EFE, AFP/ Londres
Se llevó a cabo ayer domingo una cumbre en Londres, que reunió a unos quince líderes aliados de Ucrania, en presencia del jefe de Estado de ese país, Volodímir Zelenski, dos días después de su altercado con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Los líderes europeos afrontan “un momento único en una generación para la seguridad de Europa”, dijo el primer ministro británico, Keir Starmer, en la apertura de la cumbre, en la que participaron el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte y el presidente español, Pedro Sánchez, entre otros líderes.
En la cumbre, los líderes dieron su apoyo a Ucrania y marcaron unas líneas de acción ante la amenaza del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y las problemas que han surgido con la administración estadounidense con Donald Trump al frente. No todos los países estuvieron de acuerdo con algunas de las propuestas, aunque la gran mayoría se mostró alineada y se continuará debatiendo.
Propuestas
El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo que “un número de países” han mostrado su disposición a unirse a la “coalición de voluntarios” que el Reino Unido está impulsando para preservar la paz en Ucrania si se llega a un acuerdo para un alto el fuego.
La “coalición de voluntarios” de países europeos tiene el objetivo de servir como garantía de seguridad para cualquier acuerdo que detenga la guerra entre Ucrania y Rusia, que en último término, tendría que estar respaldado por Estados Unidos.
En una rueda de prensa tras albergar una cumbre informal en Londres, Starmer no quiso concretar cuáles son los países que se sumarían a ese plan, pero aseguró que el Reino Unido está dispuesto a poner “botas sobre el terreno y aviones en el aire” como garantías de seguridad para Ucrania.
“No todos los países se sentirán capaces de contribuir, pero eso no quiere decir que esperemos sentados. En vez de eso, aquellos dispuestos intensificarán la planificación ahora con urgencia real. El Reino Unido está preparado para respaldarlo con botas sobre el terreno y aviones en el aire. Europa debe asumir la parte más pesada”, dijo. A su juicio, la única forma de asegurar una paz estable y duradera en Ucrania es siendo capaces de proteger cualquier acuerdo al que se pueda llegar, ya que “la historia dice que si hay un conflicto en Europa acaba llegando a nuestras orillas”.
A ese respecto, consideró que EE.UU. “no es un aliado poco fiable”, sino que ha demostrado a lo largo de las décadas que se puede contar con él, y por eso habló con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la noche del sábado antes de presentar el plan que pretende impulsar.
Para el primer ministro británico, el punto de partida debe ser dejar a Ucrania en la posición más fuerte posible de cara a unas eventuales negociaciones para un futuro acuerdo.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló en Londres que “hay que rearmar urgentemente a Europa”.
En una declaración a la prensa, Von der Leyen anunció que presentará “un plan sobre cómo rearmar a Europa” y subrayó que hay que aumentar el gasto en defensa “durante un período prolongado de tiempo”. Sobre la mesa hay ya la flexibilización de las normas del control del déficit, del uso de los fondos estructurales de la UE, así como la posibilidad de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) otorgue más préstamos para impulsar la defensa europea.
Entre otras declaraciones, destacó la del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien aseguró que “Europa está realmente dando un paso adelante” para alcanzar un acuerdo de paz.
“La reunión de hoy en Londres presenta un panorama muy positivo”, dijo el secretario general de la Alianza Atlántica, en un mensaje en la red social X, al inicio de la reunión, en la que participaron una quincena de países.
“Los participantes de la reunión escucharán la propuesta del plan de paz para Ucrania que están preparando el Reino Unido y Francia”, había adelantado Starmer, en una entrevista en la BBC.
A la reunión de Londres le seguirá otra el próximo jueves entre los líderes de la Unión Europea.
La propuesta de Starmer y el silencio de sánchez
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, evitó ayer domingo pronunciarse sobre el plan de paz anunciado por el primer ministro británico, Keir Starmer, aunque recalcó que apoya todos los esfuerzos por la paz en Ucrania.
Horas antes del inicio de la cumbre, Starmer anunció que, junto con Francia y algún otro país europeo, el Reino Unido trabajará con Ucrania en un plan de paz que se abordará posteriormente con Estados Unidos. Un plan que incluiría entre otros aspectos el mantenimiento de la ayuda militar a Ucrania mientras siga la guerra a la vez que se presiona a Rusia económicamente, la presencia ucraniana en las negociaciones, la garantía de su soberanía y una coalición de voluntarios para defender la paz. EFE
“Necesitamos un líder que pueda trabajar con nosotros”, dijeron
Altos funcionarios de Estados Unidos sugirieron ayer domingo que el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski podría tener que dimitir si se quiere alcanzar un acuerdo de paz, declaraciones que refuerzan el sorprendente giro del presidente Donald Trump respecto a la guerra con Rusia.
“Necesitamos un líder que pueda tratar con nosotros, eventualmente tratar con los rusos y poner fin a esta guerra”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz a la cadena CNN. “Y si se hace evidente que las motivaciones personales o políticas del presidente Zelenski son divergentes con respecto a poner fin a los combates en este país, entonces creo que tenemos un problema real”, resaltó Waltz.
“O bien tiene que recobrar el sentido común y volver a la mesa de negociaciones en señal de gratitud, o alguien más tiene que liderar el país para hacerlo”, dijo el republicano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes.
Sus comentarios y los de otros integrantes claves del Partido Republicano vienen luego del dramático giro hostil de Trump contra Zelenski el viernes, durante una reunión televisada en la Oficina Oval de la Casa Blanca. La disputa verbal pública, en un tono elevado, no tiene precedentes. AFP