A 20 AÑOS

Un tribunal argentino absolvió este viernes a Nicolás Pachelo, principal acusado en el tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, cuyo asesinato en 2002 en un barrio privado de Buenos Aires llegó a inspirar un documental en Netflix y una serie en HBO y seguirá impune.

Así lo decidió por mayoría el Tribunal Oral en lo Criminal 4 de la ciudad bonaerense de San Isidro, que desde julio pasado ha sentado en el banquillo a Pachelo, ya en prisión por acusaciones de robo, y Norberto Glennon y José Ramón Ortiz, exvigilantes del exclusivo barrio El Carmel de la localidad de Pilar, donde vivía y fue hallada muerta la víctima.

Estos últimos, apuntados como presuntos cómplices, también fueron absueltos.

Durante la tensa lectura de la sentencia, se escucharon gritos desde el público: "¡Qué vergüenza, qué vergüenza! Falta de respeto hacia María Marta, que la acaban de matar de vuelta. Falta de respeto, ¡vos te vas a morir en la cárcel, vas a ver!", dijo una voz.

Aunque fue absuelto del crimen, Pachelo sí fue condenado a nueve años y seis meses de prisión por otras causas por robo.

"Este Ministerio Público va a demostrar que Nicolás Roberto Pachelo indiscutiblemente es el asesino de María Marta García Belsunce", había expresado el fiscal Patricio Ferrari al inicio del juicio.

Pachelo, hijo del fundador del barrio, era para la Fiscalía "un criminal de raza, vinculado al mundo del delito desde la adolescencia", que asaltó, junto a los otros dos imputados, la casa de García Belsunce el 27 de octubre de 2002 para practicar un robo.

Según el Ministerio Público, García Belsunce fue golpeada y recibió seis disparos en la cabeza cuando les sorprendió robando.

Este proceso se da tras dos décadas de idas y vueltas en el caso. El viudo de la víctima, Carlos Carrascosa, fue sentenciado en 2007 a cinco años y medio por encubrimiento y en 2009 a prisión perpetua por el crimen, pero en 2016 un tribunal de casación acabó absolviéndolo en un fallo ratificado cuatros años después por la Corte Suprema.

Carrascosa, que ha sido querellante en el nuevo juicio, fue quien encontró a su esposa en un charco de sangre en el baño de su casa. En un primer momento, la propia familia de la víctima atribuyó el fallecimiento a que se había resbalado en la bañera, e incluso el hermano llamó a la Policía para pedir que no acudiera al hogar para respetar su duelo.

El que, en un principio, se tomara el caso como muerte accidental retrasó la realización de la autopsia y la toma de pruebas policiales, que finalmente mostraron que García Belsunce tenía varios disparos en la cabeza.

En 2020, un tribunal acabó sobreseyendo a un hermano y un hermanastro de la víctima, así como a un vecino, que habían sido condenados por encubrir el crimen en el segundo juicio, que empezó en 2011.