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¿Cuál es el vínculo entre la salud mental y el dinero? Una relación que afecta el día a día

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Persona preocupada por el pago de facturas. Foto: Archivo El País.

FINANZAS DE BOLSILLO 

“Un billete no es igual para todo el mundo, por más que cuando lo mires sea la misma serie y tenga el mismo valor”, indicó Balaguer.

El dineroes importante, más allá del rol que cada uno le da en su vida. Atraviesa nuestro día a día ya que nos permite darnos gustos, vivir diferentes experiencias y, por sobre todas las cosas, acceder a las necesidades básicas como la alimentación y la vivienda. En este Finanzas de Bolsillo se hablará sobre cuáles son los diferentes vínculos que se pueden crear con la plata y cuál es su relación con la salud mental.

El psicólogo Roberto Balaguer explicó a El País que, si bien cada billete tiene el mismo valor absoluto -sea $ 20, $ 50 o $ 100-, hay un valor simbólico que es relativo a cada persona. El nivel de relevancia está atado a la historia y a “diferentes cuestiones vinculadas a la personalidad”. Entonces, para un individuo “tener más o menos dinero puede no ser importante” y para otro puede “ser algo que realmente lo apesadumbre”. Se ha estudiado para entender cuáles son los elementos que están detrás y “no hay una razón o algo que sea único”.

“Un billete no es igual para todo el mundo, por más que cuando lo mires sea la misma serie y tenga el mismo valor”, comentó y brindó el ejemplo del personaje de ficción de Disney Tío Rico McPato, que “su mayor pasión era nadar en el dinero y sentir que lo tenía todo”. Por otra parte, para algunos la plata le “permite acceder a determinados bienes, servicios y experiencias”.

Dólares. Foto: Reuters.
Persona sostiene en sus manos dólares estadounidenses.

¿Cómo afecta la salud mental? Depende del lugar simbólico que ocupe el dinero en la mente de cada uno. Balaguer explicó: “Hay una relación que es inversamente proporcional: cuanta mayor seguridad hay en los vínculos seguramente hay una menor dependencia de lo material y financiero”. La persona que le “adscribió un significado simbólico muy importante” a la plata no solo pierde $ 100. Esa situación lleva “muchas veces a querer tratar de recuperar”, es decir, intentar “volver a ese estadio anterior”. Para ello, “muchas veces se toman una serie de riesgos -a veces medidos y otras no tanto-, que muchas veces se va por un derrotero peor”.

Asimismo, contó que, cuando se evalúa la mayor o menor salud mental en términos de bienestar, se encuentra que las personas que piensan en la cantidad de dinero, en general, son menos felices que quienes piensan su vida en términos de experiencias de tiempo. El profesional indicó que la ciencia dice que la plata sirve y es interesante, pero quererla de más trae problemas. Además, si se piensa en ella en todo momento, la vida pasa por delante y no se disfrutar todo lo que se podría, dijo.

Al mismo tiempo, aclaró que “es muy difícil el bienestar cuando falta un nivel de base suficiente como para poder cubrir las necesidades”. Si no se tiene un monto mínimo como una renta básica universal “es muy difícil ser feliz”, ya que “sin comer no podés pensar y ni preocuparte por otras cosas”.

Vínculos.

Las personas se relacionan entre sí y con lo material de diferentes maneras. Balaguer explicó que los vínculos con el dinero pueden ser sanos pero también “verdaderamente patológicos”. El segundo caso se da “si estás pensando todo el tiempo en dinero y no en tus experiencias vitales, en compartir con tus otros vínculos”.

Y añadió: “Lo pongo entre comillas, es discutible y opinable, pero cierta pobreza a nivel vincular aspira a una mayor riqueza material. No siempre, pero uno lo ve frecuentemente. Ahí es donde el dinero tiene un valor compensatorio porque tapa esos agujeros que son los verdaderamente angustiosos para las personas”. Aquellos que tienen ese sentimiento “por la falta de dinero muchas veces es porque toca esas otras aristas”.

Consultado hasta donde puede afectar la salud mental un mal vínculo con el dinero, respondió: “Muchísimo. Por ejemplo, estar pensando en la posibilidad de perderlo, aunque sea irracional, está limitando tu capacidad de disfrute y de vivir la vida de manera permanente. Fijate que ahí ni siquiera es relativo a cantidades. Hay gente que de repente tiene muchísimo dinero” y podría no hacer nada porque cuenta con su capital. Sin embargo, “su vida transcurre en torno a la posibilidad de su pérdida porque ocupa un lugar simbólico supliendo otras posibles carencias de la persona”.

