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Alberto Núñez-Feijóo y la misión imposible de acordar la investidura del gobierno de España

El líder del PP no llega a la mayoría absoluta de 176 votos a pesar del apoyo del partido ultraderechista Vox y otros dos de partidos regionalistas.

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Alberto Nuñez Feijóo en la sede del Partido Popular luego de las elecciones españolas
Alberto Nuñez Feijóo en la sede del Partido Popular luego de las elecciones españolas.
Foto: AFP

EFE, AFP
El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez-Feijóo, recibió ayer martes del rey Felipe VI el mandato para que forme gobierno, dado que el suyo fue el partido más votado en las elecciones del pasado 23 de julio. Sin embargo, la de Núñez-Feijóo se presenta como una misión condenada al fracaso.

El PP obtuvo en las elecciones de julio 137 escaños de los 350 que conforman el Congreso. Cuenta con el apoyo de los 33 escaños del ultraderechista Vox, más otros dos de partidos regionalistas, aunque insuficientes para lograr la mayoría absoluta del Congreso.

La Casa del Rey explicó que propuso al líder del PP, pese a no contar con mayoría suficiente para su investidura, para seguir con la “costumbre” de proponer al que haya obtenido más escaños en las elecciones.

Por primera vez, el rey Felipe recibió ayer a los dos políticos que se ofrecen como candidatos para presidir el Gobierno de España, Feijóo y el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

El monarca optó por proponer al candidato que más respaldo tiene al día de hoy, pues Sánchez parte de 152 (los del PSOE y los del partido de izquierdas Sumar) y debe cerrar pactos con otras fuerzas para lograr una mayoría.

Núñez-Feijóo apoya su candidatura en que el PP fue el partido que ganó las últimas elecciones generales y con el apoyo de los otros tres partidos cuenta con 172 votos a favor, a cuatro de la mayoría absoluta, establecida en 176.

Tras reunirse con el monarca, Feijóo admitió que “ningún partido dispone de mayoría absoluta”, pero consideró que, dado los resultados electorales y los apoyos con los que cuenta, es su “deber” acudir a la investidura. Por su parte, Sánchez subrayó que solo su partido está en condiciones de alcanzar el respaldo parlamentario necesario, como se vio el pasado jueves al lograr la presidencia del Congreso de los Diputados una socialista.

Una vez que el rey propuso a Feijóo, ante la fragmentación política que se da en el actual Congreso, se presentan días de intensas negociaciones para que el líder del PP logre conseguir los votos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, a priori poco probable ante la oposición frontal que su principal aliado, Vox, despierta en el resto de la Cámara.

En España es la Cámara baja la que elige al presidente del Ejecutivo, quien debe conseguir en primera votación la mayoría absoluta, 176 votos a favor de los 350 diputados que la componen.

Si no lo consigue, en una segunda votación la investidura sale adelante con mayoría simple (más síes que noes).

De momento, ningún otro grupo de los once que compone el Congreso actual se ofrece para apoyar su candidatura, por lo que tendría que conseguir al menos la abstención de alguno de ellos para ser elegido en segunda votación.

Si el candidato tampoco consiguiera la elección por mayoría simple, puede haber otras votaciones posteriores tras las consiguientes negociaciones políticas, lo que abriría la puerta a que Sánchez se presente después a la investidura en caso de un fracaso de Feijóo.

Y, si dos meses después de la primera votación no hay un presidente del Gobierno elegido, se convocarían automáticamente nuevas elecciones en España.

De momento no hay fijada fecha para el debate de investidura, tarea que corresponde a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol.

La Constitución española no dispone cuánto tiempo tiene que pasar entre que el rey propone candidato hasta que éste defiende su candidatura en el hemiciclo, por lo que el calendario político en España está abierto.

además

Sánchez a la espera del apoyo de los catalanes

Pedro Sánchez espera sumar el apoyo de partidos nacionalistas e independentistas regionales, como ya ocurrió la semana pasada, cuando fue elegida la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso, con 178 votos a favor.

Dos partidos que votaron a favor de Armengol, los independentistas catalanes Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y Junts per Catalunya (JuntsxCat), indicaron que venderán caro su apoyo para reeditar un gobierno de Sánchez. JuntsxCat reclama un referéndum de independencia para Cataluña y una amnistía general para todos los encausados por el intento secesionista inconstitucional de 2017. Entre los encausados figura el líder de ese partido, Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y reclamado por la justicia española.

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