AFP
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió ayer con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, en una visita sorpresa a Cisjordania, en plena ofensiva de Israel contra Hamás en Gaza.
El secretario de Estado estadounidense llegó a Ramala después de viajar a Israel y Jordania, donde pidió pausas humanitarias que permitan distribuir ayuda a los civiles de la Franja de Gaza, bajo bombardeos incesantes israelíes desde el ataque del grupo palestino terrorista el 7 de octubre, en el que murieron 1.400 personas, sobre todo civiles. Entre los muertos hay más de 300 militares. Blinken también viajó a Ankara ayer para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan, para hablar de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
En Ramala, Blinken dijo a Abás que los palestinos de Gaza “no deben ser desplazados por la fuerza”, según un portavoz del Departamento de Estado. Por su parte, Abás se refirió a “la destrucción sufrida por nuestro pueblo palestino en Gaza a manos de la maquinaria de guerra de Israel, sin tener en cuenta los principios del derecho internacional” y pidió “el fin inmediato” de la “guerra destructiva”.
Desde que comenzó la guerra, Blinken ha realizado varios viajes a Israel, pero éste es su primer desplazamiento a Cisjordania, en una gira que lo lleva por varios países de la región. Estados Unidos, aunque no se opone a la respuesta de Israel contra Hamás, sí propone establecer “pausas humanitarias” para distribuir ayuda a la población civil. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza cualquier “tregua temporal” sin la liberación de los rehenes secuestrados por el grupo islamista, unos 240, según las autoridades israelíes.
La reunión con Abás se produjo después de que Blinken se encontrara el sábado en Amán con los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Jordania, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y la ANP y de que el viernes se reuniera en Tel Aviv con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
En el frente
El ejército israelí sigue avanzando en su ofensiva contra los milicianos, y los combates arrecian en el norte de la Franja, gobernada por Hamás desde 2007.
Desde que empezó la ofensiva terrestre, el 27 de octubre, “más de 2.500 objetivos terroristas fueron atacados”, por “las fuerzas de tierra, aire y mar”, reportó ayer el ejército israelí.
Los soldados “siguen eliminando terroristas en combates cuerpo a cuerpo” y se bombardeó en la noche “un complejo de Hamás donde había un centro de mando y puestos de observación”, agregó.
El ejército israelí lanzó de nuevo octavillas instando a la población de la ciudad de Gaza a huir hacia el sur del territorio.
Según un responsable estadounidense, entre 350.000 y 400.000 personas viven todavía en el norte del enclave, donde se concentran la mayoría de los combates.
Las tensiones también han aumentado en el norte de Israel, en la frontera con Líbano, donde se producen a diario cruces de disparos entre el ejército israelí y el poderoso movimiento terrorista Hezbolá, aliado de Hamás. El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, aseguró la semana pasada que la posibilidad de “una guerra total” era algo “realista”.
Ayuda
Un total de 24 camiones cargados con ayuda humanitaria entró ayer a la Franja de Gaza, mientras otros 75 esperan ser inspeccionados por las autoridades israelíes para cruzar el paso fronterizo de Rafah, que conecta Egipto con el enclave palestino, informaron varias fuentes.
La televisión estatal egipcia Al Qahera News informó que “24 camiones de ayuda llegaron a Gaza a través del cruce de Rafah”, al tiempo que testigos dijeron que otros 75 remolques hacían fila en el cruce para dirigirse primero al paso de Awja, entre Egipto e Israel, y ser supervisados por miembros del control fronterizo israelí.
Después de este trámite, los convoyes regresan a Rafah, pero sólo cruzan a Gaza aquellos que han obtenido autorización israelí, cuestión que el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shukri, denunció ante el Programa Mundial de Alimentos (PMA) como una “dificultad logística” que ralentiza el proceso de entrega de ayuda.
Desde que Israel permitió la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza hace dos semanas, los suministros no han incluido combustible, elemento vetado por el Estado judío por temor a que llegue a manos del grupo islamista Hamás, si bien es extremadamente necesario para que sigan funcionando los hospitales, las panaderías y las plantas potabilizadoras de agua.
El flujo en cuentagotas de la ayuda humanitaria a Gaza ha generado una oleada de condenas de ONG y de la ONU, que ha advertido de que la asistencia que entra al castigado enclave es solo “una gota en el océano de necesidades” de la población.
Desplazados
En carros tirados por caballos y burros, en bicicleta, algunos en coches, pero sobre todo a pie, decenas de palestinos se desplazaron ayer por la carretera de Salah Al Din para huir del norte de la Franja de Gaza, hacia el sur, donde la intensidad de los bombardeos es menor.