Ahora, ¿cómo se construye un vínculo sano? Balaguer entiende importante hablar con los niños sobre el dinero. Enseñarles cuál lugar se le debería dar para tener una buena salud y a su vez, cómo cuidarlo. Hay que ponerlo “en su justo término” y charlar sobre “todo lo bueno que trae y todo lo malo que podría traer si hacemos un mal uso, si lo usamos como compensatorio”.

Problemas de salud. Foto: Pixabay.
Problemas de salud. Foto: Pixabay.

“En definitiva, cuando creas un ambiente familiar con tus hijos donde los vínculos son lo prioritario, los niños están seguros y felices, el dinero es un componente que permite hacer más cosas, pero que no es la esencia ni lo importante. Cuando algo de eso falla, tenés más chances de hacerlos vulnerables al dinero, a que intente compensar o estar en el lugar de otras carencias afectivas”, agregó.

Por otra parte, sobre el endeudamientoindicó que un estudio concluye que “tener deudas o no, no define el grado de alteración de la salud física o mental. Ahora, si supera los activos, es decir, la capacidad de pagarla vendiendo todo lo que se tiene, ahí está la línea divisoria”. En esos casos es donde las “personas empiezan a tener más dificultades cardiovasculares, cambia el ratio de la presión, hay mayores niveles de alteraciones de ansiedad y depresión”.

“No está mal endeudarse”

El endeudamiento es un problema cuando “supera la capacidad de pago” de la persona. “Ahí es donde termina afectando la salud, lo que afecta la posibilidad de pago, y es un circulo virtuoso bastante terrible”, explicó el psicólogo Roberto Balaguer.

¿Cómo organizar las finanzas personales?

El contador y socio de Beca Advisors, Jorge Exposito, recomendó “tener claros los números”. Se puede “hacer un presupuesto básico” donde se escribe lo que se gasta. Además, a partir de este, pensar si es necesario aquello que quiero comprar o si los ingresos “son suficientes como para hacerme cargo de las deudas que estoy contrayendo”. También aconsejó separar del ingreso el ahorro mensual para después disponer el resto para los gastos y ponerse un objetivo a la vez.

“A veces podemos aturdirnos por las oportunidades de compra y tomamos riesgos innecesarios, como elevar el nivel de la deuda en las finanzas personales a un punto donde no resiste un eventual descenso de los ingresos. Esto genera inestabilidad emocional, desequilibrios familiares y preocupaciones que tal vez puedan evitarse simplemente escribiendo el número, porque a veces tomar contacto con él nos sensibiliza”, añadió.

También contó que hay una regla básica para cuando se va a gastar llamada la triple P: parar para pensar. “Después podemos analizar cómo administrar esos gastos, qué tipo de inversiones puedo hacer” y ver por qué hay que ahorrar, comentó.

Una persona realiza cálculos y paga facturas. Foto: Estefanía Leal.
Una persona realiza cálculos y paga facturas. Foto: Estefanía Leal.

¿Por qué ahorrar para el mañana?

“La humanidad ha hecho muchas cosas para que vivamos más años”. Por lo tanto, en el futuro habrá una mayor cantidad de personas mayores de 65 años en comparación a la población actual. Al mismo tiempo, “en algún momento, dejaremos de generar ingresos como en nuestra vida activa y querremos disfrutar”, recordó el socio de Beca Advisors, Jorge Exposito. En ese sentido, indicó: “Si esas personas no empiezan a ahorrarhoy, no van a tener ingresos suficientes para contar con una calidad de vida con la que añoran o sueñan”.

Y añadió: “Si tengo capacidad de ahorro, tengo que pensar qué voy a hacer con ellos. Sentarme con una persona que me pueda asesorar y tomar una decisión pensando en el objetivo final. Existen productos financieros que se adaptan al perfil de cada cual. Hoy hay una tendencia -lamentablemente a veces tiene que ver con el desconocimiento- de que lo que hay que hacer es comprar acciones, criptomonedaso bonos. Ni una cosa ni la otra. Hay que analizar para qué estoy ahorrando, hay que ver si ese dinero lo voy a necesitar dentro de poco tiempo o lo voy a juntar a lo largo de mi vida activa” para la jubilación. Exposito entiende que, “al final del día, la identificación del perfil del cliente es una combinación de emociones y conocimientos que se traducen en cuánto le duele la panza cuando ve el portafolio de inversiones. Si desde el punto de vista técnico es excelente pero siente que no puede vivir o se despierta todos los días pensando en dónde tiene el dinero, entonces hay que pensar al revés”.

Educación.

Balaguer está junto a otros en un proyecto llamado Clinkky, que busca ayudar a las familias con recomendaciones de educación financiera.

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