Los dirigentes del G20 cerraron ayer domingo en Sudáfrica su cumbre anual defendiendo el multilateralismo ante un mundo afectado por las políticas unilaterales de Estados Unidos, las guerras y las rivalidades geopolíticas.
“Vivimos no una transición, sino una ruptura”, reconoció el primer ministro canadiense, Mark Carney, en la última jornada de una cumbre de dos días. “Demasiados países se están replegando en bloques geopolíticos o en campos de batalla del proteccionismo”, dijo. “En cada ruptura reside la responsabilidad de construir; la nostalgia no es una estrategia”, añadió.
Decenas de líderes de economías clave de todo el mundo, incluidos países de Europa, China, India, Japón, Turquía, Brasil y Australia, asistieron a la cumbre, la primera que se celebra en África. El G20 agrupa a 19 países, a los que se suma la Unión Europea y la Unión Africana. En total, sus participantes representan un 85% del PIB mundial y unos dos tercios de la población.
El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, rechazó el evento, diciendo que las prioridades de Sudáfrica, incluida la cooperación en comercio y clima, iban en contra de sus políticas.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, admitió que había “desafíos”, pero afirmó que “el G20 subraya el valor de la relevancia del multilateralismo”. Varios líderes, incluidos Carney, Ramaphosa y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, dijeron que las economías emergentes están adquiriendo más importancia en el G20.
“Si alguien pensó que podría debilitar el multilateralismo, estos eventos, tanto la COP [la conferencia de la ONU sobre el clima que se se acaba de celebrar en Brasil] como aquí en Sudáfrica, demuestran que el multilateralismo está más vivo que nunca”.
No obstante, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el sábado que “el G20 podría estar llegando al final de un ciclo”.
Trump y Milei
Estados Unidos debe tomar el relevo de Sudáfrica en la presidencia rotatoria del G20. Sin embargo, la administración Trump ya dijo que quiere acotar la cumbre del año que viene en Miami a cuestiones de cooperación económica.
Además de la ausencia de Trump, el argentino Javier Milei, alineado diplomáticamente con él, tampoco asistió, así como la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, quien no suele acudir a este tipo de citas.
El G20 se fundó a raíz de la crisis financiera asiática de 1997-1998 como un foro para impulsar la estabilidad económica y financiera mundial.
Con el tiempo, sus debates se han ampliado para cubrir también el cambio climático, el desarrollo sostenible, la salud global y los conflictos.
Las divisiones solo se han ampliado a causa de la guerra de Rusia en Ucrania y la de Israel y el grupo terrorista palestino Hamás en Gaza.
El canadiense Carney -cuyo país ostenta este año la presidencia del G7, antes de que lo haga Francia el año que viene- dijo que “el centro de gravedad en la economía global se está desplazando”, dando a entender que el G20 necesita incluir a las economías emergentes y las del llamado Sur Global.
Minerales críticos
Australia, Canadá e India sellaron una alianza tecnológica trilateral que incluye cooperación en áreas como la inteligencia artificial (IA) y los minerales críticos, durante la participación de sus respectivos líderes, Anthony Albanese, Mark Carney y Narendra Modi, en la Cumbre de líderes del G20.
La denominada Asociación de Tecnología e Innovación Australia-Canadá-India (ACITI) se centra «en la innovación en energía verde y en la construcción de cadenas de suministro resilientes, incluidos los minerales críticos»; y en «estudiar el desarrollo y la adopción masiva de la inteligencia artificial», según un comunicado conjunto.
La alianza se basa en el compromiso de las tres partes por «fortalecer su ambición en la cooperación en tecnologías críticas y emergentes, para complementar las iniciativas bilaterales existentes».
Los tres países involucrados sostienen que la ACITI permitirá avanzar «hacia la meta de emisiones netas cero» y fomentará «una mayor diversificación de las cadenas de suministro”.
Con información de AFP y EFE