El papa Francisco llegó ayer viernes a Sudán del Sur, en el que se intenta implementar un acuerdo de paz después de años de guerras. Su presidente, Salva Kiir Mayardit, confirmó ante el papa que levantará el bloqueo que mantenía para sentarse a negociar el acuerdo de paz con los grupos de la resistencia y que espera que el otro grupo de “no firmantes” del acuerdo también se unan a este gesto.

En abril de 2019, el papa y los líderes de los anglicanos y presbiterianos convocaron un retiro espiritual en el Vaticano para ayudar al proceso de paz en Sudán del Sur y durante esa iniciativa, en un gesto de humildad que conmovió al mundo, Francisco se arrodilló y besó los pies del presidente sursudanés y del dirigente opositor Riek Machar y los instó a proceder con el acuerdo de paz firmado el año anterior. Sin embargo un grupo de líderes políticos decidió no firmar este acuerdo.

“El gesto de besarnos los pies no fue en vano. Cuando usted besó nuestros pies, mi hermano Riek Machar estaba fuera del país. Hoy, ambos estamos sentados juntos para trabajar juntos por aplicar el acuerdo de paz firmado en 2018”, manifestó Kiir.

Francisco, que llegó procedente de la República Democrática del Congo, en esta visita estará acompañado por el líder de la Iglesia anglicana, pues el país cuenta con una importante presencia de protestantes. Por su parte, el papa les urgió: “Es hora de pasar de las palabras a los hechos. El proceso de paz y reconciliación requiere un nuevo impulso. Que se entienda y se lleve adelante el acuerdo de paz, así como la hoja de ruta”.