Tras la cita frustrada entre Zelenski y Trump en la Casa Blanca, habrá un nuevo acercamiento esta semana

Agencia EFE, AFP
Ucrania realiza contactos preparatorios para la reunión con representantes de Estados Unidos que tendrá lugar la semana próxima en Arabia Saudí, mientras su Ejército trata de defenderse de los ataques rusos contra su retaguardia e intenta resistir la ofensiva enemiga en la región rusa de Kursk.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció ayer sábado el equipo que acudirá por Ucrania a las conversaciones con Estados Unidos en Yeda, junto al Mar Rojo, y que estará conformado por el jefe de la diplomacia ucraniana, Andrí Sibiga, el ministro de Defensa, Rustem Umérov, el jefe del a Oficina Presidencial, Andrí Yermak, y su adjunto, Pavló Palisa.

La reunión, que según Zelenski tendrá lugar el martes, se verá precedida mañana lunes por un encuentro entre el jefe de Estado ucraniano y el príncipe heredero saudí, añadió.

Explicó que “Ucrania ha estado buscando la paz desde el primer segundo de esta guerra” y señaló que “hay propuestas realistas sobre la mesa”, al tiempo que se mostró convencido de que “la clave es actuar con rapidez y eficacia”.

Además, ayer, los equipos diplomáticos de Ucrania y Reino Unido celebraron una reunión “muy productiva” en Kiev, en la que debatieron medidas conjuntas que podrían acercar la paz y acelerar los esfuerzos diplomáticos, informó.

La reunión se produce días después de que Zelenski se reuniera con su homólogo estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca el 28 de febrero, un encuentro considerado un “fracaso”, en el que el ucraniano fue humillado y no se firmó ningún acuerdo sobre los minerales raros ucranianos. Por otra parte, el pasado viernes, Trump amenazó con sanciones y aranceles al presidente ruso, Vladimir Putin, si continúa rechazando la paz y “golpeando” a Ucrania.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas informó en su parte de ayer sábado que las fuerzas ucranianas se vieron envueltas en 101 enfrentamientos con las tropas rusas, con combates todavía activos en seis frentes y la situación más caliente en la región rusa de Kursk.

Las fuerzas rusas llevaron a cabo 23 ataques aéreos, lanzaron 33 bombas aéreas guiadas sobre las posiciones de las tropas ucranianas y zonas pobladas, y dispararon 362 proyectiles de artillería, 30 de ellos desde sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes.

No obstante, en declaraciones a ‘Ukrainska Pravda’, el Estado Mayor desmintió como “falsos” los reportes sobre un avance a gran escala de las tropas rusas en la frontera ucraniana.

“El enemigo sigue operando con grupos de sabotaje y reconocimiento y pequeñas unidades de infantería de varias personas en las zonas de Novenke y Zhuravka, en la región de Sumi. Están intentando establecer un punto de apoyo en territorio ucraniano para ampliar la zona de combate, pero poco a poco están siendo destruidos”, aseguró.

Agregó que “los grupos de sabotaje y asalto combinados del enemigo se han desplazado a lo largo de un ramal de un gasoducto para afianzarse en las afueras de la ciudad de Sudzha, en la región de Kursk”.

Aseguró que, “en estos momentos, las fuerzas especiales rusas están siendo rastreadas, bloqueadas y destruidas” y que “las pérdidas del enemigo en Sudzha son enormes”.

Por su parte, Rusia anunció ayer haber recuperado el control de tres localidades en su región de Kursk frente a las tropas ucranianas, que en las últimas semanas retrocedieron en esta zona en la que incursionaron en agosto.

Se trata de los pueblos de Viktorovka, Nikolayevka y Staraya Sorochina, indicó en un comunicado el ministerio de Defensa ruso.

Desde que el ejército ucraniano avanzó en esta zona en una operación sorpresa el pasado agosto, el ejército ruso ha recuperado más de dos tercios del territorio inicialmente conquistado por Kiev (1.400 km2).

Sin embargo Ucrania sigue controlando algunos cientos de kilómetros, que espera capitalizar como moneda de cambio en futuras negociaciones con Rusia. Zelenski volvió a pedir nuevas sanciones contra Rusia tras una nueva noche de ataques en todo el país que ha dejado un quincena de muertos.