Redacción El País
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, reunió ayer lunes a su segundo gobierno en una semana para arengar sobre la necesidad de sacar al país de la crisis política y dotarle de un presupuesto para finales de año, de manera que Francia muestre “estabilidad y fortaleza”, en palabras del presidente Emmanuel Macron.
Lecornu agradeció a sus nuevos ministros su aceptación de unirse en un momento “difícil” al gobierno, cuya “única misión” es “superar la crisis política” que “conmociona a algunos de nuestros conciudadanos” y a “parte del mundo”, al tiempo que les instó a “dejar de lado los egos” y dar ejemplo con “sobriedad” y “humildad”.
Fueron sus palabras de apertura de la primera reunión en Matignon (sede del Gobierno) del nuevo equipo nombrado en la noche del domingo, como antesala del consejo de ministros que presidirá hoy martes Macron en el Palacio del Elíseo, horas antes de que Lecornu se dirija por la tarde a la Asamblea Nacional para presentar su programa.
Desde Egipto, donde acudió para asistir a la firma del acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel, Macron pidió a las fuerzas políticas francesas trabajar por la “estabilidad y fortaleza” del país y “no apostar por la inestabilidad”.
El llamado gobierno Lecornu 2 pondrá sobre la mesa hoy martes los dos proyectos de presupuesto, el del Estado y el de la Seguridad Social, para que puedan presentarse al Parlamento a tiempo.
El objetivo es mantener el déficit por debajo del 5% del PIB, en lugar del 4,7% -que era la meta inicial de Bayrou-, confirmó la nueva portavoz del gobierno, Maud Bregeon. Este cambio deja un margen de 9.000 millones de euros para satisfacer potencialmente las demandas de la oposición, especialmente de los socialistas.
En la cuerda floja
Lecornu concentrará todas las miradas cuando se suba a la tribuna de la Asamblea Nacional, donde cada palabra que pronuncie será analizada con lupa, especialmente por los socialistas que amenazan con votar la censura si no escucha sus reivindicaciones.
De su declaración de política general, los socialistas esperan especialmente la suspensión inmediata y completa de la reforma de las pensiones de 2023, aprobada por decreto y que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años y alarga el periodo de cotización necesario para cobrar una pensión completa a 43 años.
Los socialistas también quieren que Lecornu renuncie a utilizar el artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar leyes por decreto, pero exponiéndose a una moción de censura inmediata. Ese fue el procedimiento utilizado para adoptar la reforma de las pensiones en 2023, en medio de una gran oposición en la calle.
Lo que tiene claro el primer ministro francés, exresponsable de la cartera de Defensa, es que el aumento previsto del presupuesto militar es “indispensable” frente al “endurecimiento del mundo”, según destacó hoy.
Macron quiere aumentar un 13% el presupuesto de las Fuerzas Armadas en 2026, a 57.200 millones de euros.
Mociones de censura
La Agrupación Nacional (RN) de la líder de extrema derecha Marine Le Pen y la izquierdista La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon presentaron ayer lunes sus respectivas mociones de censura contra el segundo gobierno de Lecornu. El presidente de RN, Jordan Bardella, para quien su partido es “el único capaz hoy de obtener la mayoría” si hubiese elecciones, se mostró dispuesto a votar a favor de una moción “incluso si proviene de otro bando político”.
“Este es un momento importante para el Partido Socialista: debe decidir si está con o en contra de Emmanuel Macron. No podemos escondernos tras maniobras secretas. Es hora de la verdad”, dijo Bardella.
“¡Hemos presentado la moción de censura que hará caer al Gobierno de Lecornu2! (...) El país no tiene tiempo qué perder. Lecornu caerá, y Macron le seguirá”, declaró por su parte la jefa de filas de la LFI en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot.
Macron reunió el viernes a los líderes políticos, a excepción de la ultraderecha y la izquierda radical.
Esto molestó a Le Pen. “Es el presidente de todos los franceses y deja a dos partidos fuera. Eso es romper con su función”, dijo Le Pen en Le Mans el domingo, donde asistió a un congreso de bomberos. Le Pen consideró que Macron no podía dejar fuera “a un partido que representa a once millones de franceses” y aseguró que haciendo eso “no respeta las instituciones”. Le Pen fue la gran ausente de esa reunión junto con La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon. El Elíseo justificó la ausencia de esos dos partidos porque no quieren evitar el adelanto electoral.
Los socialistas, por su parte, no dicen si votarán a favor de la moción de RN o de LFI. Una de sus lideres, Dieynaba Diop, advirtió que presentarán su propia moción de censura si Lecornu se mantiene sordo a sus peticiones. El futuro del quinto gobierno francés desde el adelanto electoral del verano de 2024 depende de los votos socialistas. EFE, AFP
El cuarto primer ministro en 14 meses
Lecornu, atraído en su juventud por la vida monacal, es el cuarto primer ministro nombrado por Macron en solo catorce meses: Gabriel Attal (de enero de 2024 a septiembre de 2024), Michel Barnier (septiembre de 2024 a diciembre de 2024), François Bayrou (de diciembre de 2024 a septiembre de 2025) y Lecornu dos veces (9 de septiembre al 6 octubre de 2025 y 10 de octubre).
Poco conocido del gran público cuando fue nombrado por Macron el pasado 9 de septiembre, Lecornu, de 39 años, vio su primera misión en el palacio de Matignon abortada por el anuncio de un equipo de ministros el pasado domingo 5 de octubre.
El nombramiento del exministro de Economía, Bruno Le Maire, como titular de Defensa indignó especialmente a uno de los partidos de la coalición gubernamental, Los Republicanos, quienes culpan a Le Maire por la alta deuda del país.
Lecornu debe negociar en medio de una Asamblea Nacional fragmentada en tres grupos que se vetan mutuamente.
Macron acusa a partidos de “desestabilizar”
El presidente francés Emmanuel Macron acusó ayer lunes a los partidos de “desestabilizar” a su primer ministro, Sébastien Lecornu, y les llamó a garantizar la “estabilidad” en plena crisis política en Francia.
El llamado llega cuando la izquierda radical y la extrema derecha ya presentaron sendas mociones de censura contra Lecornu, cuyos dos predecesores cayeron ante el Parlamento en menos de un año.
“Muchos de los que alimentaron la división, las especulaciones, no estuvieron a la altura del momento que vive Francia”, aseguró Macron a su llegada a Egipto para una cumbre sobre el alto el fuego en Gaza. La actual crisis estalló en 2024, cuando Macron convocó de forma inesperada elecciones legislativas anticipadas, a raíz de la victoria de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo.
El adelanto electoral dejó una Asamblea Nacional (cámara baja francesa) sin mayorías claras y dividida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
Sin embargo, el último episodio de la crisis lo provocó el líder del partido conservador Los Republicanos (LR), Bruno Retailleau, su socio en el gobierno desde septiembre de 2024. Sus críticas al primer gabinete de Lecornu precipitaron su dimisión apenas 14 horas después de su formación. LR decidió no continuar en el actual gobierno, nombrado una semana después, y expulsó a sus miembros que aceptaron entrar. “Las fuerzas políticas que jugaron a desestabilizar a Sébastien Lecornu son las únicas responsables de este desorden”, estimó Macron, quien llamó a “todo el mundo” a trabajar con “respeto” en pos de la “estabilidad”.