación por facturación de la empresa donde se destacan las pequeñas y medianas con un 32% de participación cada una. Las pequeñas registran una facturación anual de entre US$ 300.000 y US$ 1,5 millones; mientras que las medianas van de US$ 1,5 millones a US$ 11,6 millones.
Por su parte, las micro empresas cuentan con una facturación menor a US$ 300.000 y representan el 27% de las compañías encuestadas y solo el 9% son empresas grandes con ingresos superiores a los US$ 11,6 millones al año.
Las empresas familiares en Uruguay tienen una trayectoria sólida debido a que el 81% de ellas cuenta con más de 15 años en el negocio y el 56% con más de 30 años. Si se observan estos porcentajes desglosados, el 19% de las empresas tiene menos de 15 años, el 25% entre 15 y 30 años, el 29% entre 30 y 45 años, el 11% entre 45 y 60 años, mientras que el 16% de las empresas supera los 60 años de trayectoria.
Elola y Balestero hicieron referencia a la “maldición de la tercera generación”: la creencia de que la primera generación crea la empresa, la segunda la mantiene y la tercera la "destruye" y coincidieron en que se trata de un “viejo mito” que responde a los ciclos y maduración del negocio más que a la condición familiar.
Generaciones y dinámicas
Trabajar con familiares fusiona el ámbito profesional con el personal, lo que puede generar que algunas dinámicas se desdibujen. Por este motivo, la coordinadora general del CEF, resaltó la importancia de establecer un protocolo familiar, que si bien no tiene validez legal, tiene un alto valor moral que ayuda a respetar los vínculos. “Creo que la palabra armonía en estos procesos es de las más importantes", indicó.
Por su parte, Elola sostuvo que una de las particularidades que presentan las empresas familiares es que en la mayoría se desarrollan tres planos: la familia es propietaria y además participa en el negocio. Aunque las empresas reconocen la importancia de planificar la sucesión (relevo generacional de la empresa), Elola indicó que “todavía las tareas de planificarla vienen un poco lentas”.
En ese sentido, Balestero explicó que el traspaso generacional de la empresa tiene una planificación de entre cinco y 10 años donde se valoran aspectos técnicos, habilidades blandas y "la transferencia del capital relacional".
En la mayoría de los casos, (53%) las empresas familiares relevadas cuentan con la participación de dos generaciones, el 40% con una generación y el 7% de las empresas reúnen tres o más generaciones.
Si bien los cargos con mayor participación dentro de la empresa son la dirección (40%) y socios propietarios (36%), Elola y Balestero coincidieron en que el aumento del cargo gerencial -que pasó de 6% a 9% en la última edición de la encuesta- se traduce en una intención de profesionalizar la empresa. “Es una señal muy positiva e interesante porque eso debe estar asociado con el tamaño y la necesidad de gobernanza”, indicó el socio de KPMG.
Por su parte, el 9% de las personas que respondieron ocupan el cargo de administrador encargado, mientras que el 6% son parte de otros puestos de trabajo.
En cuanto a la cantidad de empleados, siete de cada 10 empresas participantes cuentan con hasta 20 colaboradores. En ese sentido, el estudio hace referencia al Decreto N° 504/007, que refiere a la categorización de las mipymes. “La reducción en la participación de empresas grandes puede haber generado impactos en algunas dimensiones tales como su situación respecto a la internacionalización, las inversiones de expansión, la implementación de protocolos de familia, y una menor práctica de planificación estratégica”, señaló el informe.
Expectativas
En la última edición de la encuesta, las mayoría de las empresas familiares (70%) observa un escenario de optimismo a futuro, el 23% se mantiene neutral y el 7% ve el futuro de su negocio de forma pesimista.
Por otra parte, el objetivo de expansión de las empresas participantes es principalmente local (83%) y para el caso de aquellas que visualizan su negocio en nuevas ubicaciones, el 50% lo haría dentro de Uruguay y el 33% en la región. El informe también hizo referencia a las inversiones, el 58% de las empresas destinó esa inversión al negocio actual y el 32% a la expansión del mismo.
Elola resaltó que el factor de incertidumbre que caracteriza los años de cambio de gobierno fue condicionante para medir las expectativas de las empresas. Por este motivo, sostuvo que la encuesta fue realizada previo a conocerse el proyecto de ley de Presupuesto presentado el pasado 31 de agosto. “Se notaba un optimismo en las respuestas, que hoy podría ser distinto”, dijo.
Por otra parte, de acuerdo con lo que comentó Elola, la intención por parte del gobierno de reducir el déficit fiscal, “podría generar cierta presión que quizás no era la que se vislumbraba al inicio del año” entre las empresas y advirtió que la “incertidumbre en los cambios regulatorios” apareció como una de las principales preocupaciones por parte de los empresarios.
Según los resultados de la encuesta, las principales preocupaciones son el aumento de los costos laborales (48%) y la reducción de la rentabilidad 36%, a lo que Balestero le sumó una mayor necesidad de crecimiento e innovación.
Entre otros cambios que las empresas consideran beneficiosos, el 38% de ellas respondió la reducción de impuestos, lo que represento cuatro puntos porcentuales más que en la edición anterior. El 23% de las empresas resaltó la necesidad de una legislación más estricta sobre prácticas de competencia, mientras que un 21% respondió profesionalización de prácticas de gestión (en 2023 este aspecto alcanzó el 25% de las empresas que respondieron).
Tipo de sociedad
La Sociedad Anónima se mantiene como el tipo societario de preferencia entre las empresas familiares (31%), seguida de la Sociedad de Responsabilidad Limitada (29%), la Unipersonal (20%) y las Sociedades Anónimas Simplificadas (9%).
Otros tipos societarios reportados fueron las Sociedades de Hecho, las Sociedades en Comandita, las Sociedades Civiles y las Sociedades Ganaderas, donde ninguna superó el 6% de las respuestas.