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Claves para entender la tensión entre EE.UU y China

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Relaciones entre Estados Unidos y China
Relaciones entre Estados Unidos y China.
Foto: Archivo

RELACIÓN BILATERAL

En las últimas semanas ha crecido la tensión entre Estados Unidos y China al punto que ya se habla de un posible conflicto armado.

Luego de una breve calma, las tensiones volvieron entre las dos mayores potencias mundiales. Se considera que las relaciones entre China y Estados Unidos están en su peor momento en décadas, con la profundización de la desconfianza y puntos de fricción por acusaciones estadounidenses de prácticas comerciales y tecnológicas injustas, además de conflictos sobre  Taiwán. El coronavirus dio además el puntapié para avivar las tensiones. Aquí las claves para entender qué es lo que ocurre.

Acusación de esconder y propagar el coronavirus
Las autoridades de China cerraron los hospitales temporales que se habían habilitado en Wuhan. Foto: Xinhua

La última chispa en la relación bilateral la generó el coronavirus. La enfermedad fue reportada por primera vez por las autoridades chinas a la OMS el 31 de diciembre y no se creía que se hubiera extendido a Europa sino hasta enero. Un portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, insinuó en Twitter, sin pruebas, que el virus fue originado por el personal militar estadounidense destacado en la región china de Wuhan, en lugar de por un animal vivo. Pero Estados Unidos aseguró que tiene "pruebas" de que el coronavirus procede de un laboratorio en China y la acusó de haber escondido la emergencia y la propagación del nuevo coronavirus, aunque científicos informaron a la OMS que es de origen animal. Los científicos estiman que el virus pasó de animales a humanos en China a fines del año pasado, posiblemente en un mercado en la ciudad de Wuhan famoso por ofrecer carnes exóticas y animales vivos. El epidemiólogo estadounidense Anthony Fauci, uno de los máximos responsables por el equipo especial montado por la Casa Blanca para enfrentar la epidemia, defendió esa tesis en una entrevista publicada por National Geographic. "Si uno mira la evolución del virus en murciélagos y lo que tenemos ahora (la evidencia científica) es muy, muy fuerte de que no podría haber sido manipulado de forma artificial y deliberada", comentó. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha seguido insistiendo en la responsabilidad de China. "Creo que todo el mundo puede verlo ahora. Recuerden, China tiene un historial de infectar al mundo y administrar laboratorios de baja calidad", dijo Pompeo. Pero en China no se han quedado atrás y acusó a Trump de “evadir sus responsabilidades” incluso medianteun video que se burla con juguetes.

Amenaza de aranceles "punitivos"
Trump se mostró efusivo al describir su relación con el presidente de China, Xi Jinping. Foto: Reuters

Después de dos años de guerra comercial (con aranceles más altos y restricciones de compras) en enero pasado China y Estados Unidos llegaron a un acuerdo que estipula que el país asiático compre 200.000 millones de dólares de productos estadounidenses adicionales a lo que ya preveía comprar en los próximos dos años. El objetivo de Estados Unidos es reequilibrar la balanza comercial entre los dos países, ampliamente deficitaria para ellos. Pero existen temores de que la guerra comercial pueda reavivarse. El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que aumentar los aranceles a China es "ciertamente una opción" mientras considera maneras de tomar represalias por la propagación del coronavirus fuera de Wuhan. "Muchas cosas están sucediendo con respecto a China. Obviamente no estamos contentos con lo que pasó. Esta es una mala situación... en todo el mundo, 183 países. Pero tendremos mucho que decir al respecto. Ciertamente es una opción. Ciertamente es una opción", dijo Trump.

