Trump implacable en la ONU: el objetivo del organismo, las "palabras vacías" y la crítica a los ambientalistas

En un discurso que duró 56 minutos y se extendió casi cuatro veces más del tiempo asignado, el presidente de EE.UU. criticó a la ONU, a Europa y consideró al cambio climático como la "mayor estafa”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Foto: AFP

Redacción El País
Acusó a los ambientalistas de querer “matar a todas las vacas”. Insultó personalmente al alcalde musulmán de Londres. Atacó a aliados y enemigos en todo el mundo. Cuestionó la existencia misma de las Naciones Unidas.

“¿Cuál es el propósito de las Naciones Unidas?”, preguntó Donald Trump en la Asamblea General de la ONU ayer martes, en un discurso de 56 minutos que se extendió casi cuatro veces más del tiempo asignado.

“Soy muy bueno en esto”, dijo Trump. “Sus países se están yendo al infierno”, advirtió a a Europa por sus políticas migratorias de fronteras abiertas.

Trump sermoneó a la ONU y a otros países sobre sus fracasos y presentó una lista de quejas. Estas incluían, entre otras: una escalera mecánica defectuosa en la ONU; no haber ganado un contrato de renovación en las Naciones Unidas durante su etapa como promotor inmobiliario; las políticas de inmigración de otros países, que según él los estaban llevando a la ruina; y la forma en que se gobierna Brasil.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante la 80.ª sesión de la Asamblea General de la ONU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante la 80.ª sesión de la Asamblea General de la ONU.
Foto: AFP

La Casa Blanca había promocionado el discurso de Trump en la 80ª sesión de la Asamblea General como una oportunidad para que el presidente expusiera su visión sobre cómo Estados Unidos debería ejercer su poder en el exterior.

Pero el teleprompter de Trump funcionó mal desde el principio, y aunque parecía estar leyendo el discurso, a menudo improvisaba.

Se discutieron algunas políticas. Anunció un nuevo esfuerzo para hacer cumplir la convención sobre armas biológicas que utilizaría la verificación por inteligencia artificial y afirmó que deseaba el cese del desarrollo de armas nucleares.

Trump lanzó una nueva advertencia: que el ejército estadounidense seguiría ejerciendo el papel de juez, jurado y verdugo en la ejecución de presuntos narcotraficantes que operan en aguas internacionales. “Los haremos desaparecer”, advirtió a cualquiera que saque drogas de Venezuela.

Pero dedicó casi una cuarta parte de su tiempo a atacar los esfuerzos para abordar el cambio climático. Trump socavó el consenso científico sobre el cambio climático, afirmando que fue “provocado por gente estúpida”. Celebró la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático y el “carbón limpio y hermoso”. Habló de las exportaciones energéticas estadounidenses y añadió que “Estados Unidos ha sido aprovechado por gran parte del mundo, pero ya no”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Foto: AFP

Y calificó el cambio climático como “la mayor estafa” jamás perpetrada en el mundo y afirmó que los ambientalistas quieren eliminar las vacas de Estados Unidos. “‘No más vacas, ya no queremos vacas’. Supongo que quieren matarlas todas”, dijo Trump.

Abordó brevemente el tema de la religión, afirmando falsamente que los líderes musulmanes en Occidente están planeando instituir la ley Sharia, mientras proclamaban que el cristianismo es la “religión más perseguida del planeta”.

Según la Casa Blanca, Trump siempre había planeado atacar a las “instituciones globalistas” en su discurso. Desde que asumió el cargo, ha implementado cambios drásticos en el enfoque estadounidense de la política exterior.

Ha evitado en gran medida el uso del “poder blando” no militar, recortando drásticamente la ayuda exterior y desmantelando la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Se ha negado a financiar más ayuda para Ucrania contra la invasión rusa o a intentar limitar la ampliada campaña militar de Israel en la Franja de Gaza. Y ha declarado a los líderes autócratas de otros países que Estados Unidos ya no los juzgará.

