EFE, AFP
La cota del río Guaíba bajó ligeramente ayer miércoles en la ciudad brasileña de Porto Alegre, que permanece inundada desde hace casi dos semanas, después de acercarse a niveles de récord.
Las aguas del río se desbordaron el pasado 3 de mayo, invadieron los barrios del centro de la ciudad y anegaron el aeropuerto internacional, hospitales, viviendas, comercios, escuelas y estadios de fútbol en la capital de Rio Grande do Sul, en el extremo sur de Brasil.
Ayer, al cierre de esta edición, las aguas habían bajado a una cota de 5,19 metros, seis centímetros menos que el martes, un día en que las autoridades evacuaron varios barrios de la zona metropolitana de Porto Alegre por el riesgo de nuevas inundaciones como resultado de las lluvias de los últimos días.
El Guaíba llegó a un máximo de 5,33 metros el pasado 6 de mayo y desde entonces se mantiene en niveles que superan con creces la cota de inundación, que es de 3 metros.
Las inundaciones en la zona metropolitana de Porto Alegre y las lluvias torrenciales que han afectado gravemente a todo el estado de Rio Grande do Sul y las regiones vecinas han causado al menos 150 muertos en las dos últimas semanas.
Según el último boletín de la Defensa Civil, hay 2,12 millones de damnificados en Rio Grande do Sul, que vive todavía una situación caótica después de que un fuerte temporal afectara a 446 de sus municipios.
Además de los 150 fallecidos, uno de ellos en el vecino estado de Santa Catarina, las inundaciones han dejado por lo menos 108 desaparecidos, 806 heridos y cerca de 620.000 desplazados.
Nuevo ministerio
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció ayer nuevas ayudas para unas 200.000 familias de Rio Grande do Sul.
En un acto realizado en São Leopoldo, una ciudad en parte anegada de ese estado, Lula transmitió una mensaje de esperanza y garantizó que el Gobierno, además de auxiliar a las fuerzas productivas, “cuidará” también “a cada familia”.
Entre las nuevas ayudas, dirigidas “directamente a las personas”, según dijo Lula, una estará volcada a las familias que perdieron sus utensilios domésticos, que recibirán 5.100 reales (1.000 dólares) para reponerlos a través de la banca pública.
Según los cálculos iniciales, esa asistencia será recibida por unas 200.000 familias y alcanzará a un valor total de 1.200 millones de reales (235 millones de dólares).
Además, se permitirá que los afectados por el desastre accedan de forma anticipada a un fondo de garantías laborales y se facilitará el crédito público para la reconstrucción de viviendas o la compra de nuevas residencias. Lula también formalizó la creación del Ministerio Extraordinario para la Recuperación de Rio Grande do Sul, que será ocupado por el actual titular de la cartera de Comunicación, Paulo Pimenta, nacido en ese estado.
Su misión será coordinar la asistencia federal con autoridades locales y centralizar una tarea que hasta ahora estaba a cargo de cada uno de los ministerios.
Esta fue la tercera visita que Lula hace a Rio Grande do Sul en las últimas dos semanas, desde que comenzaron los temporales. Las medidas se suman a otras presentadas durante las últimas semanas en el marco de un gran plan de “asistencia urgente”.
Entre ellas, se ha propuesto suspender por tres años el pago de la deuda de Rio Grande do Sul con el Tesoro, que asciende a unos 100.000 millones de reales (19.500 millones de dólares).
Esa moratoria liberará cerca del 10% de la deuda para la acciones inmediatas, que incluyen reconstruir decenas de puentes, carreteras, escuelas y otras infraestructuras que se han venido abajo.
Asimismo, el Gobierno anunció ayudas por unos 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares), que contemplan asistencia directa y créditos subvencionados para pequeñas empresas, entre muchas otras medidas.
También diversas organizaciones financieras internacionales han ofrecido créditos por un total de unos 4.000 millones de dólares para apoyar la recuperación de esa región.
Lula destituye al jefe de Petrobras
El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó ayer martes al presidente de la petrolera estatal Petrobras, Jean-Paul Prates, después de meses de roces con algunos ministros del Ejecutivo.
Prates estaba en el cargo desde enero de 2023, nominado por el propio Lula, que acababa de asumir entonces la Presidencia de Brasil.
Petrobras confirmó en una nota que Prates pidió al Consejo de Administración, controlado por el Gobierno, que se reúna para “considerar la terminación anticipada de su mandato como presidente” de la mayor empresa de Brasil “de forma negociada”. Prates indicó además que, si es aprobado el fin de su mandato, pretende posteriormente “presentar su renuncia como miembro del Consejo de Administración de Petrobras”.
Según la prensa local, Lula ha propuesto como su sustituto a Magda Chambriard, quien fue directora de la Agencia Nacional del Petróleo en el Gobierno de Dilma Rousseff.
Formado en Derecho y Economía y con más de 30 años de experiencia en el sector petrolero, Prates había dejado su escaño en el Senado para liderar Petrobras.
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