Quién es la mayor potencia
El aumento de los sueldos se considera como motor fundamental para el alza en el consumo y los precios. Foto: EFE

En Pekin, hay una creencia generalizada de que Estados Unidos quiere contener el ascenso de China, cada vez mayor en el mundo en la medida que su economía ha ido creciendo. Estados Unidos, por su parte ve el ascenso de China como una amenaza de seguridad económica y nacional y un desafío para las democracias occidentales. El gobierno de Donald Trump está "potenciando" una iniciativa para retirar cadenas de suministro industrial global de China mientras considera nuevos aranceles para castigar a Pekín por su manejo del brote de coronavirus, según funcionarios familiarizados con la estrategia de Estados Unidos. El presidente Trump, que ha subido el tono de sus ataques a China antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, lleva mucho tiempo intentando traer fábricas desde el extranjero. La destrucción económica y las muertes por coronavirus en Estados Unidos están dando un empuje al gobierno para trasladar producción desde China y reducir la dependencia de la cadena de suministro, incluso si son otros los países que toman el lugar de China, dijeron actuales y ex altos funcionarios del gobierno estadounidense. "Hemos estado trabajando en (reducir la dependencia de nuestro suministro de las cadenas en China) los últimos años, pero ahora estamos potenciando la iniciativa", dijo a Reuters Keith Krach, subsecretario de crecimiento económico, energía y ambiente en el Departamento de Estado.
"Creo que es esencial entender dónde está el punto crítico y donde existen cuellos de botella", dijo Krach, añadiendo que el asunto era clave para la seguridad de Estados Unidos y que el gobierno podría anunciar nuevas medidas pronto. El Departamento de Comercio de Estados Unidos, el de Estado y otras agencias están buscando maneras de presionar a las compañías para que muevan tanto a sus proveedores como su fabricación fuera de China. Incentivos fiscales y posibles subvenciones a la reubicación son medidas que se están considerando para estimular los cambios, dijeron a Reuters funcionarios actuales y antiguos. "Este momento es una tormenta perfecta; la pandemia ha cristalizado todas las preocupaciones que la gente ha tenido acerca de hacer negocios con China", dijo otro alto funcionario de Estados Unidos. En medio de eso las dos potencias también se han sumergido en una carrera frenética para ver quién logra primero una vacuna y compiten para demostrar su poderío mediante el envío de material médico a diferentes países afectados por la epidemia

Taiwan quedó en el medio
Taiwan

Taiwan, el territorio autogobernado, que China considera una provincia rebelde en espera de la reunificación puso más tensión a las relaciones de Estados Unidos con el país asiático. Taiwan es un territorio de interés para Estados Unidos. En los últimos años la administración de Trump le ha provisto de armas bajo el Acta de Relaciones con Taiwán de 1979, lo que ha generado la molestia de China que ha advertido ante las aspiraciones independentistas de Taiwán que si podría llegar a la reunificación "por la fuerza". Pero ahora Estados Unidos dio un paso más. "Prohibir a Taiwán poner un pie en la ONU es una afrenta no sólo para el orgulloso pueblo taiwanés, sino también para los principios de la ONU", dijo días atrás la misión estadounidense en un mensaje, retuiteado por la embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Kelly Craft. China condenó la publicación de Estados Unidos que respalda la participación de Taiwán en la ONU y expresó "fuerte indignación y firme oposición" al mensaje. Taiwan ha sido considerado como un modelo en la lucha contra el virus. En la isla se han detectado menos de 500 casos pese a su proximidad a China continental, donde comenzó el brote. El gobierno de Pekín dijo que "Taiwán es una parte inalienable de China".

"Fuera" a los periodistas
Estudio de grabación

Otra perlita en la tensa relación bilateral se dio cuando Estados Unidos impuso en febrero medidas restrictivas a los corresponsales de los medios estatales chinos en su país, al considerarlos un brazo de la propaganda oficial de Pekín. En respuesta, China expulsó en marzo a los periodistas de nacionalidad estadounidense de cinco medios de ese país: The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, Voice of America y Time. La medida fue más dura de lo esperado por la cantidad de periodistas involucrados y por no dejar que trabajen en Macao o Hong Kong, zonas que tienen leyes distintas a las chinas. Las medidas “son completamente necesarias y recíprocas y China se ve obligada a tomarlas como respuesta a la opresión poco razonable que los medios chinos experimentan en Estados Unidos. Son una autodefensa legítima y justificada en cualquier sentido. Lo que Estados Unidos ha hecho es atacar exclusivamente medios chinos, y por tanto ha estado motivado por una mentalidad de la Guerra Fría y la parcialidad ideológica”, dijo el Ministerio de Exteriores.

Con información de Agencias

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