El Ejército israelí dio ayer a los habitantes del norte de Gaza la oportunidad de desplazarse hacia el sur a través de la carretera de Salah al Din entre las 10.00 y las 14.00 hora local (dos horas menos GMT).
Una ventana que también fue abierta el sábado, pero que ningún gazatí aprovechó, por miedo a perecer en los combates, pero que ayer han utilizado muchos en busca de una mayor seguridad, según constató EFE.
Bombas en plena gira regional
El ejército israelí anunció ayer domingo una campaña de bombardeos “significativos” en la Franja de Gaza que afirmó que partió en dos, coincidiendo con la gira regional del jefe de la diplomacia de Estados Unidos centrada en la entrega de ayuda humanitaria para la población palestina asediada.
Según las autoridades israelíes, ese asalto se cobró la vida de 1.400 personas, sobre todo civiles.
“Se están llevando a cabo bombardeos significativos” en la Franja de Gaza, declaró el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari.
Según Hagari, las tropas que operan en el territorio palestino lo partieron en dos: “Gaza sur y Gaza norte”. “Todavía estamos permitiendo el paso para los civiles del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza hacia el sur”, agregó.
El gobierno de Hamás afirmó que Israel lanzó “intensos bombardeos” cerca de varios hospitales, incluido el de Al Shifa, el más grande de Gaza.
El operador de telefonía palestino Paltel dijo que hay corte de las líneas de teléfonos y de internet en Gaza.
En otro orden, un ministro ultranacionalista israelí fue sancionado ayer por el jefe del gobierno de Benjamin Netanyahu después de afirmar que utilizar la bomba nuclear en Gaza en su guerra contra Hamás era “una opción”. El ministro de Patrimonio, Amichay Eliyahu, dijo en una entrevista radial que no estaba totalmente satisfecho del alcance de las represalias israelíes en el enclave palestino tras el brutal ataque de Hamás el 7 de octubre.
La oficina de Netanyahu se apresuró a reaccionar y denunció unas declaraciones “desconectadas de la realidad”. El ejército israelí hace todo lo posible para evitar atacar a “los no combatientes” en Gaza, agregó.
El presidente palestino Mahmud Abás indicó que la Autoridad Palestina sólo podría regresar al poder en la Franja de Gaza si se encuentra una “solución política” para el conflicto israelo-palestino.
“La Franja de Gaza es parte integrante del Estado de Palestina, y asumiremos plenamente nuestras responsabilidades en el marco de una solución política global para Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza”, declaró Abás al recibir en Ramala a Antony Blinken.
Reportan actos antisemitas en Francia y acciones de protección
EFE
El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, dijo ayer que los incidentes antisemitas registrados en el país desde el 7 de octubre, día de los ataques de Hamás contra Israel que a su vez desencadenaron una ofensiva contra Gaza, ascienden a 1.040, con 486 detenciones.
Francia tiene la mayor comunidad de judíos de Europa, que representa alrededor de un 1 % de la población y también la mayor comunidad de musulmanes del Viejo Continente, con millones de personas originarias sobre todo del Magreb.
Entrevistado en el canal público France 2, Darmanin actualizó las cifras de lo que el Ejecutivo considera una explosión de los incidentes contra la comunidad judía. El pasado martes, las cifras totales que él mismo había comunicado al respecto eran de 857 actos antisemitas y 425 detenidos. Entre los arrestados figuran un centenar de extranjeros a los que Darmanin prometió que se retirarán sus permisos de estadía en Francia.
“Ponemos todos los medios para protegerlos”, enfatizó Darmanin en referencia a los judíos en Francia. El ministro detalló que hay 10.000 efectivos de seguridad, entre policía y militares, movilizados para proteger lugares sensibles como sinagogas y escuelas.
Darmanin hizo estas declaraciones un día después de que un nuevo incidente con un móvil presuntamente antisemita conmocionara a la comunidad judía francesa, el apuñalamiento de una joven en Lyon cuya vida no corre peligro. Otros hechos que han causado preocupación en las últimas semanas han sido la proliferación las estrellas de David en fachadas de viviendas o comercios de judíos.
Cumbre
Riad acogerá entre el 10 y el 11 de noviembre cinco cumbres, entre ellas de ministros de Exteriores y jefes de Estado árabes, para abordar la guerra entre Israel y el grupo Hamás y la grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza, informaron fuentes diplomáticas árabes. Los participantes también abordarán cómo ayudar a los palestinos “a hacer frente a estos desafíos políticos, humanitarios, económicos y sociales”, así como “la acción árabe a nivel internacional.