Esta semana, varios aliados cercanos de Estados Unidos emitieron lo que equivalió a una reprimenda por su visión de actuar en solitario, uniéndose a la mayor parte del organismo de la ONU al reconocer a Palestina como un Estado y arriesgándose a la ira del presidente, que se ha opuesto rotundamente a tal medida.

El presidente, por su parte, ha dejado claro que no quiere tener nada que ver con gran parte del mandato de la ONU. Ha retirado a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y ha ordenado una revisión de su papel en la organización. La administración Trump recortó mil millones de dólares en fondos para la ONU e informó al Congreso de su intención de recortar otros mil millones, lo que agrava el déficit de financiación de las Naciones Unidas.

Pero al mismo tiempo, Trump ha involucrado a EE.UU. en las negociaciones de paz en conflictos mundiales, incluida la guerra en Gaza. El presidente también ha mostrado su disposición a usar una rápida demostración de fuerza, como hizo cuando ordenó ataques aéreos contra las instalaciones nucleares de Irán.

Trump, quien abiertamente busca ganar un Premio Nobel de la Paz, destacó durante su discurso su papel en el logro de varios acuerdos de paz o ceses del fuego, incluido entre Armenia y Azerbaiyán, y entre Ruanda y el Congo.

Luego argumentó que, como trabajo secundario, estaba haciendo lo que la ONU debía hacer. “Lamentablemente, en todos los casos, las Naciones Unidas ni siquiera intentaron ayudar”, dijo, y añadió que “lo único que obtuve de las Naciones Unidas fue una escalera mecánica que se detuvo justo a la mitad”.

Afirmó que todo lo que hacen las Naciones Unidas es escribir “cartas enérgicas” y hablar con “palabras vacías”. “Es triste tener que hacer estas cosas en lugar de que las hicieran las Naciones Unidas”, dijo.

Trump criticó duramente a los aliados de EE.UU. que reconocían un Estado palestino. Dijo que, en cambio, esos países deberían unirse en torno a un mensaje dirigido a Hamás: “Liberen a los rehenes ya”. Luke Broadwater / The New York Times

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Foto: AFP

Migración

Trump fue muy duro al referirse a Europa. “Es hora de poner fin al fallido experimento de las fronteras abiertas”, dijo en la Asamblea General de la ONU, para luego añadir, aludiendo a los países europeos. La ONU, dijo, es responsable de esa “invasión”, en comparación con las medidas de su gobierno en la frontera con México, que han reducido la inmigración ilegal.

NACIONES UNIDAS

Mensaje de Lula a los “autócratas”

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva arremetió en la ONU contra las “fuerzas antidemocráticas” que atacan las instituciones y aseguró que Brasil envió un mensaje a los “candidatos autócratas” al condenar a Jair Bolsonaro.

El expresidente fue sentenciado este mes a 27 años de cárcel por un supuesto intento de golpe de Estado tras perder las elecciones contra Lula en 2022.

El gobierno estadounidense de Donald Trump impuso aranceles comerciales a Brasil y sanciones a varios funcionarios brasileños para presionar en favor de Bolsonaro.

Lula da Silva, presidente de Brasil, en la Asamblea General de la ONU.
Lula da Silva, presidente de Brasil, en la Asamblea General de la ONU.
Foto: EFE

“En todo el mundo, fuerzas antidemocráticas intentan subyugar las instituciones y sofocar las libertades”, dijo Lula ante la Asamblea General de la ONU. Lula, de 79 años, y probable aspirante a la reelección en 2026, defendió el juicio a Bolsonaro. “Brasil dio un mensaje a todos los candidatos autócratas y a quienes los apoyan: nuestra democracia y nuestra soberanía no son negociables”, afirmó.

La fiscalía brasileña imputó el lunes al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, por su campaña ante Washington para que la administración de Trump presionara a la justicia brasileña en favor de su padre.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, había prometido la semana pasada nuevas medidas contra Brasil tras la condena a Bolsonaro y siete excolaboradores suyos. AFP

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