CRECE LA TENSIÓN ENTRE LAS POTENCIAS

Hong Kong, Huawei, la pandemia del coronavirus… Estados Unidos y China parece que tienen cada vez más motivos para abonar una nueva “guerra fría”.

La última batalla de esta guerra ocurrió esta semana, cuando el Reino Unido, aliado de Estados Unidos, excluyó al grupo chino Huawei para el desarrollo de la tecnología 5G en suelo británico, y China amenazó con represalias después de que el presidente estadounidense Donald Trump promulgara una ley que prevé sanciones por la represión del régimen chino en Hong Kong.

La confrontación entre China y Estados Unidos incluye a numerosos actores internacionales, desde Europa al Sudeste Asiático, en un contexto en el que se mezclan intereses comerciales, militares y diplomáticos.

De los conflictos más recientes está el de Hong Kong. China impuso en junio una dura ley de seguridad nacional en Hong Kong, que hace temer el retroceso de las libertades en la excolonia británica. En respuesta, Trump anunció el fin del trato económico preferencial que Estados Unidos daba hasta ahora a Hong Kong, un importante centro financiero internacional en Asia.

El presidente estadounidense promulgó además una ley que prevé sanciones a funcionarios chinos y sus delegados en Hong Kong. “Hoy firmé la legislación y la orden ejecutiva para hacer que China sea responsabilizada por sus acciones opresivas contra el pueblo de Hong Kong”, afirmó Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca este martes.

“Ahora Hong Kong va a ser tratado igual que China continental”, dijo Trump, y anunció que no tenía ninguna intención de reunirse con el presidente chino Xi Jinping para rebajar las tensiones.

Una muestra de cómo crecen las tensiones con China, es el anuncio del diario The New York Times de trasladar su servicio digital de Hong Kong a Seúl. “La radical ley de seguridad nacional en Hong Kong ha creado mucha incertidumbre sobre las consecuencias de las nuevas reglas para nuestra actividad periodística”, dijo el diario en su página web.

Además del New York Times, otros órganos de prensa tienen sus centros regionales en Hong Kong, como la AFP, CNN, el Wall Street Journal, Bloomberg y el Financial Times.

La pulseada por Hong Kong se sumó a la que mantienen por latecnología 5G. Estados Unidos logró una victoria esta semana cuando Reino Unido anunció que excluyó a Huawei y le dio al grupo chino plazo hasta fin de año para dejar de vender aparatos en territorio británico.

Además, el secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció ayer miércoles sanciones contra directivos de Huawei. En un comunicado, el Departamento de Estado advirtió a las empresas de telecomunicaciones del mundo: “Si están haciendo negocios con Huawei, están haciendo negocios con abusadores de los derechos humanos”.

También cosas que pasan dentro del territorio chino han sido motivo de conflicto con Estados Unidos. Por ejemplo, el gobierno de Trump anunció la semana pasada que rechazaría los visados de tres altos responsables chinos acusados de orquestar, en nombre de la lucha antiterrorista, la represión contra los musulmanes uigures en Xinjiang, una región del noroeste de China.

A modo de protesta por este clima de tensiones, China convocó ayer miércoles al embajador de Estados Unidos para expresar su malestar por las sanciones anunciadas por Trump.

“Para salvaguardar sus intereses legítimos, China aportará la respuesta necesaria e impondrá sanciones a las personas y entidades estadounidenses correspondientes”, advirtió el ministerio chino de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Además de Hong Kong y Huawei, los más recientes motivos de choques entre ambas potencias, Washington y Pekín también están enfrentados por la influencia geoestratégica en el Mar de China, el estatus de Taiwán, los aranceles comerciales y el origen de la pandemia del coronavirus.

En el Mar de China Meridional, el régimen comunista de Pekín sigue construyendo islas artificiales y llevando barcos a navegar por la zona para afianzar sus reclamaciones territoriales, pese a las protestas de países como Vietnam o Filipinas, que cuentan con el apoyo de Estados Unidos. Por ese enclave estratégico circula el 30% del comercio global y alberga yacimientos de petróleo y gas.

China cuenta como aliado a Pakistán, rival de la India -que su vez es aliada a Estados Unidos-. En Pakistán se está llevando a cabo la construcción del Corredor Económico China-Pakistán, un proyecto de infraestructuras con el que Pekín busca obtener una puerta al mar Arábigo y en el que ha invertido 60.000 millones de dólares.

La Unión Europea también mueve sus piezas en este tablero internacional. Ayer miércoles la UE e India se comprometieron a desarrollar lazos comerciales para enfrentar la crisis económica causada por la pandemia y las crecientes tensiones con China. Así lo acordaron los presidentes de las instituciones europeas, Charles Michel y Ursula von der Leyen, en una videoconferencia con el presidente Narenda Modi.