Redacción El País
Lyle y Eleanor Gittens se conocieron en 1941, mientras ambos estudiaban en la Universidad Clark Atlanta: él estaba en el equipo de básquetbol y ella había ido a ver el partido con unos amigos. No tuvieron dudas de que querían estar juntos y programaron la boda para el año siguiente, a pesar de que tenían claro de que lo más probable era que Lyle fuera reclutado para pelear en la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, luego de que él cumpliera 108 años y ella 107, fueron distinguidos por el Récord Guinness por ser el matrimonio más longevo de la historia: llevan 83 años casados. La marca anterior la ostentaba una pareja brasileña —Manoel Angelim Dino y Maria de Sousa Dino—, que llevaban 84 años juntos.
La historia de amor de Lyle y Eleanor Gittens
La pareja se dio el sí el 4 de junio de 1942, cuando a Lyle le dieron tres días libres de su entrenamiento del ejército. Tiempo después, el joven fue enviado a pelear en Italia; Eleanor, que en ese momento ya estaba embarazada del primer hijo de la pareja, recordó que solía preguntarse con frecuencia si algún día iba a volver a ver su marido. Pero no podía dejar su vida en pausa y se mudó a Nueva York, para estar cerca de la familia de Lyle, y consiguió un trabajo en una empresa aeronáutica.
La pareja empezó a construir su vida juntos cuando Lyle volvió del frente. Tuvieron dos hijas más —Ángela e Ignae—, y ambos consiguieron trabajos en el gobierno estatal de Nueva York, lo que les permitió llevar una vida tranquila. A los 69, Eleanor se recibió de doctora en Educación Urbana por la Universidad de Fordham.
Cuando cumplieron los cien años se mudaron a Miami para estar más cerca de una de sus hijas. Consultados sobre el secreto para tener un matrimonio tan largo y feliz, Eleanor contestó con sencillez: "Nos amamos". Lyle estuvo de acuerdo: "Amo a mi esposa".
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