¿Cómo es el Plan de Vivienda que apunta a alcanzar a 69.000 hogares en este período de gobierno?

Redacción El País
El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) presentó su Plan Quinquenal de Vivienda y Hábitat para el período 2025-2029. La propuesta apunta a alcanzar a 69.334 hogares a través de distintas herramientas que van desde subsidios al alquiler, préstamos y garantías de arrendamiento, hasta programas de mantenimiento y construcción de nuevas unidades. El objetivo es dar respuestas tanto a la emergencia habitacional como a problemas estructurales que arrastra el país desde hace décadas.

En Uruguay, el gasto en vivienda es uno de los factores que más condiciona la vida de las personas. Los inquilinos destinan en promedio el 24,5% de sus ingresos al pago del alquiler, pero esa proporción trepa al 37,6% en el quintil (el 20%) de menores ingresos. Esto implica que muchas familias deben resignar gastos básicos en alimentación, salud, educación o cultura para poder sostener un techo.

A ello se suma un déficit cualitativo: 66.882 hogares —el 5,4% del total— presentan al menos una carencia crítica, ya sea hacinamiento, falta de acceso a agua potable y saneamiento, ausencia de baño propio o deficiencias graves en pisos, techos y paredes. El hacinamiento es la situación más extendida y tiene efectos directos en la convivencia, la privacidad, la salud y el desempeño educativo de niños y adolescentes. En paralelo, la falta de conexión a servicios básicos como saneamiento o electricidad agrava las desigualdades territoriales, especialmente en zonas rurales y pequeñas localidades.

Con este panorama, el MVOT sostuvo en un informe que "la política de vivienda no puede limitarse a levantar nuevas construcciones. El abordaje debe ser integral: asegurar asequibilidad, mejorar la calidad habitacional y garantizar integración urbana y territorial".

El Plan de Vivienda se apoya en cinco características que, según el MVOT, marcarán la impronta de la gestión: un ministerio más cercano, que escuche, dialogue y acompañe a las familias; una mirada territorial, con soluciones adaptadas a las realidades de cada departamento, ciudad y barrio; atención integral a la vulnerabilidad, para que las políticas no se reduzcan a lo material y colaboren en superar desigualdades; políticas transversales, en coordinación con otras áreas del Estado, dado que la vivienda está íntimamente ligada a educación, salud, seguridad y empleo y por último la complementariedad de herramientas, con programas e instrumentos diversos que, al actuar de manera conjunta, amplíen su alcance.

Paseyro en asentamientos. Foto: MVOT.

El plan organiza sus acciones en torno a cinco grandes lineamientos. El primero es la emergencia habitacional y vulnerabilidad social. Este apunta a los hogares con carencias críticas, a los más de 667 asentamientos identificados en todo el país y a poblaciones específicas como niños, mujeres, personas mayores, personas con discapacidad o liberados del sistema penitenciario. En este eje se proyectan 19.850 intervenciones en viviendas existentes, 5.580 subsidios de alquiler y 213 nuevas soluciones habitacionales.

Como parte de este capítulo, el MVOT lanzará el programa “Crece desde el pie”, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), para atender a hogares con recién nacidos en condiciones de precariedad. La idea es intervenir de forma integral, desde la salud hasta las condiciones edilicias.

El segundo eje estratégico es el acceso y permanencia en la vivienda. Dicho punto busca diversificar las modalidades de tenencia: propiedad, alquiler social, cooperativas y autoconstrucción, respaldadas por créditos, subsidios y garantías. Incluye el programa Primera Vivienda, orientado a sectores medios y medios bajos que no logran acceder al mercado formal.

Foto: MVOT.

En total, se prevén 20.681 nuevas soluciones habitacionales, además de 640 mejoras de stock existente, 1.200 subsidios de alquiler y 3.800 garantías de arrendamiento. Este eje también contempla la revisión del programa Entre Todos, con la meta de ajustar precios tope y otorgar subsidios a la demanda para acceder a viviendas con exoneraciones de impuestos bajo la ley 18.795, también conocida como ley de Vivienda Promovida.

El tercer punto a trabajar es la integración urbano-rural y vulnerabilidad social. Este lineamiento se centra en barrios y localidades pequeñas, con realojos, mejoras, regularización y acceso a saneamiento. La meta, en este caso, es llegar a 17.370 hogares, incluyendo 4.620 nuevas viviendas.

Aquí cobran protagonismo el Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir), el Plan Juntos y el Plan Nacional de Relocalizaciones, junto con la creación del programa Más Barrio, que impulsará "intervenciones integrales en zonas con alta exclusión y violencia, buscando transformarlas en comunidades seguras y habitables", plantea.

El cuarto lineamiento se basa en el suelo urbano. En esta línea, se pondrá en marcha una segunda Estrategia Nacional de Acceso al Suelo Urbano (ENASU), con el objetivo de aprovechar inmuebles públicos y fomentar distritos de innovación en ciudades del interior, articulando vivienda con infraestructura y servicios.

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Por último, el quinto punto hace foco en la gestión del Sistema Público de Vivienda (SPV).

El último lineamiento se enfoca en mejorar la planificación, el monitoreo y la evaluación de políticas basadas en evidencia, además de promover transparencia y participación social.

El MVOT subraya que este plan busca articular respuestas de emergencia con estrategias estructurales, en un marco que reconoce a la vivienda como un derecho básico y una plataforma para acceder a salud, educación y trabajo.

La apuesta es que, al cabo del quinquenio, las políticas habitacionales "contribuyan no sólo a garantizar un techo digno, sino también a reducir la pobreza, mejorar la integración barrial y promover entornos urbanos y rurales más justos y sostenibles".